¿SÁBADO O DOMINGO?
Algunos grupos de cristianos insisten en que los creyentes
en Cristo nacidos de nuevo deben estar sujetos a la ley de Moisés especialmente
en lo que se refiere a guardar el día Sábado.
Muchos de ellos no cesan de hostigar y condenar a aquellos creyentes que
no van al edificio de reunión de la iglesia el día Sábado. Ellos aseguran que
la identificación de un verdadero creyente está en guardar este día en
particular. Eso es tan cierto que
algunos han declarado sin ninguna base bíblica que el Sábado es el "sello de Dios" y que en el último
tiempo solo aquellos que guarden el Sábado serán salvos.
Algunos de estos hermanos en Cristo han creído lo que sus
líderes le han enseñado y lo viven por sincero temor y miedo a ofender a Dios y
perder su estado de favor o gracia ante Él.
Muchos enseñan que la Iglesia Católica Romana se tomó la autoridad para
cambiar el día de Reposo de Sábado para el día Domingo en el siglo IV bajo el
gobierno de Constantino. Lo cierto es
que NO fue la Iglesia Católica la
que anuló el Sábado, sino que fue el Espíritu Santo mismo quien inspiró a los
escritores del Nuevo Pacto para esto.
Bajo el Nuevo Pacto, en ninguna parte se ordena a los
cristianos a observar el Sábado, pero si se le amonesta y reprende por
hacerlo. A continuación una lista de
citas bíblicas bajo el Nuevo Pacto en el cual se prueba que la enseñanza
apostólica era que el Sábado no se debía de observar como principio cristiano
ni de identificación alguna para el pueblo de Dios.
No condenamos aquellos que observan el Sábado pero tampoco
aceptamos que se nos predique e insista a tal práctica como mandamiento
requerido bajo el Nuevo Pacto, ni mucho menos como SEÑAL de un verdadero cristiano. ¡Somos salvos por GRACIA por medio de la fe y no por las OBRAS de la ley!
La ley de Moisés contenía en si mandamientos y ceremonias
que miraban o apuntaban hacia Cristo, cosas las cuales Dios llama en su
Palabra, "Sombra
de lo que había de venir".
Una vez que Cristo vino, ya estas sombras son innecesarias, pues han
perdido su razón de ser y de existir. A
diferencia de muchos llamados creyentes creemos que la ley de Dios es perfecta
y perpetua pero también entendemos que el "día Sábado" era una de
estas sombras que habían de cumplirse y que tenían un significado en Cristo.
Gálatas 4 1 Pero también
digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del siervo, aunque
es señor de todo; 2 sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo
señalado por el padre. 3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos
del mundo. 4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo,
nacido de mujer, y nacido bajo la ley, 5
Para que redimiese á los que estaban bajo de la ley, a fin de que recibiésemos
la adopción de hijos. 6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros
corazones el Espíritu de su Hijo , el cual clama: ¡Abba, Padre! 7 Así que ya no
eres esclavo, sino hijo, y si hijo, también heredero de Dios por medio de
Cristo. 8 Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo á Dios, servíais a los que
por naturaleza no son dioses: 9 Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien,
siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y
pobres rudimentos, a los cuales queréis volver a ESCLAVIZAR? 10 Guardáis los días,
los meses, y los tiempos, y los años. 11
Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.
Pablo estaba preocupado con la Iglesia de los Gálatas y
llegó a pensar que quizás había perdido su tiempo (trabajado en vano) con ellos porque todavía NO MADURABAN, NI CRECIAN ESPIRITUALMENTE para aceptar la realidad
de la libertad en Cristo Jesús. Ellos todavía seguían apegados a la ley de
Moisés y a la idea de GUARDAR EL
Sábado, y los demás días de fiesta instituidos en la Ley Mosaica.
En el verso cinco Pablo les aclara a los cristianos de
Gálatas que Cristo vino para redimir y vivió bajo la Ley para REDIMIR (comprar, rescatar) a los que estaban bajo la ley para que pudieran
ser hechos HIJOS LIBRES con el
Espíritu en los corazones. NO que antes no hayan sido hijos pero eran
hijos esclavizados tal como lo dice en el verso uno: "1 el heredero es niño, en nada
difiere del esclavo...3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en
esclavitud bajo los rudimentos del mundo."
Gálatas 4:13-24 Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo
también me hice como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho. Pues vosotros
sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al
principio; y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi
cuerpo, antes bien me recibisteis como un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.
¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy
testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios
ojos para dármelos. ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?
Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de
nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos. Bueno es mostrar celo en lo
bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros. Hijitos míos,
por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en
vosotros. Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley?
Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de
la libre. Pero el de la esclava nació según la carne; más el de la libre, por
la promesa. Lo cual es una alegoría, pues, éstas mujeres son los dos pactos; el
uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar.
Note bien, en el Monte
Sinaí (TIPO DE ESCLAVITUD) se
dieron los diez mandamientos….
Gálatas 4:25-26
Porque
Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues
ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. Más la Jerusalén de arriba, la
cual es madre de todos nosotros, es libre.
La madre, patria o pacto de los CRISTIANOS es la Jerusalén Celestial…
Gálatas 4:27-29 Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril,
tú que no das a luz; Prorrumpe en júbilo y clama, tú que tienes dolores de
parto; Porque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene marido. Así
que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Pero como
entonces el que había nacido según la carne, perseguía al que había nacido
según el Espíritu, así también ahora.
La Palabra de Dios se cumple al pie de la letra. De la misma
manera en que Agar (la ley terrenal del
monte Sinaí) perseguía a Sara (la
ley celestial de la Jerusalén de Arriba) es ahora. Los que insisten en
guardar la ley y los Sábados persiguen a los que han sido libres de la
esclavitud de la ley….
Gálatas 4:30-31
Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la
esclava y a su hijo; porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la
libre. De manera, hermanos, que no somos
hijos de la esclava, sino de la libre.
Este es el mandamiento para todos los cristianos. ¡Echa fuera el "legalismo" para
que seas libre! ¡Somos cristianos
nacidos de arriba, de Dios y en LIBERTAD!
2 Corintios 3:1-7 ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a
nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación
para vosotros o de recomendación de vosotros? Nuestras cartas sois vosotros,
escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres;
siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no
con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en
tablas de carne del corazón. Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con
Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de
nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual
asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino
del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica. Y si el
ministerio de muerte grabado con letras en piedra fue con gloria, tanto que los
hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la
gloria de su rostro, la cual había de perecer.
El apóstol Pablo habla claramente que la Gloria de lo que
estaba ESCRITO EN PIEDRAS había de
perecer. Lo único que ha sido escrito en Piedras fue ¡los Diez Mandamientos! El pacto de Moisés es llamado el ministerio
de la MUERTE Y LA CONDENACIÓN.
2 Corintios 3:8-11 ¿Cómo no será más bien con gloria el ministerio del
espíritu? Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más
abundará con gloria el ministerio de justificación. Porque aun lo
que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria
más eminente. Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo
que permanece.
Lo que perece son los
diez mandamientos y la ley de Moisés con toda su gloria…
2 Corintios 3:12-18 Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha
franqueza; y no como Moisés, que ponía
velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista
en el fin de aquello que había de ser abolido. Pero el entendimiento de ellos
se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda
el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día
de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.
Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto,
nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del
Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu
del Señor.
Este es el llamado del CRISTIANO,
ser cada día más y más como el Señor por medio del Espíritu y la transformación
de nuestra mente.
Colosenses 2:16
Por
tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva o DIAS DE REPOSO, TODO LO CUAL ES SOMBRA de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.
El Apóstol Pablo nos dice muy claramente que: Los días de
fiesta, los días de luna nueva, Y LOS DIAS DE REPOSO judíos eran SOMBRA O
TIPOLOGIA de la realidad que es en Cristo.
Hebreos 4:1-2
TEMAMOS, pues, no sea que permaneciendo aún
la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo
alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a
ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los
que la oyeron.
El estar en el verdadero reposo es ¡Estar EN CRISTO por medio de la fe!
Hebreos 4:3-9
Pero lo que hemos creído entramos en el
reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi
reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.
Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus
obras en el séptimo día. Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. Por lo tanto,
puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les
anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia. Otra vez
determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David,
como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones. Porque
si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por
tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.
Queda un reposo para el pueblo de Dios. Ese reposo es entrar
a estar EN CRISTO por medio de la
fe. A medida que el ser humano cree en Cristo, ¡ENTRA EN EL REPOSO!
Hebreos 4:10-11
Porque el que ha entrado en su reposo,
también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo; para que ninguno caiga en semejante ejemplo de
desobediencia.
Los desobedientes al evangelio QUE NO CREEN EN CRISTO ¡no
entran al verdadero reposo de Dios!
Romanos 14:1-6
RECIBID
al DEBIL en la fe, pero no para contender sobre opiniones. . Porque uno cree que se ha de comer de todo:
otro, que es débil, come legumbres. El
que come, no menosprecie al que no come: y el que no come, no juzgue al que
come; porque Dios lo ha recibido. ¿Tú
quién eres que juzgas al criado ajeno? para su propio señor está en pie, o cae:
pero estará firme; porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Uno hace diferencia entre día y día [EL DEBIL EN LA
FE]; otro [EL FIRME EN LA FE] juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente
convencido en su propia mente. El que hace
caso del día, lo hace lo para el Señor: y el que no hace caso del día, para el
Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y
el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.
Así que ninguno nos obligue a guardar Sábados ni días
especiales como prueba de nuestra cristiandad, pues el que tal cosa hace es el
débil que trata de imponer sus flaquezas en los demás.
Romanos 14:7-23 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere
para sí. Pues si vivimos, para el Señor
vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que
muramos, del Señor somos. Porque Cristo
para esto murió, y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos
como de los que viven. Pero tú ¿por qué
juzgas a tu hermano? o tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? porque
todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor,
que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará á Dios. De manera que, cada uno de nosotros dará a
Dios cuenta de sí. Así que, ya no juzguemos más los unos a los otros: sino
más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, nada es
inmundo en sí mismo: más para aquel que piensa que algo es inmundo, para él lo
es. Pero si por causa de la comida tu
hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la
comida tuya se pierda aquél por quien Cristo murió. No sea, pues, vituperado vuestro bien: Porque
el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el
Espíritu Santo. Porque el que en esto
sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz, y
a la mutua edificación. No destruyas la
obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias: pero
es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come. Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni
nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda ó se debilite. ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de
Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe: y
todo lo que no proviene de fe, es pecado.
Dios tuvo la oportunidad perfecta para imponer el día sábado
a la iglesia y no lo hizo. En el concilio de Jerusalén cuando se debatía si los
creyentes debían de guardar la ley o no, después que todos hablaron acerca de
las cosas que Dios estaba haciendo entre los gentiles, Jacobo, LLENO DEL ESPIRITU SANTO, habló y dijo:
Hechos 15:28-29
Porque
ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga
más que estas cosas necesarias: 29 Que os abstengáis de lo sacrificado a
ídolos, de sangre, de ahogado, y de
fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.
En resumen:
1. Libres de Idolatría
2. Libres de Inmundicia
3. Libres de Inmoralidad sexual
¿Se da cuenta? Fue el Espíritu Santo y los Apóstoles, no Roma, ni Constantino,
ni los Papas...
Hechos 15: 1-31 Entonces algunos que
venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al
rito de Moisés, no podéis ser salvos. Como
Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso
que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los
apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión. Ellos, pues, habiendo
sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la
conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos. Y
llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los
ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos. Pero
algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo:
Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. Y se
reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. Y después
de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros
sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por
mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones,
les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y
ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus
corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de
los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?
Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo
que ellos. Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que
contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles. Y cuando ellos
callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado
cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto
volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus
ruinas, Y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor,
Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, Dice el Señor, que hace
conocer todo esto desde tiempos antiguos. Por lo cual yo juzgo que no se
inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las
contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Porque
Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las
sinagogas, donde es leído cada día de reposo. Entonces pareció bien a los
apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones
y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre
Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos; y escribir por
conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos
de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud. Por cuanto hemos
oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os
han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros
y guardar la ley, nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir
varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo, hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro
Señor Jesucristo. Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de
palabra os harán saber lo mismo. Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a
nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os
abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación;
de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien. Así, pues, los que fueron
enviados descendieron a Antioquía, y reuniendo a la congregación, entregaron
la carta; habiendo leído la cual, se regocijaron por la consolación.
NO PASARA NI UNA
JOTA NI UNA TILDE DE LA LEY
Después de haber presentado la enseñanza de los apóstoles
respecto a la ley y al Sábado, ahora veremos qué fue lo que quiere decir Cristo
cuando dijo que no pasaría ni una jota ni una tilde de la ley hasta que todo se
cumpliese.
Mateo 5:17-19 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas;
no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que
hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la
ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante
uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño
será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los
enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.
Aquí tenemos un aparente problema, hemos visto que Pablo
amonestó a los cristianos de Gálatas que guardaban el Sábado y dijo a los
Romanos que el que hacia diferencia entre día y día era débil, y también dijo a
los Colosenses que no dejaran que nadie les juzgara por no guardar los días de
reposo, los días de luna nueva y los días de fiesta. Todo esto es parte de la
ley, el apóstol Pablo también enseño que la ley con toda su gloria habría de
pasar. El libro de Hebreos nos dice que la ley ha sido dada por vieja y que
desaparecería.
En el concilio de Jerusalén "el Espíritu Santo" movió a Pablo, Pedro, Jacobo y los
apóstoles y hermanos presentes a no obligar a los creyentes a guardar la ley de
Moisés y solo le dieron tres mandamientos a seguir y de estos ninguno venia
directamente de los diez mandamientos.
¿Cree usted que el Apóstol Pablo será llamado él más pequeño en el reino
de los cielos por haber enseñado tal cosa? ¿Cree usted que el Apóstol Pedro y
Jacobo y los demás apóstoles y hermanos estaban en pecado y faltando a las
palabras de Cristo en Mateo 5:17ss?
¡No, en lo más mínimo! Si
alguien es llamado grande en el reino de los cielos ¡este es Pablo y este es Pedro!
¡LA LEY PERMANECE!
Los apóstoles reconocieron la realidad de lo que muchos hoy
no han llegado a entender. La ley permanece inmutable. El apóstol Pablo decía
que la ley era buena y que era espiritual,
pero la ley está para acusar y para corregir; para traer a la luz el
pecado para que el pecador se encuentre condenado y al verse acusado por su
estado de maldición, venga a Cristo.
Gálatas 3:19; 24-25 ¿Entonces, para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de
las transgresiones, HASTA que viniese la simiente a quien fue hecha la
promesa... De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a
fin de que fuésemos justificados por fe.
Pero venida la fe ya no estamos bajo ayo.
Romanos 7:7 ¿Qué
pues diremos? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí del
pecado sino por la ley;...porque sin la ley el pecado está muerto.
El propósito de la ley es el de exponer el pecado, por eso
se llama el ministerio de la condenación y de muerte (II Corintios 3:9) porque expone el
pecador y lo declara en deuda con Dios,
condenado y muerto "porque la paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23) Una vez el hombre reconoce su pecado y su
condición, entonces entra en vigor la gracia de Dios.
Los cristianos nacidos de nuevo han sido justificados por
medio de la obediencia de Cristo. ¡EN
CRISTO somos obedientes y cumplimos la ley! Por eso la ley ya no nos
condena porque estamos 'EN CRISTO".
Cristo fue obediente a la ley por eso nosotros los cristianos somos obedientes
a la ley, porque la obediencia de Cristo se nos ha sido imputada. Nuestra
obediencia viene, no por guardar el Sábado (las obras) sino ¡por la fe
en Cristo!
Esto es exactamente lo que nos enseña Dios por medio de Pablo.
No como quienes estamos sin ley sino como quienes estamos bajo la ley del
Espíritu. Cristo dijo que no vino a abrogar la ley sino a cumplirla (satisfacer a plenitud). A eso vino
Cristo y eso hizo, lo que nadie había podido hacer Cristo lo hizo por nosotros.
Romanos 5:18-20
Así que, como por la transgresión de uno
vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de
uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la
desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así
también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. Pero la
ley se introdujo para que el pecado abundase; más cuando el pecado abundó,
sobreabundó la gracia.
Romanos 8:1; 10
AHORA pues, ninguna condenación hay para
los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu ...10 Pero si
Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado,
mas el espíritu vive a causa de la justicia.
Gálatas 3:10-14
Porque
todos los que dependen de las obras de la ley, están bajo de maldición. Porque
escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que
están escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y que por la ley ninguno se
justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá, y la ley también no es de fe; Si no que dice:
El que hiciere estas cosas, vivirá por ellas. 13 Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito:
Maldito todo el que es colgado en un madero) 14 Para que en Cristo Jesús la
bendición de Abraham alcanzase a los Gentiles; a fin de que por la fe recibiésemos
la promesa del Espíritu.
El querer vivir bajo la ley es caer en condenación. Los que NO ESTÁN en Cristo SON CONDENADOS POR LA LEY… Los diez mandamientos y la ley perecen y
han pasado para los que están en Cristo pues no tienen poder de condenarlos
pues Cristo con su obediencia nos justificó.
Los cristianos han sido redimidos de la maldición de la ley y como dijo
el apóstol Pablo...
Romanos 8:1 AHORA pues, ninguna condenación hay para los
que están en Cristo Jesús...
¿Eliminando el
Cuarto Mandamiento?
Siendo aun parte de los mandamientos, y sabiendo que NINGUNO de los mandamientos al
guardarlos nos hacen salvos, ¿Podemos eliminar este mandamiento sin estar DELIBERADAMENTE descartando la ley de
Dios y cambiándola por un día más "CONVENIENTE"
para los Cristianos (o tradición)?
¿Podemos hacer lo
mismo con los demás mandamientos? ¿Cuál es el criterio a utilizar en esta
"eliminación" o invalidación?”
Es cierto que nadie se salva por guardar los mandamientos, PERO los salvados ‘guardan’ los mandamientos. De hecho los
Cristianos debemos guardar los mandamientos mucho mejor y con mas conocimiento
(Mateo 5:20)
que lo hacia Israel en el AT porque tenemos entendimiento claro de lo que Dios
requiere de nosotros como hijos y no solo eso, El mismo nos da el corazón para
que así sea.
Hebreos 10:14-18
Porque
con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque
después de haber dicho: Este es el pacto
que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en
sus corazones, Y en sus mentes las escribiré, añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados
y transgresiones. Pues donde hay
remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.
Ese mandamiento incluye el guardar el Sábado. Pero debemos
recordar dos cosas. Primero, ninguno
de nosotros puede guardar la ley perfectamente a causa de nuestra naturaleza
carnal, la perfección en el guardar la ley viene de nuestra unión con Cristo.
Romanos 5:19 Porque así como
por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así
también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
Somos declarados justos por la justicia de Cristo que se nos
es ‘imputada’ por la fe. La
obediencia de Cristo es contada como nuestra obediencia, la Justicia de Cristo
es contada como nuestra Justicia, y de esa manera somos hechos perfectos para
siempre ante Dios “porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a
los santificados”.
Esa es la parte
legal, pero ahora queda la parte práctica del asunto. Dios requiere que
nosotros pongamos esa Justicia en práctica en nuestra vida. Primero la Justicia
es imputada (por la Gracia mediante la
fe), luego la Justicia es practicada (por
la Gracia mediante la fe).
El Sábado...
El mandamiento del Sábado ‘NO’ ha sido abrogado. Al nosotros “estar” en Cristo, hemos entrado al descanso verdadero. Cristo es el
Sábado (reposo), los que están en
Cristo están en el reposo.
Hebreos 4:1-3 Temamos, pues,
no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de
vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado
la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir
acompañada de fe en los que la oyeron. Pero los que hemos creído entramos en el
reposo.
Como podemos ver “la
promesa de entrar en su reposo” es una referencia “a ser salvos”. La promesa está en pie, pero si alguno no ha entrado
a su reposo es porque no ha creído en Cristo. Los que no han creído el mensaje
no están en reposo. Jesús dijo "Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar"
(Mateo 11:28) Este reposo tiene que ver con que no estamos
trabajando ‘dependiendo de nuestras
obras’ para nuestra salvación sino que ‘descansamos’ en Cristo para nuestra salvación. Esto lo vemos en el
próximo pasaje:
Hebreos 4:7-11
Otra
vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de
David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones. Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no
hablaría después de otro día. Por tanto,
queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también
ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para
que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.
La carta de Hebreos fue escrita a un grupo mixto de
creyentes y no creyentes, (salvados y no
salvados). Ya anteriormente, hablando a aquellos 'indecisos' que no prestaban total atención a la salvación por la fe
en Cristo el escritor les había dicho "Porque si la palabra dicha por medio de los
ángeles fue firme, y toda trasgresión y desobediencia recibió justa
retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan
grande? (Hebreos 2:2-3).
Parece que algunos no
habían hecho plena profesión de fe y pensaban volver atrás en incredulidad, por
esa razón, el escritor les insta a que “Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que
ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia”. De eso nos
habla la Escritura cuando nos dice:
Colosenses 2:16-17 Por tanto, nadie
os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, de luna nueva o
días de reposo. Todo lo cual es sombra
de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.
En cierta ocasión Jesús dijo con respecto al día sábado..
Marcos 2:27-28
También les dijo: El día de reposo fue
hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del
día de reposo.
Esto tiene que ver con que el hombre necesita el día de reposo
(salvación), no la salvación al
hombre. Es el hombre quien está cansado
por las "obras", es el
hombre quien está agotado por los "esfuerzos
humanos", es el hombre quien está necesitado de reposar (ser salvo) y por eso Dios estableció
ese día sábado como 'sombra' del
verdadero reposo que encuentra el hombre cuando viene al Señor del día de
reposo, Cristo.
PERO…
Ese aspecto es el
aspecto ‘imputado’ del día del
reposo. En la práctica se demuestra de la siguiente manera. La palabra “Sabbat” se refiere al descanso. La
Biblia nos da instrucción de que el séptimo día sería el día de descanso. Es interesante
notar que en el Nuevo Testamento, el día Domingo ha sido llamado ‘Sabbat”, cuando se habla del día que
Cristo resucitó.
Cuando Cristo murió en la cruz y se levantó como las
primicias el día Domingo, este evento vino a ser una señal del Sábado del Nuevo
Testamento (nuestra resurrección en
Cristo) Cuando su "obra"
fue completada, El se levantó de entre los muertos en nuestro Nuevo Sábado de descanso El día Domingo. Este día se convirtió
en nuestro día de descanso del Nuevo Testamento. De la misma en que Dios
terminó su trabajo y descansó el Sábado en el principio, el día de descanso del
Antiguo Testamento; así también, Cristo terminó su obra de redención el día
domingo cuando resucitó. Ya no tenemos que descansar en el Sábado del Antiguo
testamento (lo cual nos pone bajo la ley),
sino que en el Sábado del Nuevo Testamento, ilustrando nuestro Sábado (descanso) del trabajo es en la
resurrección de Cristo, ¡No bajo ley,
más bajo la Gracia! Leemos en:
Mateo 28:1 "Pasado el día de reposo, al amanecer del
primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el
sepulcro".
Era el fin de los Sábados del Antiguo Testamento, y el
amanecer de los Sábados del Nuevo Testamento.
Como es muy sabido por todos, la Iglesia primitiva se reunía
a adorar el primer día de la semana (Domingo).
Ese fue el día de la resurrección y fue el día de la venida del Espíritu Santo (Pentecostés).
Hemos visto que no ha
sido un cambio hecho por los hombres sino un cambio establecido por Dios y
establecido cuando inspiró la Escritura del Nuevo Testamento.
Mateo 5:19-20
De manera que cualquiera que quebrante uno
de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño
será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los
enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo
que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no
entraréis en el reino de los cielos.
Si continúas leyendo en tu Biblia lo que sigue a este
pasaje, verás que Jesucristo está presentándonos con lo que acaba de decir. No
una Justicia como la de los fariseos y escribas sino una justicia “mayor” que la de ellos. No una justicia
basada en las obras externas, sino una justicia basada en la condición de
nuestro corazón. Donde era pecado matar, ahora es “mayor”, el llamar necio al hermano, eso es ‘homicidio’. Donde era pecado adulterar, ahora es “mayor” lo que hay en el corazón, adulterio
no es solo el hecho sino el pensamiento, etc. Y termina diciendo “Sed, pues,
vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.
Parafraseando, veamos lo que dice Pablo…
Romanos 7:12-14 Concluimos,
pues, que la ley es santa, y que el mandamiento es santo, justo y bueno. Pero
entonces, ¿lo que es bueno se convirtió en muerte para mí? ¡De ninguna manera!
Más bien fue el pecado lo que, valiéndose de lo bueno, me produjo la muerte;
ocurrió así para que el pecado se manifestara claramente, o sea, para que
mediante el mandamiento se demostrara lo extremadamente malo que es el pecado. Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual.
Pero yo soy meramente humano, y estoy vendido como esclavo al pecado.
Y lo que dice David…
Salmo 19:7-11
La ley de Jehová es perfecta, que convierte
el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que
alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece
para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho
oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Tu siervo es además amonestado con ellos; En
guardarlos hay grande galardón.
Estamos tan acostumbrados a hablar tanto de la Gracia que a
veces como que se descuida un poco (o
bastante) el aspecto tan importante de “guardar” la ley de Dios y a veces se toma hasta con cierto 'desprecio' la Ley de Dios. ¡Pero la realidad es que sin Ley no hay
Gracia y sin Gracia no hay Ley!. Expliquemos esto: La Gracia viene porque
la Ley nos muestra nuestra incapacidad y nos condena. Pero cuando llega la
Gracia, también nos llega la capacidad y la inclinación y amor hacia la Ley.
Las Ceremonias de la Ley (Sacrificios, Circuncisión, Sábados, la Pascua, las Fiestas, etc.)
fueron dadas al pueblo por Dios por medio Moisés en el monte Sinai. Estas ceremonias
‘miraban’ (tipificaban) hacia Cristo el cual daría cumplimiento. La Ley
Judicial estaba en pie mientras la nación de Israel existió para que el pueblo
fuera gobernada por ella, pero el aspecto Moral de la ley el cual se ‘resume’ en los diez mandamientos,
muestra el carácter justo de Dios y presenta las exigencias que Él impone a
todo hombre como mandamiento. A esas exigencias morales es que Dios se refiere
que todo hombre ha roto, y no ha podido cumplir. Esas leyes aunque presentadas
en el Decálogo, no comenzaron en Sinaí sino que es la demanda eternal de Dios
sobre el hombre. Esas leyes estaban en el corazón de los hombres desde el
comienzo y por eso el hombre es ‘inexcusable’
ante Dios. Es obvio que Dios no le dijo a Caín que celebrara las fiestas ni que
obedeciera un sistema de Sacrificios. No es a eso lo que nos referimos cuando
hablamos de la Ley aquí (Romanos 3:23)
Creo que es muy claro que la ley del Sábado es mayormente
Ceremonial, lo que significa que es una sombra de una verdad espiritual (Colosenses 2:16)
y por lo tanto también tuvo su pleno cumplimiento en Cristo. Fue incluida en
los diez mandamientos porque fue dado al ‘Pueblo
de Dios’ y representa la Salvación de las obras que viene solamente por
medio del ‘descanso’ (Salvación) que tiene ‘el pueblo de Dios’ en Cristo.
1 Corintios 7:19
La circuncisión nada es, y la
incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.
1 Juan 2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos,
el tal es mentiroso, y la verdad no está en él.
Con la resurrección de Cristo tuvo final el trabajo y
comenzó el PRIMERO de los sábados
del Nuevo Testamento (día de reposo).
Y como todas las leyes ceremoniales, con su cumplimiento en Cristo, pasaron. La
Pascua terminó, y la Cena del Señor fue el comienzo de lo Nuevo. Tal como la
señal de la circuncisión terminaba, y el bautismo era el principio de una nueva
señal de Salvación. El tiempo del Sumo Sacerdote terminó, y ahora Cristo, es
nuestro más Perfecto Sumo Sacerdote quién hace intercesión. Dios nos da estos
cuadros espirituales para mostrarnos que estas ceremonias y tipos del Antiguo
Testamento eran sombras de lo que había
de venir.
De hecho, podemos ver esto claramente cuando Dios
deliberadamente Enlaza el Sabbat del séptimo día junto con las leyes
ceremoniales que terminaron con la venida de Cristo.
El domingo, primer
día de la semana...
Jesús resucitó de entre los muertos ¡El primer día de la semana! (Mateo 28:1-7; Marcos 16:2, 9; Lucas 24:1; Juan 20:1).
Jesús apareció a sus discípulos ¡El primer día de la semana! (Juan 20:19).
Jesús apareció a sus discípulos en el salón ocho días
después de su resurrección. La manera judía de contar los días indica que era Domingo otra vez. (Juan 20:26).
El Espíritu Santo descendió el día de Pentecostés, el
domingo, ¡El primer día de la semana!
(Levíticos
23:16; Hechos 2:1).
El primer sermón de Pedro fue predicado ¡El primer día de la semana! (Hechos 2:14).
Tres mil convertidos a Jesucristo ¡El primer día de la semana! (Hechos 2:41).
Tres mil fueron bautizados ¡El primer día de la semana! (Hechos 2:41).
Los cristianos se reunían a partir el pan en ¡El primer día de la semana!
Los cristianos oyeron un mensaje de Pablo ¡El primer día de la semana! (Hechos 20:7).
Pablo instruye a las iglesias a separar sus contribuciones
monetarias ¡El primer día de la semana!
(1 Corintios.
16:2).
Jesús dio la visión de Apocalipsis al apóstol Juan ¡El
primer día de la semana! (Apocalipsis 1:10).
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