Proverbios 3:33
La maldición de Jehová está en la
casa del impío;
Mas él
bendecirá la morada de los justos.
De tiempo en
tiempo los cristianos se han visto obligados a lanzarse a las páginas de la
Biblia para exponer y defender el verdadero evangelio de los ataques contra
la pureza de la sana doctrina. Este es uno de esos tiempos. En este
estudio escudriñaremos un tema que está en apogeo en nuestro tiempo, ‘maldiciones generacionales’ también conocido
por ‘maldiciones ancestrales’ ó ‘maldiciones familiares’. Esta nueva
"doctrina" no se
sostiene por sí sola sino que es parte de un esquema mayor el cual es
promovido por aquellos que dicen tener ‘ministerios
de liberación’. El esquema completo incluye temas como ‘guerra espiritual’, ‘sanidad interior’, ‘liberación de endemoniados’, ‘pensamiento y confesión positiva’ y ‘prosperidad financiera’ entre otros.
El centro de esta enseñanza, y lo que nos mueve a escribir sobre este tema,
es que estos ministerios están dirigidos a cristianos y no a inconversos. ¡Pues según ellos, son los cristianos nacidos de
nuevo, sus hijos y toda su descendencia, quienes necesitan ser liberados de
maldiciones generacionales!
Parece ser
que Satanás siempre mantiene a los creyentes entretenidos con nuevos
descubrimientos que ‘al parecer’
tienen fundamento bíblico sólido y hacen que la Iglesia crezca y se
fortalezca pero que en realidad son ataques sutiles a la verdad de la Palabra
y socavan la eficacia del evangelio.
A propósito y
como es de esperarse, todos los que enseñan esta creencia dicen tener pruebas
irrefutables que confirman la verdad de su doctrina. Hablan y predican de
personas, especialmente creyentes, que tenían maldiciones generacionales o
ancestrales y que ahora están libres. Lo más serio de este reclamo es que
este movimiento está sucediendo no en iglesias que por siempre han sido
reconocidas como ‘falsas’, sino
que está ocurriendo en aquellas iglesias o congregaciones que son aceptadas y
reconocidas como iglesias que mantienen las doctrinas centrales del
cristianismo histórico y bíblico.
Pero lo que
debemos de hacer como creyentes, no es mirar las experiencias, sino mirar la
Palabra de Dios. Si por experiencias se hicieran válidas todas las
reclamaciones, entonces tendríamos que aceptar como verdaderas todas las
religiones del mundo, pues en todas ellas se hacen milagros y prodigios y se
tienen muchas experiencias como prueba y testimonio. El problema está en que
cuando el milagro o liberación ocurre en una iglesia aceptada, con pastores y
lideres de ‘doctrina aceptable’ y
sobre todo en el nombre de Jesús, entonces se hace difícil pensar que no sea
verdad, ni que sea Dios mismo obrando tales cosas.
Definición
Creo que
primero hace falta definir lo que se quiere decir con ‘maldiciones generacionales’. Veamos la siguiente definición:
‘Una popular, aunque aberrante enseñanza que
mantiene que los problemas en la vida de un Cristiano – incluyendo
enfermedad, pobreza, desastres naturales, y etcétera – pueden todos ser
consecuencia de alguna maldición proferida muchas generaciones atrás. A
menudo, los creyentes en esta teoría se hallan envueltos en igualmente
aberrante variedad de guerra espiritual, con un énfasis no-sano y no-bíblico
en los demonios. Muy prevaleciente en los movimientos ‘Palabra-de-Fe’, así como en los controversiales movimientos de
renovación y avivamientos de nuestro día.’
Esta
definición coincide con lo dicho por los promotores de esta creencia. Una
conocida tele-evangelista sostiene en su libro ‘maldiciones generacionales’ que:
los problemas humanos tales como miedo, problemas en
los pies, dolores de cabezas, migrañas, enfermedades del corazón, complejo de
inferioridad, insomnio, esclerosis múltiple, auto-imagen negativa, condición
nerviosa, infartos, pobreza, hijos rebeldes, familiares inconversos,
preocupaciones, etc. son maldiciones.
En resumen,
todas las cosas malas que ocurren ‘pueden
ser’ resultado de una maldición generacional; pero más adelante veremos
que la frase ‘pueden ser’ en
realidad significa ‘siempre son’
para estos maestros. Y al fin de cuenta todo el mundo necesita ser liberado
de tales maldiciones.
Fondo Bíblico
Como los
cristianos creemos en la Biblia, los proponentes de esta teoría utilizan
citas bíblicas que ciertamente pueden hacer pensar a los menos preparados
bíblicamente (lo cual, lamentablemente, es la gran mayoría de los
cristianos), que lo que se dice es realidad. Por cierto, no todo lo que se
dice y se enseña en esta teoría es falso, pues toda doctrina por muy falsa
que sea contiene algo de verdad en ella.
Cuando leemos
en los siguientes textos de la Biblia, los cuales son utilizados como base
principal de esta creencia, vemos que el castigo ó consecuencia negativa
generacional fue establecido por Dios como por el pecado…
Éxodo
20:5
5 No te inclinarás á ellas, ni las
honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la
maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos,
á los que me aborrecen,
Éxodo
34:7
7 Que guarda la misericordia en millares, que perdona la
iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo justificará al
malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los
hijos de los hijos, sobre los terceros, y sobre los cuartos.
La enseñanza
principal en esta doctrina está en que las cosas malas que nos suceden son
consecuencia de los pecados de nuestros antepasados. Una lista de cosas
adversas, tales como las que presentamos anteriormente en este estudio se
deben a esta maldición que nos llegó ‘de
gratis’, simplemente por haber venido de una familia cuyo árbol
genealógico fue infectado por la iniquidad. Según esta enseñanza, el árbol
familiar de cualquier persona puede ser maldecido por el pecado de uno de sus
miembros. Eso es lo que dice una famosa maestra:
"Alguien en un árbol familiar comienza la
maldición por medio de la desobediencia"
Así que el
impacto de ésta enseñanza es universal. Aquí vemos como el ‘pueden ser’ se convierte en ‘siempre son’. Si cualquier antepasado
nuestro comienza la maldición solamente por desobedecer, entonces no solo
algunos, sino todos los seres humanos están bajo maldición y necesitan romper
tales maldiciones. Pues, ¿quien tiene antepasados que nunca hayan
cometido desobediencia (pecado)? ¡Nadie!
Ahora aquí
hay algo de verdad y es necesario que notemos lo que hay de cierto en esto,
pues de acuerdo a la declaración bíblica de los versos que presentamos
anteriormente, eso es así aun en el presente pero debido al pecado de Adán.
Romanos
5:12,14, 19
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre,
y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto
todos pecaron.14 No obstante, reinó la muerte desde Adán
hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de
Adán, el cual es figura del que había de venir. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los
muchos fueron constituidos pecadores,
así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
El pecado de
Adán trajo condenación y maldición a toda la raza humana (y la tierra -Génesis.
3:17-18) y como consecuencia los hombres son considerados 'por naturaleza...hijos de ira'.
Los hombres que no vienen a Cristo en fe, siguen bajo esta condenación pero
los que creen en Cristo "no están
en condenación" (Romanos 5:1). Los cristianos han sido
liberados del poder del pecado y han sido trasladados de las tinieblas al
reino de Cristo.
Colosenses
1
12 con gozo dando gracias al Padre que
nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13 el
cual nos
ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
¿Cómo puede
el hombre que ha creído en Cristo ser "LIBRADO de la potestad de las tinieblas Y TRASLADADO AL REINO DE CRISTO" y a la misma vez permanecer
bajo "la potestad de las tinieblas" y VIVIENDO EN EL REINO DE DIABLO? Cuándo el hombre cree en Cristo,
Dios le da libertad del poder del Diablo, ¡ESO ES LO QUE SIGNIFICA LA SALVACION! Cualquier persona que
esté bajo la potestad del Diablo y sus demonios en cualquier área de su vida
por muy poca que sea, NO HA SIDO
SALVADA y sigue viviendo en CONDENACIÓN.
Pero volviendo a las "doctrinas" de estos maestros de maldiciones,
ellos no hablan mucho de ésta realidad bíblica de que el hombre CREYENTE ha sido liberado totalmente del poder del
diablo y hay mucho mas en cuanto a esta enseñanza que estos maestros no
revelan a sus discípulos pues si lo hacen destruyen sus propios ministerios y
por supuesto sus entradas financieras.
LA INIQUIDAD
Ahora veremos
un elemento que es de suma importancia para esta enseñanza. La clave
principal de esta doctrina se encuentra centrada en esta palabra, ‘iniquidad’. Según ellos, esta palabra
es una referencia a pecados graves y enraizados que ‘atan’ a las personas aun después de convertidas al evangelio.
Estas iniquidades son identificadas como ataduras heredadas de los
antepasados. Los cristianos, aún después de convertidos, pueden continuar ‘atados’ a estas iniquidades heredadas
y no pueden salir de ellas ‘hasta que
sean rotas todas las ataduras’.
Métodos de Limpieza
Existen
varias maneras en las que las personas pueden recurrir para limpiarse de tales
ataduras ancestrales. La primera es ‘descubrir y quebrantar’, otra es ‘confesar y perdonar’ y
finalmente existe el exorcismo o ‘la
expulsión de demonios’ y espíritus inmundos heredados.
Descubrir y quebrantar: El principal método de limpieza en contra de las ‘maldiciones generacionales’ es la de
‘descubrir y quebrantar’ por medio
de la repetición de oraciones prescritas y diseñadas para tal propósito. Así
que primero hay que descubrir la realidad de las maldiciones generacionales.
Para que la diagnosis sea descubierta, la persona debe de acudir a alguien
que tenga un ministerio de liberación, ya sea en persona o por medio de
libros o escritos. Así, entonces se determina si la persona es víctima de
maldiciones generacionales. Por supuesto que la mayoría de las personas van a
tener algún caso donde las cosas no le han ido bien financieramente. Algún
familiar en vicios de drogas o alcohol, alguna enfermedad grave en su familia
como diabetes, cáncer, etc. Algún pecado que sabe que deben dejar, algún
antepasado que no era creyente, etc. Pero ese es el método de descubrir, y
luego de descubierta la maldición, entonces se debe proceder a ser liberados.
A menudo las
personas deben ser liberadas de la maldición antes de que puedan
arrepentirse, pues en muchas ocasiones, el arrepentimiento es imposible
porque la maldición no ha ido quebranta. Por ejemplo, el siguiente caso es
citado donde una joven quería convertirse pero no podía porque estaba bajo
control de espíritus inmundos por la maldición de sus antepasados. No fue
hasta que la persona confesó los pecados de sus abuelos que pudo recibir
salvación.
"Yo le dije a María que era tiempo de que
renunciara a lo que su familia había hecho y a los espíritus asignados como
resultado… Inmediatamente María bajo su cabeza y comenzó a orar en voz alta.
Ella pidió perdón por su familia estar envuelta con el hombre de los pollos.
Ella oró por liberación del mal. Luego pausó. “¡Él lo hizo!" Gritó ella,
lagrimas de gozo bajaban por sus mejillas. ¡"El me salvo! Él está en mi
corazón." Nosotros también celebramos su victoria".
Esta historia
es interesante, pero ¿qué sucedería si la persona fue adoptada y no sabe de
su familia natural?, ¿Que de aquellos que no saben nada de lo que su familia
pasada hizo? ¿Entonces qué hemos de hacer? Además, no existe base bíblica
este tipo de manejo en el evangelismo. No es sabio confiar en experiencias
seculares que aparentan dar buenos resultados. La Biblia declara que el
evangelio predicado, "es poder de
Dios para salvación a todo el que cree" (Romanos 1:16).
Así que luego
de haber descubierto que en realidad existen tales maldiciones sobre la
persona, se debe de proceder a repetir oraciones de la siguiente manera para
quebrantar la maldición:
"Yo cancelo toda obra demoníaca que haya sido
pasada a mí de mis ancestros… Yo renuncio toda asignación satánica que sea
dirigida a mí y mi ministerio, y yo cancelo toda maldición que Satanás y sus
obreros hayan puesto sobre mí… Yo rechazo todos los otros sacrificios de
sangre donde Satanás haya reclamado propiedad de mi"
Como se puede
dar cuenta, la oración incluye proclamación sobre los espíritus demoníacos
pues ellos enseñan que la manera en que la maldición pasa de generación a
generación es por medio de espíritus inmundos.
Confesión y Perdón: Otro método
es el de sanar las memorias. Por medio de este método se busca ‘revivir’ todas las experiencias
pasadas que nos causan resentimiento y perdonar a aquellos que causaron el
mal. Estas memorias suelen, según ellos, traer maldición por medio del rencor
y la amargura; también se dice que los demonios pueden entrar en la persona
que no perdona.
Expulsión de Demonios: Algunos casos van hasta el punto donde la persona
debe ser liberada por medio de la expulsión de demonios de la persona,
también conocido como ‘exorcismo’
ó ‘guerra espiritual’. Estos
demonios han llegado a la persona como ‘heredad’
por el pecado de sus antepasados. Según esta teoría detrás de cada pecado
existe un demonio que lo causa. Cuando la persona practica un pecado, el
demonio pertinente a este pecado posee al individuo y es pasado a sus
descendientes naturales.
¿CRISTIANOS BAJO MALDICIÓN?
Después de
haber presentado lo que esta teoría enseña, pasaremos a exponer las razones
por las cuales esta debe ser rechazada y condenada por los cristianos. El
estudio Bíblico nos lleva a la conclusión de que es imposible para un
cristiano estar bajo maldición. Por supuesto, esto es algo que es fácil de
entender para aquellos que escudriñan la Biblia y la aceptan, pero otros que
han sido indoctrinados en estas doctrinas falsas se les hace muy difícil de
creer, especialmente cuando sus sentimientos, emociones y ‘experiencias’ les
dicen que todo esto es verdad.
¿Qué es maldición?
La palabra
maldición de la manera que es usada en la Biblia tiene que ver la invocación
de condenación y mal sobre alguien con el fin de traer consecuencias negativas. El primero en declarar maldición sobre un ser humano fue Dios quien
también maldijo la tierra y a Satanás. Dios es el que origina la maldición ó
consecuencias negativas como "castigo"
por el pecado. En la ley Dios estableció una larga lista de Maldiciones
(Consecuencias Negativas) por causa del pecado. Estas consecuencias negativas
son de carácter tanto temporales como eternas. El hombre está bajo maldición
por causa del pecado y como consecuencia su fin es ser destruido en el
infierno.
¿Qué es iniquidad?
Iniquidad es
una palabra que Dios usa para referirse a la ‘trasgresión a su ley’. En el contexto utilizado parece que tiene
que ver con la idolatría. Pero este no es el único término que se usa en la
Biblia para ese pecado sino que también se usan términos como maldad, pecado,
transgresión, prevaricación, etc.
¿Qué significa "visitar la iniquidad?”
La Biblia
dice:
Éxodo
20:5
5 No te inclinarás á ellas, ni las
honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y
sobre los cuartos, á los que me aborrecen,
Éxodo
34:7
7 Que guarda la misericordia en millares, que perdona la
iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo justificará al
malvado; que
visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de
los hijos, sobre los terceros, y sobre los cuartos.
Los
proponentes y maestros de esta teoría nos hacen pensar que la frase "que visita la iniquidad de los padres
sobre los hijos" de alguna manera significa que la iniquidad (los
pecados) de los padres ‘es heredada
por’ ó ‘transferida a’ los
hijos, pero esta interpretación está muy lejos de la verdad pues no hay razón
alguna en el contexto para entretener tal idea. Pero por supuesto, la
Biblia ‘una vez torcida’ puede
significar lo que cualquiera desee. Así que tenemos tres errores son
detectados casi de entrada:
1. Añaden al texto la palabra "maldición"
2. Confunden el ‘efecto’ con la ‘causa’
3. Cambian a Dios por Satanás
Estos errores
los veremos en detalle a continuación:
El primer error que cometen
estos maestros es el de añadir la palabra ‘maldición’ al texto bíblico. Es claro en otros textos que
Dios declara que la maldición de la ley llegará a aquellos que quebrantan la
ley, pero esta maldición no se refiere solo al pecado específico de la
iniquidad sino a ‘toda’ la
desobediencia a la ley y según el texto es aplicable solo al que rompe la ley,
no dice que es hereditaria:
Deuteronomio
27
14 Y hablarán los Levitas, y dirán á todo varón de Israel en
alta voz: 15 Maldito el hombre que hiciere escultura ó imagen de fundición,
abominación á Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y
todo el pueblo responderá y dirá: Amén.16 Maldito el que deshonrare á su
padre ó á su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.17 Maldito el que redujere el
término de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.18 Maldito el que hiciere
errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.19 Maldito el que
torciere el derecho del extranjero, del huérfano, y de la viuda. Y dirá todo
el pueblo: Amén.20 Maldito el que se echare con la mujer de su padre; por
cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.21
Maldito el que tuviere parte con cualquiera bestia. Y dirá todo el pueblo:
Amén.22 Maldito el que se echare con su hermana, hija de su padre, ó hija de
su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.23 Maldito el que se echare con su
suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.24 Maldito el que hiriere á su prójimo
ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.25 Maldito el que recibiere don para
herir de muerte al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.26 Maldito el que no confirmare las
palabras de esta ley para cumplirlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.
El segundo error que cometen
estos maestros es el de confundir la ‘maldición’
con la ‘iniquidad’ ó el ‘pecado’. A veces se refieren a la ‘maldición’ como la misma iniquidad ó
pecado y otras veces se refieren a la maldición como ‘el resultado’ del pecado. Es decir, se hace referencia a
los términos confundiéndolos uno con otro como si fueran la misma cosa. A
menudo se hace referencia al acto de pecado como si fuera la maldición misma
y viceversa. He aquí ésta clara confusión en el testimonio de alguien que
dice haber estado bajo influencia de tales maldiciones:
Muchos de nuestros problemas de pecado se remontan a
los días de nuestra niñez, sin embargo, una gran parte de nuestros problemas
de pecado son actualmente heredados de nuestros padres a través de un
fenómeno conocido como ‘maldiciones generacionales’. Mi propia familia sufre
de la maldición generacional de la pobreza hasta el punto que, aun a pesar de
la aparente prosperidad de mis padres, ellos todavía se quejan de nunca tener
suficiente dinero para pagar sus cuentas – ¡tales maldiciones se remontan
hasta mis abuelos! Esto es, de hecho, la razón porque la pobreza fue un gran
problema para mí durante el Segundo Viento. Las maldiciones generacionales pueden ciertamente
llevar al desarrollo de pecados profundamente enraizados en nuestras vidas, y la
liberación milagrosa de las maldiciones generacionales son la clave para el
arrepentimiento y la liberación de ciertos pecados. Yo sé que he ciertamente recibido liberación de la maldición
generacional de la pobreza a través del Segundo Viento de la Bendición de
Toronto. Liberación de las maldiciones generacionales a menudo puede envolver
el perdón de nuestros abuelos y tatarabuelos, y podemos ser llevados a arrepentirnos
en el lugar de nuestros antepasados para así romper la maldición. Mayormente,
las raíces de nuestras maldiciones generacionales son reveladas a nosotros
por medio de la revelación directa del Espíritu Santo – ciertamente aun más
desde que abrazamos la Bendición de Toronto. [énfasis añadido]
Este error es
muy peligroso porque puede llevar a la persona a concluir que en realidad el
pecado que comete no es ‘su pecado’ sino el pecado que ha
heredado de sus antepasados. Tal cosa es hacer a Dios mentiroso. La raza
humana está en condenación a consecuencia del pecado de Adán, pero cada
persona tendrá que dar cuenta a Dios por su pecado, no el de sus padres.
1
Juan 1
10 Si dijéremos que no hemos pecado, lo hacemos á él
mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
‘Visitar la iniquidad’ no significa
que el pecado sería transferido de generación en generación sino que ‘el castigo ó consecuencia por el pecado’, sería transferido de generación a generación PERO existe una condición
y sigue diciendo "…de
aquellos que me odian."(Éxodo 20:5.) Es decir de
los que continuaban apartados de Dios. Cuando alguien se apartaba del pecado
y no seguía los pasos de sus antepasados, entonces la bendición de Dios
estaba disponible,
"…hasta mil generaciones" (Éxodo 20:6), queriendo indicar, eternamente, mientras se obedecía a Dios.
Hace falta
aclarar en este punto que la conducta 'externa'
de los padres tiene influencia sobre los hijos, por eso la Biblia nos ordena
"instruye al niño en su camino y
cuando sea viejo no se apartará de él" (Proverbios 22:6; Efesios
6:4). Sin duda, el ejemplo de los padres, ya sea bueno o malo de afecta los
hijos; pero eso está muy lejos de decir que los pecados y demonios son
heredados o traspasados por vía genética y/ o reproductiva.
El tercer error tiene que
ver con cambiar a Dios por Satanás. Por eso le enseñan a sus seguidores a
orar así:
"Yo cancelo toda maldición que Satanás y sus
obreros hayan puesto sobre mi…".
Atribuyen la
obra de maldición al diablo cuando la Biblia claramente dice que es Dios
mismo quien pone el castigo:
"…porque
yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito
la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y
sobre los cuartos, á los que me aborrecen…"
Claramente: ¡No es Satanás quien está en control y quien maldice
y castiga la iniquidad, es Dios mismo quien lo hace! Aun si Satanás quisiera maldecir a los hijos de Dios, no puede hacerlo
si Dios mismo no los maldice primero. Eso es exactamente lo que pasa, es Dios
quien está en control aun de las acciones de los enemigos de sus hijos.
En el caso de Barác cuando pedía a Balaán que maldijera el pueblo de Dios,
este, por tres veces, en vez de maldición pronunciaba bendición…
Números
22
12 Entonces dijo Dios á Balaán: No vayas con ellos, ni maldigas al
pueblo; porque es bendito.
Números
23
8 ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no
maldijo? ¿Y
por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado? 9 Porque de la cumbre de las peñas lo veré, Y desde
los collados lo miraré: He aquí un pueblo que habitará confiado, Y no será
contado entre las gentes. 10 ¿Quién contará el polvo de Jacob, O el número de
la cuarta parte de Israel? Muera mi persona de la muerte de los rectos, Y mi
postrimería sea como la suya. 11 Entonces Balác dijo á Balaán: ¿Qué me has hecho? hete tomado para que
maldigas á mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones. 12 Y él
respondió, y dijo: ¿No observaré yo lo que Jehová pusiere en mi boca para
decirlo?
Deuteronomio
23
5 Mas no quiso Jehová tu Dios oír á
Balaán; y Jehová tu Dios te
volvió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba.
Tal como en
el caso de Barác y Balaán (lea Números 23); Cuando alguien trata de poner
alguna maldición sobre los hijos de Dios, esta maldición es convertida en
bendición por Dios, porque Él cuida de sus hijos y nadie les puede hacer daño
pues él nos ha dado poder sobre el enemigo. Así que la idea de que tenemos
que estar ‘preocupados; por los que nos maldicen y romper tales maldiciones
es tonta siendo que es Dios mismo quien cuida, protege y defiende a sus
hijos.
Lucas
10
18 --Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo
--respondió él--. 19 Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear
serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer
daño.
El
desconocimiento y la confusión, no son solo en el ámbito de los seguidores,
sino que los mismos líderes de estos grupos despliegan gran ignorancia cuando
hablan sobre el tema. Muestran gran falta de educación y propia hermenéutica
ó principios básicos de interpretación bíblica al aplicar versos dirigidos a
una situación particular del Antiguo Testamento a los cristianos que viven
bajo el Nuevo Testamento sin hacer una aplicación propia de los versos
pertinentes en el Nuevo Pacto. Tales declaraciones nos dejan ver claramente
que estas personas, ya sea intencional o ignorantemente, no le dicen al
oyente todo el consejo de la Palabra respecto al tema de las maldiciones y
los castigos generacionales.
¿PORQUE UN CRISTIANO NO PUEDE ESTAR BAJO MALDICIÓN?
La Biblia nos
enseña que los cristianos no pueden ser afectados por las maldiciones. A
continuación presentamos siete razones importantísimas que nos prueban esta
verdad.
El Cristiano no puede estar bajo maldición porque...
1. El que está en Cristo es nueva criatura.
La Biblia es
muy clara en que ‘si alguno está en
Cristo, nueva criatura es’ (Romanos 5:1). Dios ha tomado el pasado de una
persona y lo ha quitado de su cuenta. Es una nueva criatura, una nueva
creación. Esto significa que es como un niño recién nacido. Cuando la Biblia
habla de nuevo nacimiento, se está refiriendo a la posición y condición del
creyente frente a Dios. Este acto de regeneración le da entrada
al individuo al reino de Dios por medio del lavamiento de sus pecados…
Tito
3
4 Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios
nuestro Salvador, 5 él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia
sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la
regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, 6 el cual fue derramado abundantemente sobre
nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador. 7 Así lo hizo para que,
justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos que abrigan la
esperanza de recibir la vida eterna.
El creyente
cuando es salvo, es como un niño recién nacido, sin pecado alguno. Por medio
de la regeneración ‘es lavado’ y ‘es renovado’ por medio del Espíritu
Santo, el cual es derramado abundantemente sobre él o ella.
2. Está en paz con Dios.
El pecador
está en guerra con Dios, pero cuando la persona viene a Cristo, entonces ésta
tiene paz con Dios. Jesús dijo:
Juan
14
26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas
las cosas que os he dicho. 27 La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo
la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
¿Qué es eso
de que Cristo puede dar una paz la cual el mundo no puede dar? Esto significa
que esta paz es "paz con Dios".
Los creyentes tienen esa paz. Esto es importante en este tema porque
estos maestros enseñan que la maldición llega a la persona de parte de
Satanás, sin embargo, la Biblia dice que es Dios quien pone la persona bajo
maldición como castigo por su iniquidad.
Romanos
5
1 JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:
Si el
creyente está en paz con Dios, habiendo sido declarado ‘justo’; entonces no hay razón alguna para que Dios le ponga bajo
maldición por su pecado.
Romanos
5
9 Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con
cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios!
Por cuanto el
creyente está en paz con Dios y no en guerra ó rebelión contra él, no puede
llevar las consecuencias por el pecado, ni temporales ni eternas, aun cuando
de alguna forma u otra peque. Esto nos lleva al próximo punto…
3. Está libre de ‘las consecuencias’ del pecado
Dios es un
Dios que castiga el pecado. Cuando Cristo murió en la cruz, él pagó por
nuestros pecados, Dios no simplemente olvidó el pecado sino que ‘el mismo’, en la persona de Cristo,
castigó nuestros pecados.
Isaías
53
4 Ciertamente llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado,
por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él; y por su llaga fuimos nosotros curados.6 Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Cuando la
Biblia habla de castigo por el pecado, este tiene un significado distinto al
de la disciplina. La ‘disciplina’
viene con amor para corrección y restauración, pero la ira viene con odio
para condenación y destrucción. El creyente del Nuevo Testamento está en
una posición distinta al creyente bajo la Ley en el sentido que no tiene que
cargar con las consecuencias negativas del pecado, (mas adelante veremos
porque)…
Hebreos
12
5 Y estáis ya olvidados de la exhortación
que como con hijos habla con vosotros, diciendo: Hijo mío, no menosprecies el
castigo del Señor, Ni desmayes cuando eres de él reprendido. 6 Porque el
Señor al que ama castiga, Y azota á cualquiera que recibe por hijo. 7 Si
sufrís el castigo, Dios se os presenta como á hijos; porque ¿qué hijo es
aquel á quien el padre no castiga? 8 Mas si estáis fuera del castigo, del
cual todos han sido hechos participantes, luego sois bastardos, y no hijos. 9
Por otra parte, tuvimos por castigadores á los padres de nuestra carne, y los
reverenciábamos, ¿por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los
espíritus, y viviremos? 10 Y aquellos, á la verdad, por pocos días nos
castigaban como á ellos les parecía, mas éste para lo que nos es provechoso,
para que recibamos su santificación.
La maldición
implica que la ira de Dios está sobre la persona, algo que es natural para el
no creyente, el que NO ES hijo de Dios, pero el creyente ya no está bajo la
ira de Dios…
Efesios
2:3
Entre los cuales todos nosotros también
vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad
de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, también como los demás.
Nótese que
Pablo usa el verbo en tiempo ‘pasado’
no presente. ‘Éramos hijos de ira’ ya no lo somos.
Efesios
5:6
Nadie os engañe con palabras vanas;
porque por estas cosas viene
la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
¡Los hijos de
desobediencia son los pecadores, nunca los cristianos!
Colosenses
3:6
Por las cuales cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de
rebelión.
Los pecadores
que están sin Cristo, y desobedecen al evangelio, están bajo ira de Dios y
nosotros ‘éramos’ en tiempo
pasado, hijos de ira, hijos de desobediencia, hijos de rebelión, etc.; pero
ya no lo somos. Ahora somos ‘amados
de Dios’.
Juan
3
18 El que en él cree, no es condenado; mas el que no cree, ya es condenado, porque no
creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Así que el
que cree, por la misma declaración de la Escritura "no está en condenación" lo cual es la consecuencia del
pecado…
Salmos
32
1 BIENAVENTURADO aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y
borrados sus pecados.2 Bienaventurado el hombre á quien no imputa Jehová la
iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay superchería.
Por eso somos
bienaventurados porque tenemos paz con Dios y nuestro pecado ¡no se nos tiene
en cuenta!
4. ¡Dios ha establecido que no será más!
El cristiano
no puede estar bajo "maldición
generacional" porque Dios mismo declaró que eso sería cosa del
pasado. Los hijos no han de pagar más por los pecados de los padres.
Dios había
establecido cuando introdujo EL VIEJO
PACTO con su pueblo que los hijos y nietos pagarían las consecuencias de
los pecados e iniquidad de los padres, hasta la tercera y cuarta generación,
sin embargo profetizó de que algo distinto ocurriría dentro de Israel después
que volvieran del cautiverio al que habían sido llevados a causa de la suma
de todos sus pecados:
Ezequiel
18 (NVI)
1
El Señor me dirigió la palabra: 2 « ¿A qué viene tanta repetición de este proverbio
tan conocido en Israel: Los padres comieron uvas agrias, y a los hijos se les
destemplaron los dientes? 3 Yo, el Señor omnipotente, juro por mí mismo
que jamás se volverá a repetir este proverbio en Israel. 4 La persona que
peque morirá. Sepan que todas las vidas me pertenecen,
tanto la del padre como la del hijo. 5 »Quien es justo practica el derecho y
la justicia; 6 no participa de los banquetes idolátricos en los cerros, ni
eleva plegarias a los ídolos malolientes de Israel. No deshonra a la mujer de
su prójimo, ni se une a la mujer en los días de su menstruación. 7 No oprime
a nadie, ni roba, sino que devuelve la prenda al deudor, da de comer al
hambriento y viste al desnudo. 8 No presta dinero con usura ni exige
intereses. Se abstiene de hacer el mal y juzga imparcialmente entre los
rivales. 9 Obedece mis decretos y cumple fielmente mis *leyes. Tal persona es
justa, y ciertamente vivirá. Lo afirma el Señor omnipotente. 10 »Pero bien
puede suceder que esa persona tenga un hijo violento y homicida, que no siga
su ejemplo 11 y participe de los banquetes idolátricos en los cerros; que
deshonre a la mujer de su prójimo, 12 oprima al pobre y al indigente, robe y
no devuelva la prenda al deudor, y eleve plegarias a los ídolos e incurra en
actos repugnantes; 13 que, además, preste dinero con usura y exija intereses.
¿Tal hijo merece vivir? ¡Claro que no! Por haber incurrido en estos actos
asquerosos, será condenado a muerte, y de su muerte sólo él será responsable.
14 »Ahora bien, ese hijo podría a su vez tener un hijo que observa todos los
pecados de su padre, pero no los imita, 15 pues no participa de los banquetes
idolátricos en los cerros, ni eleva plegarias a los ídolos malolientes de
Israel, ni deshonra a la mujer de su prójimo; 16 no oprime a nadie, no roba,
devuelve la prenda al deudor, da de comer al hambriento y viste al desnudo;
17 se abstiene de hacer el mal, no presta dinero con usura ni exige
intereses; cumple mis leyes y obedece mis decretos. Un hijo así no merece
morir por la maldad de su padre; ¡merece vivir! 18 En cuanto a su padre, que
fue un opresor, que robó a su prójimo y que hizo lo malo en medio de su
pueblo, ¡morirá
por su propio pecado!
Jeremías
31
28 Y así como he estado vigilándolos para
arrancar y derribar, para destruir y demoler, y para traer calamidad, así
también habré de vigilarlos para construir y plantar afirma el Señor. 29
En aquellos días no volverá a decirse:»Los padres comieron uvas agrias, y a
los hijos se les destemplaron los dientes. 30 Al contrario, al que coma uvas agrias se le destemplarán los
dientes, es decir, que cada uno morirá por su propia iniquidad.
Usted se
estará preguntando ¿si Dios dice que no será más, no significa eso que en un
tiempo sí fue? La pregunta es válida y puede ser vista desde por lo menos dos
puntos de vista. Primero es lo que “se decía”. Desde el principio es un trato con Israel, Dios
declaró en su ley a Israel que cuando se administrara la justicia en su
tierra, la culpa y la consecuencia por el pecado de cada cual sería suya.
Leemos:
Deuteronomio 24:16
Los padres no morirán por sus
hijos, ni los hijos morirán por sus
padres; cada uno morirá por su propio pecado.
Sin embargo,
Dios se reserva el derecho a castigar la nación completa por los pecados
amontonados de un pueblo no arrepentido (ver Números 14:1; Deuteronomio.
5:9). Los textos en cuestión dicen que “no se dirá más…no volverá a decirse…”; el proverbio se había
repetido en Israel, particularmente en su cautividad babilónica por las
tribus de Judá y Benjamín quizás como queriendo limpiarse a sí mismos
diciendo que solamente estaban recibiendo el castigo por los pecados que sus
padres habían cometido pero que ellos no eran culpables. La segunda forma de
ver el texto es en relación con las claras amenazas que Dios hizo al pueblo
de Israel en Éxodo 20:5, 34:7; Levítico 26. Cuando leemos el libro de
Daniel, el mismo profeta se habla de la relación al exilio del pueblo de
Israel por setenta años en Babilonia. Al final de este periodo, en su
oración a Dios, Daniel se expresa de manera que reconoce que la maldad de sus
antepasados (y los de ellos) había traído consecuencias al pueblo:
Daniel 9:16 Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia,
apártese ahora tu ira y tu furor de tu ciudad, Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados y de
las iniquidades de nuestros padres,
Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean.
Al hacer esta
oración, Daniel está llenando el pre-requisito establecido por Dios mismo
antes de que ellos pudiesen volver a ocupar la tierra prometida. Debían
de “confesar su iniquidad y la de sus antepasados…”:
Levítico 26:40-42 "Si
confiesan su iniquidad y la iniquidad de sus antepasados, por las
infidelidades que cometieron contra mí, y también porque procedieron con
hostilidad contra mí 41 (yo también procedía con hostilidad contra
ellos para llevarlos a la tierra de sus enemigos), o si su corazón
incircunciso se humilla, y reconocen sus iniquidades, 42 entonces yo me
acordaré de mi pacto con Jacob, me acordaré también de mi pacto con Isaac y
de mi pacto con Abraham, y me acordaré de la tierra.
En su
oración, Daniel, aunque era hombre justo y temeroso de Dios se identificó
moralmente con el pecado de su pueblo y de sus padres tal como lo requería
Dios antes de traerlos de vuelta a la tierra prometida. Los libros de Esdras
y Nehemías relatan el retorno y la reconstrucción del pueblo a la tierra.
Sea cual sea la interpretación que se le quiera dar
a Ezequiel 18, lo cierto es que Dios dice que “nunca más” habrá razón
para decir que los hijos pagan o reciben las consecuencias por los pecados de
los padres o antepasados. No existe base bíblica hoy día para estar
confesando los pecados de nuestros antepasados y pidiendo perdón a Dios por
ellos. Al contrario, Dios deja muy claro que “cada cual morirá por su propio pecado” y “el alma que pecare esa morirá”.
El hacer oraciones de arrepentimiento de culpa por otros que no sean nuestros
es desobediencia a Dios y una acción totalmente contraria a lo que Dios mismo
ha establecido en su Palabra. Como veremos en la próxima sección, el
pasaje de Jeremías es de gran importancia porque habla de “aquellos días” los cuales son los
días del Nuevo Pacto el cual sería establecido con Israel y Judá (Jeremías
31:31). Ese Nuevo Pacto fue establecido por Cristo en la cruz (Mateo
26:28; Marcos 14:24) y por lo tanto es durante el tiempo presente que
nosotros los cristianos que vivimos bajo el Nuevo Pacto podemos
identificarnos con esa promesa de que los hijos no pagan las consecuencias de
los pecados de sus padres:
Jeremías 31:29 En
aquellos días no dirán más: "Los padres comieron uvas agrias, y los
dientes de los hijos tienen dentera", 30 sino que cada cual por su
propia iniquidad morirá; los dientes de todo hombre que coma uvas agrias
tendrán dentera…
5. ¡El Cristiano está bajo un Nuevo Pacto!
Dios se
relaciona con el hombre por medio de Pactos. Cuando Dios puso a Adán en el
huerto del Edén, estableció un Pacto con él, cuando salvó a Noé con su
familia, hizo pacto con Noé, cuando llamó a Abraham, hizo pacto con él,
cuando llamó a su pueblo de Egipto, hizo pacto con ellos, cuando llamó la
Iglesia, hizo pacto con ella. La Biblia nos declara que cuando el pecado
abunda, la Gracia sobreabunda, esta es la verdad del Nuevo Pacto.
El Antiguo
Pacto era condicional a la obediencia del hombre. Si este desobedecía,
recibía las consecuencias negativas del pacto y la ira de Dios venía sobre
él.
Deuteronomio
11:25 Nadie podrá hacerles
frente. Por dondequiera que vayan, el Señor su Dios hará que todo el mundo
sienta miedo y terror ante ustedes, como se lo ha prometido. 26 »Hoy les doy
a elegir entre la bendición y la maldición: 27 bendición, si obedecen los mandamientos que yo,
el Señor su Dios, hoy les mando obedecer; 28 maldición, si desobedecen los mandamientos del Señor su Dios y se apartan del camino
que hoy les mando seguir, y se van tras dioses extraños que jamás han
conocido.
Bajo el Nuevo
Pacto, el hombre está representado por Cristo, quien hace que las condiciones
del pacto sean cumplidas en su totalidad, por eso el hombre es libertado de
las consecuencias negativas (la maldición divina) del pecado, pues esta
maldición fue puesta por Dios sobre Jesús en la cruz.
HOY estamos en el Nuevo Pacto bajo la
Gracia. Dios está salvando su pueblo y no tomándoles en cuenta a sus hijos
sus pecados. Ya no estamos bajo la ley, la ley ha quedado atrás para el
creyente. Él ha sido justificado en la sangre de Cristo. Cristo cumplió, por
su pueblo, TODOS los requisitos de
obediencia y TODAS las
consecuencias negativas del pecado que la ley eterna de Dios exige.
Así que es
muy importante que entendamos que la condenación / sentencia establecida por
Dios que decía que el hijo pagaría el pecado del padre ha quedado en el pasado CON LA LEY. Dios declara en la Biblia todo lo contrario a lo que esta teoría
promueve. Ya Dios no está castigando la maldad de los padres en los hijos. No
hay condenación para los que están en Cristo. ¡Eso se acabó en la cruz! con la confirmación del NUEVO PACTO bajo la gracia:
Jeremías
31 (NVI) 29 En aquellos días no volverá a
decirse: »Los padres comieron uvas agrias, y a los hijos se les
destemplaron los dientes. 30 Al
contrario, al que coma uvas agrias se le
destemplarán los dientes, es decir, que cada uno morirá por su propia
iniquidad. 31 »Vienen días afirma el Señor en que HARÉ UN NUEVO PACTO CON EL PUEBLO DE ISRAEL Y CON LA TRIBU DE JUDÁ 32
No será un pacto como el que hice con sus antepasados el día en que los tomé
de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos lo quebrantaron a pesar de que
yo era su esposo afirma el Señor. 33 »Éste es el pacto que después de aquel
tiempo haré con el pueblo de Israel afirma el Señor: Pondré mi *ley en su
*mente, y la escribiré en su *corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi
pueblo. 34 Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su
hermano: ¡Conoce al Señor!, porque todos, desde el más pequeño hasta el más
grande, me conocerán afirma el Señor. Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me
acordaré de sus pecados.»
El problema
para estas personas que enseñan que los cristianos tienen que ser librados de
maldiciones generacionales, es que Dios mismo dice que BAJO EL NUEVO PACTO, no sería más así. Por esto, tienen que por
obligación, tomar al creyente y ponerlo de nuevo bajo el yugo de la ley,
echando a un lado la gracia y volviendo a las obras. Cuando Cristo vino, Él
estableció UN NUEVO
PACTO con su pueblo…
Hebreos
8 7 Porque si aquel primero fuera sin
falta, cierto no se hubiera procurado lugar de segundo. 8 Porque reprendiéndolos dice: He aquí
vienen días, dice el Señor, Y consumaré para con la casa de Israel y para con
la casa de Judá un nuevo pacto; 9 No como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto:
Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y
yo los menosprecié, dice el Señor. 10 Por lo cual, este es el pacto que
ordenaré á la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Daré
mis leyes en el alma de ellos, Y sobre el corazón de ellos las escribiré; Y
seré á ellos por Dios, Y ellos me serán á mí por pueblo: 11 Y ninguno
enseñará á su prójimo, Ni ninguno á su hermano, diciendo: Conoce al Señor:
Porque todos me conocerán, Desde el menor de ellos hasta el mayor. 12 Porque
seré propicio á sus injusticias, Y de sus pecados y de sus iniquidades no me
acordaré más. 13 Diciendo, Nuevo pacto, dio por viejo al primero; y lo que
es dado por viejo y se envejece, cerca está de desvanecerse.
Mateo
26/ Lucas 22: 27 Y tomando el vaso, y hechas gracias, les
dio, diciendo: Bebed de él todos; 28 Porque esto es mi sangre del NUEVO PACTO, la cual
es derramada por muchos para remisión de los pecados. 29 Y os digo, que desde ahora no beberé más de este
fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros
en el reino de mi Padre.
Apocalipsis
1:4 Juan á las siete iglesias
que están en Asia: Gracia sea con vosotros, y paz del que es y que era y que
ha de venir, y de los siete Espíritus que están delante de su trono; 5 Y de
Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y príncipe de los
reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados
con su sangre, 6 Y nos ha hecho reyes y sacerdotes para
Dios y su Padre; á él sea gloria é imperio para siempre jamás. Amén.
Ninguno,
puede decir HONESTAMENTE delante
de Dios que lo que está sufriendo en el presente es por consecuencia ‘de
maldición’ por los pecados de sus antepasados, ¡NADIE! Dios mismo
dice que no será mas así EN EL NUEVO
PACTO. El predicar, creer y afirmar tales cosas es hacer a Dios
mentiroso. Lo cierto es que nadie puede decir que vive una vida de adulterios
porque lo heredó de sus antepasados. La obra de la cruz de Cristo fue una
obra completa. Como ya hemos dicho y vale la pena repetir, Cristo llevó
nuestra culpa y sufrió nuestro castigo. Si, él sufrió en nuestro lugar, por eso no hay condenación para nosotros que estamos en
Cristo Jesús.
Gálatas
3:12 La ley también no es de la fe; sino, El
hombre que los hiciere, vivirá en ellos. 13 Cristo nos redimió de la maldición de
la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito
cualquiera que es colgado en madero:) 14
Para que la bendición de Abraham fuese sobre los Gentiles en Cristo Jesús;
para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu.
Ya no hay más
maldición para los cristianos. Pues la paga por su pecado ha sido satisfecha
en la cruz donde Cristo mismo estableció para nosotros UN NUEVO PACTO de relación con Dios por medio de su sangre.
6. ¡Está bendecido con toda bendición de parte de Dios!
Además de NO estar bajo maldición, ya que
Cristo mismo fue hecho maldición por nosotros, los cristianos están
bendecidos con toda bendición espiritual. La razón por la que Cristo
estableció un NUEVO PACTO fue para
que la bendición llegase a nosotros….
1
Corintios 10: 15 Como á sabios hablo; juzgad vosotros lo
que digo. 16
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de
Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión
del cuerpo de Cristo?17 Porque un pan, es que muchos somos un cuerpo; pues
todos participamos de aquel un pan.
Gálatas
3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la
ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito cualquiera
que es colgado en madero:) 14 Para que la bendición de Abraham fuese sobre los
Gentiles en Cristo Jesús;
para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu.15 Hermanos, hablo como
hombre: Aunque un pacto sea de hombre, con todo, siendo confirmado, nadie lo
cancela, ó le añade.
Efesios
1:2 Gracia sea á vosotros, y
paz de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesucristo. 3 Bendito el Dios y Padre
del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda bendición
espiritual en lugares celestiales en Cristo: 4 Según nos escogió en él antes de la fundación del
mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor;
Ahora, es
imposible que estemos bendecidos y maldecidos a la misma vez. Bajo la ley de
Moisés, las
maldiciones y las bendiciones eran posiciones ‘mutuamente exclusivas’, hoy
todavía lo son. Así que si el creyente está bendecido (perdonado)
por Dios, es imposible que al mismo tiempo, pueda estar maldecido
(condenado).
7. ¡Es familia
de Dios!
Los creyentes no pueden estar bajo maldición porque su relación con Dios
no lo permite. Dios nos ha hecho parte de su familia, adoptándonos como hijos
suyos.
Efesios
1:4 Según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en
amor; 5 Habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo, según el puro afecto de su voluntad, 6 Para alabanza de la gloria de su
gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado:
Los
cristianos son adoptados por Dios y son herederos de todas las bendiciones
que Él ofrece y también están en posición favorable y son santificados por
Él. Además de estar santificados, sus hijos naturales de los creyentes
también están en relación de pacto con Dios y son santificados y libres de
maldición, pues son hijos del pacto y son santificados aun cuando uno de los
cónyuges sea no creyente…
I
Corintios 7:12 A los demás les digo yo (no es
mandamiento del Señor): Si algún hermano tiene una esposa que no es creyente,
y ella consiente en vivir con él, que no se divorcie de ella. 13 Y si una
mujer tiene un esposo que no es creyente, y él consiente en vivir con ella,
que no se divorcie de él. 14 Porque el esposo no creyente ha sido santificado
por la unión con su esposa, y la esposa no creyente ha sido santificada por
la unión con su esposo creyente. Si así no fuera, sus hijos serían impuros,
mientras que, de hecho, son santos.
¿QUIÉN ESTA BAJO MALDICIÓN?
Primeramente
el Diablo. En Génesis 3:14-15 Dios maldijo a la serpiente que es
Satanás:
Génesis
3:14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales
del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
En segundo
lugar y como consecuencia, todos los que están bajo el dominio del Diablo son
malditos juntamente con él. Los únicos que están bajo maldición son los
que no han nacido de nuevo por medio de la obra LIBERADORA del Espíritu Santo. Están bajo la maldición de Adán, y
todo el peso de la Ley, y su fin es el infierno ardiendo. Todo el que
no está en Cristo siendo así libre de condenación y de maldición está en Adán
y por lo tanto está en condenación, muerte y maldición (Romanos 5).
Mateo
25: 40 El Rey les responderá: 'Les aseguro que
todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo
hicieron por mí.' 41
"Luego dirá a los que estén a su izquierda: Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo
y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y ustedes no me
dieron nada de comer; tuve sed, y no me dieron nada de beber;
Ningún
maldito tendrá entrada al reino celestial de Cristo. Así que esta teoría de
ser cierta pone un gran peso sobre la comunidad cristiana en general y crea
duda acerca de la salvación de aquellos cristianos que han vivido y muerto en
pobreza, problemas, enfermedades, dificultades y adversidades de todo tipo
sin siquiera saber que estaban bajo maldición. Entonces no tienen esperanza
alguna ni entrada alguna al cielo, aunque creían en Cristo.
Salmos
37: 22 Porque los benditos de él heredarán la tierra; Y los malditos de él serán talados.
Si algún ‘llamado cristiano’ dice estar bajo
maldición, esta persona no necesita pronunciar oraciones ni ponerse bajo el
ministerio de liberación de ninguna persona, necesita arrepentirse de todo
corazón, reconocer SU pecado ante
Dios y poner sobre él su carga. Este es el problema que tienen los
predicadores de esta teoría, prefieren decirle a sus seguidores que son
salvos pero que siguen siendo malditos, en vez de predicarles el evangelio de
salvación para que sean salvos.
El problema
además parece estar centrado en la ambición terrenal y los bienes materiales.
Dios dice que debemos buscar las cosas de arriba y todo lo demás nos será
añadido…
Mateo
6: 19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín
corrompen, y donde ladronas minan y hurtan; 20 Mas haceos tesoros en el
cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni
hurtan: 21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro
corazón.22 La lámpara del cuerpo es el ojo: Así
que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso: 23 Mas si tu ojo
fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso. Así que, si la lumbre que en ti
hay son tinieblas, ¿cuántas serán las mismas tinieblas?24 Ninguno puede
servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se
llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón.25 Por tanto os digo: No os congojéis por
vuestra vida, qué habéis de comer, ó que habéis de beber; ni por vuestro
cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo
que el vestido?26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni
allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois
vosotros mucho mejores que ellas?27 Mas ¿quién de vosotros podrá,
congojándose, añadir á su estatura un codo?28 Y por el vestido ¿por qué os
congojáis? Reparad los lirios del campo, cómo
crecen; no trabajan ni hilan;29 Mas os digo, que ni aun Salomón con toda su
gloria fue vestido así como uno de ellos.30 Y si la hierba del campo que hoy
es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más á
vosotros, hombres de poca fe?31 No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos,
ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos?32 Porque los Gentiles buscan todas
estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis
menester.33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas
os serán añadidas.34 Así que, no os congojéis por el día de mañana; que el
día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán.
CONCLUSIÓN
La Biblia,
especialmente en todo el Nuevo Testamento, no nos ofrece indicativo alguno ni
por ejemplo, ni por orden, ni por advertencia, ni por implicación de que los
cristianos nacidos de nuevo han estado, están o estarán alguna vez bajo el
poder de alguna maldición; por lo tanto, se debe rechazar tal idea y doctrina
como falsa y en contra de la Palabra de Dios.
La Iglesia debe
centrar sus fuerzas en la predicación del Evangelio, resistiendo al diablo en
su ataque por medio de la esperanza en Dios, la fe, la oración y vidas puras
con obras dignas de arrepentimiento. "Porque EL EVANGELIO ES PODER DE DIOS PARA SALVACIÓN" (Romanos
1:16) Por lo tanto si el evangelio no puede salvar a una persona del poder de
la maldición del pecado, nada lo podrá hacer.
¡AMEN!
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario