miércoles, 19 de febrero de 2014

LA ORDENACIÓN DE UN MINISTRO

                          LA ORDENACIÓN DE UN MINISTRO


En las iglesias, en sus diferentes denominaciones, la Ordenación de un ministro se practica en forma diferente. En algunas congregaciones la ceremonia es algo opcional ya que puede ser en privado e informal, pero el sentido está presente. Es en una ceremonia, sea formal o informal, donde se introduce a un hombre al ejercicio del ministerio espiritual. Algunos lo llaman “las ordenes sagradas”; otros, “el santo ministerio”; otros “el ministerio pastoral”; otros simplemente “el pastorado”.


Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento encontramos antecedentes de la ordenación. El verbo “ordenar” proviene del latín “ordinare” que significa “arreglar”, “poner en orden”. Con el tiempo vino a significar “designar o nombrar para un cargo”.

Es necesario saber que hay muchos vocablos que pueden ser traducidos por el verboordenar”. “Titemi” que se traduce por “poner”, “nombrar o designar a alguien para algo (Juan 15:16); “katistemi” que se traduce por “establecer” para un cargo vitalicio (Tito 1:5; Hebreos 5:1, 8:3); “tasso” se traduce por “estar ordenado” (Hechos 13:48), este vocablo tiene que ver con órdenes militares; “diatasso” que se traduce por “ordenar”, “disponer” (Hechos 9:14, 10:42, 17:31); “cheirotoneo” que se traduce “constituyeron” ancianos (Hechos 14:23), que literalmente significa “estirar las manos”.  Esto nos muestra que este concepto es bien amplio, por tanto, tiene un amplio respaldo bíblico y teológico.

ESCUELA DOMINICAL

                                                     LOS PROFETAS MENORES
                                                                         AMÓS
                                                       Capítulo 8
Vv. 1-3. El Señor le muestra al profeta un canastillo de frutas maduras, muy pasadas de punto que ya no resulta sano comérselas y con ello le ilustra la situación del pueblo de Israel. Habían llegado al colmo; el Señor proclama “Ha venido el fin sobre mi pueblo Israel; no lo toleraré más”. Habrá muchos muertos que serán sepultados en el silencio y en el anonimato y los que cantan alegremente en el templo empezarán a gemir a causa de la tragedia.
Vv.4-10. El profeta ataca el fraude en el comercio: empleaban medidas más chicas que las del tamaño oficial y utilizaban balanzas falsas. Todo esto se hacía en los comercios sin pensar en los pobres que compraban con sacrificio estos artículos básicos para la comida diaria. Entre los países del Medio Oriente antiguo solamente los hebreos tenían leyes que prohibían el uso de medidas fraudulentas (Levítico 29:35-36; Deuteronomio 25:13-16). Se entiende que un pueblo consagrado  a Dios no debe hacer semejante injusticia a su prójimo, a quien debe amar porque Dios lo manda (Levítico 19; 13-18). Estos versículos demuestran que había un plan premeditado para acabar con los pequeños agricultores y pobres obreros endeudándoles hasta que perdieran sus tierras, sus casas y su independencia, hasta que no les quedara más remedio que venderse a sí mismos o a sus hijos como esclavos (Levítico 25:30-40). Esto no podía quedar impune y Dios lo llevaba muy en cuenta. El Señor no paga cada fin de semana pero sí paga y su paga es justa. Amós dice que Dios ha jurado por sí mismo, (”El orgullo de Jacob”) que no va a pasar por alto los pecados de esta gente que estaba plenamente consciente de lo que hacía.
Amós ya no habla solamente de un ejército humano que va a invadir sus territorios; también habla de un terremoto de grandes proporciones desconocidas hasta entonces “¿No se estremecerá la tierra sobre esto?”.La tierra se va a mover como un río agitado por grandes cascadas. Es más, todo será acompañado por un eclipse de sol. Según los científicos hubo un eclipse parcial de sol, visible en Israel el 15 de junio del 763 a.C. y otro eclipse total el 9 de febrero del 784 a.C.

Vv.11-14. En estos versículos podemos notar la capacidad oratoria del profeta. Según él, el hambre más grande no se satisface con carne y pan. Esa gente tenía todo; no había lujos del Medio Oriente que ellos no pudieran comprar. Pero en su corazón había un espacio tan grande que no se llenaba nunca. Según el profeta,  llegarían al punto de desear escuchar una Palabra genuina que provenga de Dios. Sus profetas y sacerdotes falsos siempre les decían lo que más les agradaba, pero no era la Palabra de Dios. El Señor habla muy duro a veces, pero hay algo que oír la dureza de la Palabra de Dios y es; ¡No oír nada de Él! Esta gente se estaba quedando sola; no sabían qué hacer ni qué dirección tomar y no había ninguna Palabra de Dios para orientarlos. Esta nación, distinta a las demás, se fundó sobre la Palabra del Señor. Dios les había ordenado todo: lo que habían de comer, cómo debían vestirse, los animales que habían de domesticar, cómo debían vivir, cómo debían tratar as sus ancianos, a los enfermos, y a los extranjeros. ¡Y ahora nada! Dios les había retirado su consejo, su enseñanza, su Palabra, dejándolos a su suerte, sin una palabra de orientación. Amasias el sacerdote de Bet-El le había prohibido al profeta Amós predicar la Palabra de Dios en Samaria y Bet-El; y, tristemente, eso fue lo que pasó. ¡¡Dios dejó de hablarles!!

lunes, 10 de febrero de 2014

ESCUELA DOMINICAL

                                                 LOS PROFETAS MENORES
                                                        AMÓS       
                                                     Capítulo 7  
Vv. 1-6. Esta clase de plaga eran de los peores en el Medio Oriente (Ver Éxodo 10:12-15; y Joel 2:1-11). Es más, esta plaga atacó el cultivo después que el pueblo había entregado la primera siega, o sea, lo mejor, para el impuesto al rey para alimentar los caballos de la caballería real.  Amós intercede por el pueblo, no en base a sus méritos, sino debido a su debilidad como nación pequeña y sin recursos. Amós sabía que Dios los había rescatado de la esclavitud (Deuteronomio 7:7) y tenía mucha compasión por las viudas, los huérfanos y los pobres (Éxodo 22:21-27). El término “Arrepintió” de los versículos 3 y 6 (Najam), significa “Desistir, tener compasión, lamentar, cambiar de opinión”. En otras palabras, Dios desiste de aplicar a los israelitas el castigo bien merecido por su compasión como Padre.
Vv. 7-9. La idea es que Dios utiliza una plomada para medir la rectitud del edificio moral y religioso de la nación.; como resultado halló a la sociedad entera inclinada hacia la maldad. El edificio nacional va a caer debido a su inclinación al pecado en todos los niveles de la sociedad. Ante esa realidad el profeta ya no pudo seguir intercediendo; tuvo que resignarse a la sentencia divina: “¡No lo soportaré más!” Dios no pudo pasar por alto un pecado tan grave. Los santuarios y lugares del culto pagano iban a ser destruidos y y terminaría la dinastía de Jeroboam II.

Vv. 10-17. El sumo sacerdote Amasias de Bet-El, envía un emisario al rey para mal informar sobre Amós; Amasias creía que el profeta era una amenaza para el bien público Quizás haya sido por celos o por envidia hacia Amós para haber dicho: “La tierra no puede sufrir sus palabras” Es más, el sacerdote comunica al rey sobre una supuesta conspiración para derrocarlo; además, falsea la información al poner en boca del profeta que haya dicho que el rey moriría por la espada. Lo cierto es que Jeroboam II murió de causas naturales según 2 Reyes 14:29. Amasias se toma ciertas atribuciones, le dice a Amós que vuelva a su tierra y gane su dinero de sus compatriotas de Judá y que ya no profetice en Bet-El porque es “El santuario del rey y capital de su reino”. Como una persona enérgica e independiente como era, Amós le dijo a Amasias que él no era y nunca había sido “un profeta profesional” (1 Samuel 9:6-10; Miqueas 3:5-8, 11), ni tampoco miembro de un gremio  o sindicato de profetas (2 Reyes 2:3;  1 Samuel 10:5; 1 Reyes 22:6). El profeta enfatiza el punto de que él no era pobre; tenía propiedades, cultivos, ganados y otras ocupaciones y no necesitaba lucrar con su ministerio profético. Fue Dios mismo quien lo llamó a profetizar a la nación de Israel y él obedeció. El dialogo entre Amasias y el profeta Amós termina con una descripción del sufrimiento que le esperaba a la familia del sacerdote y una afirmación de la próxima invasión de parte del imperio asirio y el cautiverio de su población, cosa que se cumplió al pie de la letra en menos de 40 años (2 Reyes 17:23; 25:21).-

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                                                LOS PROFETAS MENORES
                                                      AMÓS
                                                  Capítulo 6
Vv.1-6. En la prosperidad existe el peligro de pensar que somos auto-suficientes, que no nos falta nada. Eso es lo que les pasaba a los israelitas; ellos estaban convencidos de que nada les iba a pasar y que iban a vivir para siempre en su pequeño país al lado del mar mediterráneo. Vivían muy tranquilos, confiados en que esa forma de vida iba a durar para siempre; se recreaban, comían y bebían de lo mejor y en abundancia, se vestían y se perfumaban todos los días con los mejores atuendos y los más finos perfumes de la época. ¿Qué podía pasar? El profeta Amós les menciona tres ciudades que iban a ser conquistadas por Asiria. Calne y Hamat eran dos ciudades que estaban como a 180 kilómetros al norte de Damasco; la primera cayó en el año 738 y la otra en el año 720 a.C. Gat era una de las cinco ciudades filisteas y cayó en el 711 a.C. Ninguna de las tres pudo resistir al ejército de Asiria. Los versículos 4-6 nos describen en forma gráfica acerca de la vida lujosa de la alta sociedad de Jerusalén y Samaria. A las personas de esta “clase” no les importaba nada de lo que pasaba en las familias de sus vecinos y hasta de sus propios familiares. Ellos vivían sus vidas de manera egoísta, sin preocuparse por nadie, excepto por ellos mismos.
Vv. 7-8.  El único consuelo que Amós puede ver para el futuro de una sociedad tan corrompida es que sus líderes irán a la cabeza dl triste desfile de cautivos marchando al exilio.
Vv. 9-14. Aquí se describe una epidemia o una catástrofe universal que va a acompañar el sitio de la ciudad. Debido al sitio e los asirios los habitantes no tendrán otro recurso que sacar los cadáveres y quemarlos en las casas o en la plaza pública. En voz baja, uno que tiene esta tarea tan desagradable, pregunta a un sobreviviente si hay más cadáveres adentro. Demostrando sus creencias supersticiosas y temiendo que este va a decir; “¡No, gracias a Jehová!”, le acorta la conversación  porque teme que aún la mención del nombre personal de Dios podría causar más maldición sobre la ciudad. Con ello está reconociendo que todo lo que ha ocurrido es el juicio bien merecido de Dios. Se ve que además de la guerra esperan un terremoto como otro aspecto del juicio divino sobre Samaria (V. 11). En el versículo 8 se indica el orgullo de los dirigentes, orgullo basado en los palacios que ellos han construido con el sudor de los pobres. Con el juicio divino, el Señor rechaza totalmente tal soberbia y el orgullo y la magnificencia de sus palacios. Es más, Israel se jactaba de haber adquirido el poder con su propia fuerza. Se jactaban de haber colocado sus fronteras de nuevo en los límites establecidos por David (2 Reyes 14:25). Jeroboam II había podido recuperar el territorio que Israel había perdido anteriormente al este del Jordán. El profeta Amós menciona la futilidad de esta “hazaña” pues el pueblo le había dado la espalda al Señor Dios Todopoderoso, por lo que les anuncia que una nación poderosa va a quitarles todo desde el norte (Hamat), hasta el sur (El arroyo del Arabá). Israel se jactaba, como muchas personas, diciendo;” Nadie jamás me ha dado nada; todo lo que tengo lo he adquirido con mis propias fuerzas”.  Frente a tal clase de egoísmo, la única opción que le queda a Dios es quitarles todo.-


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                                       LOS PROFETAS MENORES
                                                                                  AMÓS
                                                             Capítulo 5
Vv. 1-3. El profeta llama la atención de sus oyentes con un canto fúnebre sobre la nación empleando una metáfora; la de una virgen que murió siendo jovencita. Las personas  lo escuchaban atentamente para saber quien había muerto en su ciudad. ¡Enorme sorpresa se llevaron cuando Amós dijo que era la nación entera! !Israel ni siquiera había cumplido 200 años de vida nacional, y según Amós, su suerte ya había sido determinado¡. Algo de consuelo le queda al profeta el saber que un remanente va a sobrevivir el juicio divino sobre Israel. Aunque muchos habrán muerto, el diez por ciento perdurará para llevar la misión eterna de la nación.
Vv. 4-5. Amós le da un significado más profundo a la palabra “Buscar”. La idea es conocer personalmente a Dios, no solamente buscar sus favores materiales. Dios deseaba que lo buscasen como su Padre Celestial, y no solamente como el que concede favores y bendiciones especiales a sus hijos; en este contexto, “Vida” no significa “Existencia” sino la posesión de plena vitalidad, salud, buen nombre y prosperidad (Ver Deuteronomio 8:1)
Vv. 8-9. Este es un himno que resalta el poder de Dios,  tanto en la creación y en el mantenimiento del universo, como también ejercer este poder  para castigar a los pueblos que no lo reconocen como tal. El es el Creador de las estrellas y las grandes constelaciones y Administrador del horario del día y la noche (Ver Job 9:9; 38:31). ¡Jehová es su Nombre!
Vv. 10-15. Amós ataca duramente a los jueces que se dejaban comprar y que abusaban de su posición en la administración de la justicia. Estos jueces rechazaban la credibilidad de los testigos  y de todos los que decían la verdad. El noveno mandamiento dice:”No darás falso testimonio contra tu prójimo” (Éxodo 20:16) y su cumplimiento era esencial en la administración de la justicia, pero en Samaria era todo lo contrario: El juez más propenso al soborno era el más estimado. Según Deuteronomio 23:19 cobrar tributo sobre el trigo no era permitido. A pesar de esta ley los ricos se aprovechaban de los pobres cobrando tributo del grano que tenían para dar de comer a sus familias. Con su ganancia ilícita los nuevos ricos construyeron sus casas lujosas. El recibir soborno estaba prohibido por la Palabra de Dios, pero los jueces estaban siempre listos para esta práctica recibiéndola de cualquiera; estaban siempre dispuestos a que los pobres perdieran siempre su causa en los tribunales. El Señor vio estos actos tan inhumanos y los llamó pecados y rebeliones prometiendo pasar en medio del pueblo para castigar conductas tan contrarias a su Palabra.  El profeta introduce nuevamente el tema del Día de Jehová, pues, muchos anhelaban que llegue ese día porque desconocían su real significado. Amós les da una breve pero precisa aclaración y les orienta  a que deseen mejor que “…corra el juicio derecho como agua y la justicia como arroyo permanente”, es decir, que penetre  a todos los niveles de la sociedad  y a cada institución del estado. El pecado, tanto individual como colectivo, ha servido para como una represa maligna que impide el libre movimiento de la justicia en medio de la sociedad. Israel era una nación religiosa, pero “SU” religión le empujaba hacia los ídolos y producía en ellos insensibilidad hacia el prójimo. Olvidaban por tanto o más esencial: que las ceremonias religiosas carecen de valor si los que las realizan olvidan la justicia y la honradez en su trato con sus semejantes.











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EVANGELIO DE JUAN-ESTUDIO BÍBLICO (13)

                                                     EVANGELIO DE JUAN    
 Capítulos 20-21
La palabra “EVANGELIO” significa “buenas noticias” o “alegres nuevas”.  Hemos estado estudiando el EVANGELIO según Juan. Al llegar al final del capítulo 19 de Juan vimos que Jesús murió realmente, que Su cuerpo sin vida fue depositado en el sepulcro del huerto (Juan 19:33-42). Si el EVANGELIO de Juan hubiera terminado con el capítulo 19, no habría EVANGELIO. No habría BUENAS NOTICIAS. Si Cristo hubiese permanecido en la tumba, no habría salvación, no habría cristianismo y no habría un mensaje de esperanza para el hombre (compare 1 Corintios 15:14-19). No habría buenas nuevas en la cuales confiar ni habría buenas nuevas para compartir con otros.
Felizmente, el Evangelio de Juan no termina con el capítulo 19. Hay dos capítulos más que anuncian la gloriosa verdad que el Señor ciertamente ha resucitado. En los capítulos 20 y 21 vemos vivo a Aquel que murió en el capítulo 19.
Los últimos dos capítulos del Evangelio de Juan pueden bosquejarse como sigue:
 1  LA TUMBA VACÍA (Juan 20:1-10).
 2  LAS APARICIONES DEL SEÑOR RESUCITADO (Juan 20:11-21:23).
* Jesús se aparece a María Magdalena (Juan 20:11-18).
 *Jesús se aparece a los Discípulos en ausencia de Tomás (Juan 20:19-25).
* Jesús se aparece a los discípulos estando presente Tomás (Juan 20:26-31).
*Jesús se aparece a los discípulos en el Lago de Galilea (Juan 21:1-23)
 LAS PALABRAS FINALES DE JUAN (Juan 21:24-25).
 4  EL PROPÓSITO DE JUAN AL ESCRIBIR (Juan 20:30-31).
LA TUMBA VACÍA.
Considere lo siguiente:
 La tumba de Abraham                --   ocupada
La tumba de Moisés                     --   ocupada
La tumba de Confucio                  --   ocupada
La tumba de Buda                         --   ocupada
 La tumba de Mahoma                 --   ocupada
LA TUMBA DE JESÚS                     --   VACÍA!!!