LIBRO
DE DANIEL XII
El capítulo 7 de
Daniel inicia la
sección profética-apocalíptica del libro. Los sucesos presentados en esta
visión son sorprendentes. Daniel las escribe en el siglo VI a.C. inspirado por el Espíritu Santo. Este capítulo tiene
mucha similitud con el capítulo 2 y ambos presentan en forma panorámica el período conocido como <<el tiempo de
los gentiles>>
Ver Lucas
21:20-24.
Vv- 1-7. El primer año del reinado de Belsasar fue en el año 553 a. C. que fue el año en que su padre, el
rey Nabónido se retiró a la región de Teima y dejó a su hijo Belsasar como regente del reino. ``Los cuatro
vientos´´ indican los
cuatro puntos cardinales y enfatiza el carácter universal de la visión. ```El gran mar´´ significa primero el abismo, ver Apocalipsis 11:7 y 13:1, como también las grandes masas populares, o sea la
población mundial, ver Apocalipsis 17:15. Cada una de las bestias corresponde con cada división
de la estatua del capítulo 2 de Daniel. La primera bestia ``era como león y tenía alas de águila´´, y representa a Babilonia y más específicamente a Nabucodonosor. El profeta Jeremías se refirió a Nabucodonosor como un león <<Jeremías 4:7;
49:19; 50:17>>,
y el profeta Ezequiel se refirió a su ejército como águilas << Ezequiel 17:3, 12; ver también Habacuc 1:8>> El león es considerado el rey
de la selva y el águila como la reina de las aves. De modo que ambas figuras
son muy apropiadas para describir la
grandeza e influencia del imperio babilónico bajo Nabucodonosor. El hecho de que ``sus alas fueron arrancadas, y fue levantada
del suelo y se puso enhiesta sobre sus pies a manera de hombre, y le fue dado
corazón de hombre´´
se refiere en principio a la experiencia que vivió Nabucodonosor en el capítulo 4. Aquél soberbio rey fue humillado por Dios hasta que reconoció que era sólo
un hombre.
La segunda
bestia de la visión era semejante a un oso. Daniel puntualiza que era ``otra segunda bestia´´, es decir, una distinta a la primera. Esta
bestia representa a la alianza medo-persa que tomó el reino de Babilonia. Según el texto bíblico, el oso ``se alzaba más
de un costado que del otro´´ y eso recalca el hecho de que una rama del nuevo imperio <<La de los persas>> llegaría ser más predominante que la otra
<<La de los medos>>. Cuando la alianza
medo-persa conquistó
el reino de Babilonia, el líder indiscutible de dicha alianza era Ciro el Grande quien, como se sabe, era un persa.
Las ``tres
costillas´´ que
aparecen en la boca del oso sugieren su ferocidad y al hecho de que había
subyugado a tres de sus enemigos. La
historia confirma este hecho ya que en
su proceso de ascenso al reino mundial,
los medo-persas habían conquistado los reinos de Lidia, Egipto y
Babilonia. El
mandamiento de ``levántate, devora mucha carne´´ se refiere al carácter conquistador
del imperio medo-persa, a quien el Señor
levantó del anonimato a la conquista de los pueblos <<Isaías 13:17>>.
La tercera
bestia que aparece en la visión era ``semejante a un leopardo´´. El leopardo se caracteriza por su
gran velocidad y agilidad en sus movimientos. Si a esto se le añade el hecho de
que ``tenía
cuatro alas de ave en sus espaldas´´, es fácil comprender que se está dando énfasis a la
idea de velocidad. El imperio que sucedió al imperio medo-persa fue el greco-macedónico. En el año
334 a.C., Alejandro Magno emprendió su sorprendente conquista
que en un período de diez años le llevó a ser el soberano de un vasto imperio.
En el año 323 a.C., sin embargo, de manera inesperada,
el gran conquistador murió en la ciudad de Babilonia. Pero esta bestia que era semejante a un leopardo
también poseía ``cuatro cabezas´´. Estas cuatro cabezas simbolizan las cuatro divisiones
que surgieron del imperio a la muerte de Alejandro. Aquel vasto imperio fue repartido entre los
cuatro famosos generales de Alejandro en la siguiente manera: 1. Grecia y Macedonia,
a
Casandro; 2. Egipto e Israel, a Ptolomeo; 3. Tracia y gran parte del Asia Menor, a Lisímaco; y 4. Siria y gran parte del Medio Oriente, a Seleuco.