LIBRO
DE DANIEL <<XI>>
Capítulo 6. Un pasaje en donde podemos notar a
Daniel como hombre y como siervo en todo su esplendor; Veremos:
Su carácter, su fidelidad, su valor, su devoción, su fe.
1. Había en él un espíritu excelente,
superior <v.3>
2. Vivía una vida intachable hasta el
punto que aún sus enemigos no pudieron encontrar falta en él <v.4>
3. Sus enemigos no encontraron falta en
su administración porque él era fiel en lo que hacía<v.5>
4. Era fiel a su responsabilidad
divina. La acusación que encontraron era
que Daniel era fiel a Dios <v.5>
5. A pesar de conocer las consecuencias
del decreto real siguió siendo fiel a Dios <v.10>
6.
Mantenía un testimonio público de su fe en Dios. No lo ocultaba <v.10>
7. Daniel oraba con regularidad. Aún
después de salir el decreto oraba ``como lo solía
hacer antes´´ <v.10> Daniel oraba ``tres veces al
día´´, ``se
arrodillaba´´ para
hacerlo y ``daba gracias a Dios´´ <v.10>
8. Daniel sabía que su Dios lo
rescataría de cualquier prueba ``Mi Dios envió a su ángel´´ y ``cerró la boca de los leones´´ <v. 22>
9. L a fe de Daniel fue recompensada y
él fue librado ``porque había confiado en su Dios´´ <v.23>
El carácter
intachable de Daniel lo llevó a ocupar los cargos más importantes en más de un
reino y provocó la envidia de aquellos hombres impíos que quedaron bajo su
autoridad. Los ministros acusadores,
invocaron la ley de los medos y los persas que era absoluta e
irrevocable <v.8;
ver también Ester 1:19> y, con mucha adulación y astucia hicieron firmar un decreto
perverso al rey <vv.7-9>. No obstante los planes malévolos, cuidadosamente proyectados, era
Dios quien controlaba la vida de Daniel quien siguió en forma intachable su
vida de comunión con el Señor. Ningún decreto podía alterarlo <v.10>. Los ministros buscaban el favor
del rey mientras que Daniel buscaba el favor de Dios.
El plan
proyectado por los conspiradores tenía por objetivo desacreditar a Daniel y
destruirlo posteriormente. Cuando el rey se dio cuenta del maligno plan de sus
ministros quiso salvar a Daniel <v.14>,
pero había caído en la trampa y no podía salir de ella al igual que Daniel
¿Igual que Daniel? Quizás el rey era incapaz de salvar a su primer ministro
pero Dios no lo era para salvar a su siervo. Cuando lanzaron a Daniel al foso
de los leones el rey clamó <<tu Dios…él te libre>> El rey esperaba que su Dios hiciera lo que él
había deseado hacer pero no había podido hacer<v.16>. En la fosa había aire para poder respirar pero
nadie podría rescatarlo ni pasarle un arma para poder defenderse <v.17>. Mientras tanto, el rey no podía
dormir pues, sabía que todo había sido una maniobra maligna de parte de sus
ministros y que todo era una injusticia; él no pudo dormir en toda la noche y
con el corazón angustiado fue al foso aún antes de que salga el sol para saber
si Dios había librado a su primer ministro. Cuando escuchó la voz de Daniel, el
corazón del rey volvió a su lugar y recuperó la calma. Daniel sabía de su
inocencia <v. 22>
y el rey pudo confirmarlo. A raíz de ello el rey reconoció al Dios de Daniel
con reverencia <v.26>;
lo reconoció como el Dios viviente y
eterno <v. 26>
y como el Dios poderoso <v.27>.
¿Qué pasó de los instigadores? Pues,
cosecharon lo que sembraron y no hubo ley de Media y de Persia que los pudo
librar <v.24>.-
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