lunes, 30 de julio de 2012

HUIR NO PRODUCE PAZ

"Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría." - Sal. 55:6
Yves Rossy logró algo que la gente había soñado concretar desde el antiguo mito de Ícaro: voló. Conocido como el «Hombre Cohete», Yves Rossy construyó un par de alas con una mochila con motor que usa su cuerpo como el fuselaje de una aeronave, mientras que dichas alas están adheridas a la parte posterior de su traje resistente al calor. Su primer vuelo fue cerca de Ginebra, Suiza, en 2004, y desde entonces ha realizado muchos trayectos exitosos.
El salmista David anhelaba tener alas para volar. En una época cuando lo perseguían enemigos que procuraban quitarle la vida, el rey de Israel exclamó: «¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría» (Salmo 55:6).
Tal como David, cuando enfrentamos presiones, maltratos, dificultades o angustias, quizá deseamos ser capaces de crear alas para poder escapar volando. Pero Jesús ofrece un camino mejor: en vez de huir de los problemas, nos invita a volar hacia Él. Dijo: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, […] y hallaréis descanso para vuestras almas» (Mateo 11:28-29). En lugar de desear salir volando para escapar de las complicaciones, podemos llevárselas al Señor. Huir no puede darnos paz, pero Jesús sí puede hacerlo.
Reflexión: Dios nos da fuerza para enfrentar nuestros problemas, no para huir de ellos.
Autor: Editores de Nuestro Pan Diario.

domingo, 29 de julio de 2012

Escuela Biblica Dominical: Proverbios


PROVERBIOS Capítulo 6.


Nuevamente vamos a dividir este capítulo para un mejor desarrollo. Versículos 1-5. Advertencia contra el apresuramiento para salir de garante. 6-10. Un reproche a la pereza. 12-19. Siete cosas que aborrece el Señor. 20-35. Exhortaciones para andar conforme al mandamiento de Dios.
Vv. 1-5. Si vivimos conforme a la Palabra de Dios, encontraremos que es provechosa en cualquier momento y situación. Somos mayordomos de todo lo que el Señor ha puesto bajo nuestras manos, incluyendo lo material, y tenemos que responder a Dios por la manera en que disponemos de ella. Es malo desperdiciarla actuando precipitadamente o en planes que nos enreden  en dificultades y tentaciones. El hombre nunca debe avalar por más de lo que es capaz y esté dispuesto a pagar; debe considerar cada suma de dinero por la cual esté comprometido como si fuera deuda propia y jamás debe tomar compromisos que dañen la economía de su familia. El salir de garante a otra persona pone a uno con la soga al cuello y si es esa nuestra situación actual, debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para salir de esa situación.
Vv. 6-11. La diligencia en los negocios es ya un resultado de la sabiduría y es el deber de todo hombre; no tanto para obtener riquezas, sino para no ser una carga para los demás. En la naturaleza encontramos muchos ejemplos que nos ilustran acerca de la manera de comportarnos. Por ejemplo, las hormigas son muy diligentes y dan cátedras a los que son perezosos. Podemos aprender sabiduría de los animales más viles y ser avergonzados por ellos. Los hábitos de la indolencia y la pereza crecen en las gentes; así la vida se precipita al desperdicio y la pobreza. Esta (la pobreza), se acerca paulatinamente; primero está lejos y cuando llega, es como un hombre armado, demasiado fuerte para ser resistido.
Vv. 12-19. Si los perezosos han de ser condenados por no hacer nada, mucho más los que hacen todo el mal que pueden. Obsérvese como se describe a ese tipo de persona. Dice y hace todo con astucia y con mala intención. Es perverso, mentiroso, fraguando planes malignos, vicioso, que caerá abatido en cualquier momento como resultado de su pecado. Aquí hay una lista de cosas que Dios abomina. Son pecados esencialmente provocadores para Dios y que son dañinos para el bienestar de la vida humana. No sólo debemos odiarla en los demás, sino mucho más en nosotros y evitarlas con marcada desaprobación dichas prácticas. Son marcas que señalan a los depravados. Peca con sus ojos (vv.13,17), con sus manos (vv.13,17), con el corazón (vv.14,18), con los pies (vv.13,18),  es chismoso y enredador (vv.14-19).
Vv. 20-35. La Palabra de Dios tiene mucho que decirnos sobre cada aspecto de nuestra vida, de nuestros hábitos y de nuestra conducta; su fiel reprensión nunca debe incomodarnos. Cuando consideramos el adulterio, cuán odioso es, y cuán ciertamente destruye la vida espiritual en el alma humana, no debe asombrarnos que las advertencias en su contra sean repetidas tan a menudo. Daña en lo más profundo la relación matrimonial y genera un sinfín de resentimientos que no será fácil superar. El adúltero se destruye a sí mismo y no le resta más que esperar el castigo divino y el reproche de sus íntimos; además de generar una enemistad insuperable con el marido engañado y a diferencia del ladrón, no podrá restituir de ninguna manera lo robado; o sea la virtud de la mujer ajena y la honra propia. Vigilemos muy de cerca cada sentido por el cual puede entrar este tipo de veneno que afecta nuestras mentes y nuestros afectos. -

domingo, 22 de julio de 2012

Escuela Biblica Dominical: Proverbios


Proverbios Capitulo 5

Dividimos este capítulo en dos secciones: 1-14. Los males del libertinaje, y 15-23. Remedios contra el libertinaje (El final miserable del impío).
Después de un llamado inicial a prestar el máximo de atención (vv.1-2) el maestro describe a la “mujer extraña” y sus seducciones (vv.3-6), ordena evitarla (vv.7-8), exhorta a regocijarse con un amor puro (vv.15-19), y recuerda que Dios vigila constantemente (vv.20-23).
1-14. Salomón advierte a todos los jóvenes, como si fueran sus hijos, que se abstengan de la lujuria carnal. A menudo este ha sido y, aún lo es, el método de Satanás de alejar a los hombres de la adoración de Dios. Considérese cuán fatales son sus consecuencias, ¡cuán amargo es el fruto! Elimínelo porque hiere, conduce a los tormentos del infierno.
 La tendencia directa de este pecado es la destrucción del cuerpo y del alma.  Debemos evitar cuidadosamente todo lo que signifique dar un paso en esa dirección. Si nos metemos en la tentación, nos burlamos de Dios cuando oramos.
 ¡Cuántos males acompañan a este pecado! Destruye la reputación; desperdicia el tiempo; arruina el patrimonio, es nocivo para la salud; llena la mente de miedo. Aunque en el momento uno sea feliz, tarde o temprano traerá dolor. Por los actos frecuentes de este pecado, los hábitos se confirman y se arraigan en una persona. Por un acto de misericordia, el arrepentimiento verdadero puede  evitar las desastrosas consecuencias de este pecado, pero esto no es frecuente; son muchos más los que mueren como han vivido, ¡Perdidamente!
15-23. Después de estas advertencias sobre las perniciosas consecuencias del pecado, el maestro pasa a describir los aspectos positivos de la enseñanza y se explaya sobre el gozo, el carácter sagrado de la pureza de la vida conyugal.
El matrimonio legal es un medio que Dios ha designado para resguardarnos de estos vicios destructores, pero no estamos adecuadamente unidos si no atendemos a la Palabra de Dios, buscando su dirección y bendición, y actuando con amor. Acordaos siempre que  aunque los pecados secretos pueden escapar a los ojos de nuestros cónyuges, no obstante los caminos del hombre están ante los ojos del Señor que no solamente los ve, sino pondera y castiga.
Los que son tan necios que escogen el camino del pecado, son justamente dejados por Dios a sí mismos para que sigan adelante por el camino que lleva a la destrucción. El rebelde se transforma rápidamente en víctima de sus propias  rebeliones. La razón es que no ha tomado en cuenta la divina disciplina. Sus vidas van cuesta abajo, minada su fuerza corporal, perdido sus bienes materiales, y vegetando sus últimos años como esclavo en la casa de otro. Mucho más terrible es su remordimiento de conciencia que llega demasiado tarde.
¡Cuán afortunados son los que prestan oído a estas solemnes advertencias! Libran sus vidas de penas y tristezas y sus almas de desasosiego y muerte. El camino de la sabiduría es vida; el camino de la necedad es muerte. ¿Cuál escogeréis?

Beneficios de las Pruebas



Recuerda otra vez la declaración de Santiago: "la prueba de vuestra fe produce paciencia". Produce es una palabra que se usa en agricultura para referirse a una cosecha o rendimiento. En nuestro caso, la cosecha o el rendimiento que obtenemos de nuestras pruebas es el crecimiento en nuestra fe y confianza en Dios, el florecimiento de la paciencia, que se traduce en resistencia. La paciencia es una virtud que nos ayuda en nuestros problemas y en nuestra vida diaria. Y recibimos una bendición tras otra, pues muchas más virtudes y recompensas vienen como resultado de las pruebas, entre ellas la confianza, la valentía, la constancia, y la semejanza de Cristo.
Confianza. Gracias a la prueba, veo que frente a una situación difícil soy capaz de pensar: Ya lo he hecho antes, muchas veces, cientos de veces. Esto es algo que ya sé hacer; y que puedo hacer de nuevo. Como maestro, por ejemplo, puedo acercarme con confianza al púlpito y comunicar el mensaje, aunque mi corazón salta, y oro a cada paso que doy. Estoy convencido que puedo hacerlo porque lo he hecho antes, una y otra vez. Claro, confío en Dios por completo. Sin embargo, gracias a que en su fidelidad y sabiduría Él me ha entrenado tantas veces en esta prueba de comunicar su Palabra y consejo a mis hermanos en la fe, ya he ganado resistencia, que me infunde confianza.
Valentía. Cuando enfrentas una prueba, la valentía viene como resultado del conocimiento vivencial de la presencia de Dios. Él en verdad ha estado presente, siempre a tu lado en medio de cada prueba que has vivido hasta ahora. Tú y Él ya han salido adelante, muchas veces. Y Él te ayudará a lograrlo de nuevo. Cierto caballero bien lo explicó: "El resultado de soportar bien las pruebas es adquirir la fortaleza para afrontar todavía más, y triunfar en batallas aún más duras". Esas batallas por venir son las que requieren esa valentía que se forja en el fuego de las pruebas.
Si deseas conocer mejor como puedes sacarle más provecho a tus Pruebas, te animamos a estudiar el curso Encuentra la Senda de Dios en medio de tus problemas. Este curso lo encuentra en el Ciclo de Estudios Bíblicos para Mujeres. Inscríbase hoy mismo y estudie Gratis en el Instituto Bíblico de BBN.

Escrito por:   E. George - Encuentra la senda de Dios en medio

domingo, 15 de julio de 2012

Escuela Biblica Dominical: Proverbios


Proverbios Capitulo 4.

Vamos a dividir en dos secciones este capítulo: (1-13) Exhortación al estudio de la sabiduría; (14-27) Precauciones contra las malas compañías y un llamado a la fe y santidad.
Vv. 1-13. Esta sección contiene algo de autobiografía. El maestro, afligido por la salud moral y espiritual de sus alumnos, relata las instrucciones recibidas por su sabio padre, remitiéndose para ello a las pruebas de la experiencia de su propia vida, en un esfuer-zo de impresionarlos con la urgencia de obtener, sobre todas las cosas, “la sabiduría que es de lo alto”; de ahí que debemos considerar a nuestros maestros como nuestros padres. Aunque la instrucción conlleva en sí mismo reproche y corrección, acojámosla bien. Los padres de Salomón lo amaban, por tanto, le enseñaron. Los hombres buenos y sabios, en todas las épocas, y en todos los niveles de la sociedad, concuerdan en que la verdadera sabiduría consiste en obediencia, y está unida a la felicidad. El adquirir sabiduría garantiza la vida (v.4) la protección (v.6) y el honor (v.7) y es un adorno de inestimable precio (v. 9). Un alma sin sabiduría ni gracia verdadera es un alma muerta. ¡Cuán pobres, despreciables y desgraciados son los que, con toda su riqueza y poder, mueren sin tener entendimiento, sin Cristo, sin esperanza y sin Dios! Si escuchamos el consejo, nuestra senda será sencilla ante nosotros; manteniendo firme la instrucción evitaremos ser angustiados o tropezar.
Vv. 14-27. El camino de los malos parece agradable y el camino más cercano para conseguir alguna finalidad; pero es un camino malo y terminará mal. Si amas a tu Dios y a tu alma, EVÍTALO! El camino del pecado es tinieblas, el camino del impío es tenebroso, por tanto peligroso. Ellos caen en pecado, pero no saben cómo evitarlo. Se meten en problemas, pero nunca tratan de saber si Dios aprueba o no sus decisiones, ni cuál será el fin de ellos. Este es el camino que se nos insta a evitar. Oír atentamente la Palabra de Dios es buena señal de la obra de gracia en el corazón y un buen medio para apartarse del mal camino. En la Palabra de Dios hay un remedio apropiado para todas las enfermedades del alma; y guarda, no sólo el corazón (v.21), sino también el oído (v. 20) los ojos (v. 21) la boca (v. 24) los pies (26), es decir, todo el cuerpo (v. 22). Este párrafo contiene también advertencias para esquivar los desvíos o atajos, utiliza-dos por los malvados (Vv. 14-15), una descripción de los hombres que andan por ellos (Vv. 16-17) y el vívido contraste entre lo que significa seguir la senda de los justos (v.18) y andar por el camino de los malvados (v. 19).
La sabiduría lleva a la vida y tiene su origen en un corazón dispuesto a obedecer los consejos y las advertencias que el Señor ha dejado en su Palabra. Debemos velar por nuestras almas y guardar nuestro corazón con toda diligencia porque de ahí surgen todos los asuntos de la vida. “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.”(v.23).-
Estudio Biblico redactado por el Pastor Lucio Almirón, Iglesia Bautista Independiente "Divina Gracia" 

domingo, 8 de julio de 2012

Escuela Biblica Dominical: Proverbios


Proverbios Capitulo 3.

En este capítulo veremos las exhortaciones a la obediencia (1-6); a la piedad y a realzar los beneficios de la disciplina (7-12); para ganar sabiduría (13-20); guía de la sabiduría (21-26); y la diferencia entre el justo y el impío (27-35).

Vv. 1-6.Comúnmente se puede disfrutar de salud y paz en el camino de los que son obedientes a la fe y a los mandamientos de Dios, y aunque nuestros días no sean largos en la tierra tenemos promesa de vida eterna en el cielo. Que la misericordia y la verdad no te abandonen: la misericordia de Dios al prometer, y su verdad al hacer. Vive conforme a ellas, mantén tu interés en ellas y tomas el consuelo de ellas. Debemos confiar en el Señor de todo nuestro corazón creyendo que Él es capaz y sabio para hacer lo mejor. Quienes se conocen a sí mismos, encuentran que su entendimiento es un apoyo muy endeble, el cual falla si se apoyan en el. No tengas intenciones de nada que no sea lícito y ruega a Dios que te dirija en todo caso, aunque la situación parezca muy sencillo. En todos nuestros caminos que resultan muy agradables, o que sean desagradables, llenos de espinas, debemos reconocer a Dios con gratitud y sumisión. La promesa es que él enderezará nuestras sendas, así que nuestro caminar será seguro, bueno y feliz al final.

Vv. 7-12. No hay mayor enemigo del temor de Dios en el corazón que la soberbia propia de nuestra sabiduría. La prudencia y la sobriedad, tienden no sólo a la salud del alma, sino también a la salud del cuerpo. La riqueza del mundo es una sustancia de muy mala calidad, pero aún con ellas debemos honrar a Dios. Si el Señor nos visitara con pruebas o enfermedades, no debemos olvidarnos de la exhortación que nos habla como a niños por nuestro propio bien. No debemos desfallecer en la aflicción, por pesada y larga que sean, ni dejarnos llevar por la desesperación, ni usar malos métodos para aliviarnos. El padre corrige al hijo que ama, porque lo ama y desea que sea sabio y bueno. Las aflicciones distan mucho de dañar a los hijos de Dios porque, por gracia de Dios fomentan la cercanía al Señor y la santidad del creyente.

Vv. 13-20. Ninguna joya preciosa ni los tesoros terrenales son dignos de compararse con la sabiduría, sea que se consideren los intereses del tiempo pasajero o los de la eternidad. Debemos hacer de la sabiduría nuestro negocio, debemos aventurarnos por completo en ella, y disponernos a dejar todo por ella. Si no fuera por la incredulidad, la pecaminosidad y la indiferencia, nosotros encontraríamos agradables todos nuestros caminos, y correctas nuestras decisiones. Con demasiada frecuencia permanecemos en estas sendas para nuestro propio daño y dolor. Cristo es “Sabiduría de Dios” quien nos aparta de esa senda de muerte y destrucción.

Vv. 21-26. No debemos permitir que se vayan de nuestras vidas la amonestación y el buen consejo del Señor. Retengamos la sabiduría y la discreción, entonces andaremos seguros en sus caminos. La vida natural y todo lo que a ella corresponde, estará bajo la providencia del Señor. La vida espiritual y todos sus intereses estarán bajo la protección de su gracia, de modo que seremos resguardados de caer en pecado o de involucrarnos, innecesariamente, en problemas.

Vv. 27-35. Nuestro negocio es obedecer los preceptos del Señor y seguir el ejemplo de Cristo: Hacer justicia, amar misericordia y guardarnos de la codicia; estar preparados para toda buena obra, evitando la lucha innecesaria y soportando los males, si es posible, antes que tratar de enderezarlos conforme a la ley. No envidiemos a los opresores que son prósperos. Lejos esté de los hijos de Dios elegir uno de sus caminos. El lujurioso y codicioso puede despreciar estas verdades, pero el desprecio eterno será la porción de estos burladores, mientras que el favor divino se mostrará al creyente que es sabio y humilde.
Estudio Biblico redactado por el Pastor Lucio Almirón, Iglesia Bautista Independiente "Divina Gracia"

domingo, 1 de julio de 2012

Escuela Biblica Dominical: Proverbios


Proverbios Capitulo 2

El segundo capítulo lo podemos dividir en dos partes: 1) Promesa para los que buscan la sabiduría (1-9); y 2) El resultado o la recompensa de esa búsqueda (10-22). En la primera parte se pone de relieve tres cosas: que para obtener la sabiduría hay que buscarla diligentemente (vv.1-5), que es un don de la gracia de Dios y no el resultado del esfuerzo humano (v.6) y que Dios guarda una estrecha vigi-lancia, protegiendo a los que la reciben (vv.7-9). Los principios involucrados en este pasaje aparecen implícitos en el sueño de Salomón en Gabaón (1 Reyes 3:5:15) y revelados explícitamente por Pablo en Filipenses 2:12-13.
Analicemos en detalle Proverbios capítulo 2. (vv.2-3) La palabra Corazón tiene un significado más amplio en hebreo que en castellano, puesto que engloba facultades intelectuales, morales y espirituales. Se exhorta a utilizar todo lo que esté a nuestro alcance para lograr el conocimiento y la sabiduría. (v.4) El énfasis que se pone no es tanto sobre el esfuerzo que se requiere para sacar la plata de la mina o de la trabajosa búsqueda del tesoro, sino de que ambos son de un inmenso valor; esta afanosa búsqueda da como resultado comprender el temor de Dios; llegar a conocerle y discernir correctamente el origen del conocimiento y la sabiduría (vv.6-7). Dios es quien impide que sus hijos cometan desatinos “guarda las veredas del juicio” (v.8), y mantiene limpios de peligros y caídas la senda de sus santos. Dios vigila el camino que han tomado sus hijos, tanto para protegerlos mientras transitan por el mismo, como para que no se salgan de él. Santos son los que rinden a Dios el amor que le deben y se someten voluntariamente a él. Las virtudes que se enumeran (v.9) son el fiel reflejo de los que viven bajo su voluntad.

Ahora veamos algunos de los beneficios de la sabiduría. Cuando la sabiduría toma el control de nuestras vidas manifiestan frutos y resultados de ese dominio. Los primeros frutos que notamos son la Discreción y la Inteligencia (vv.10-11). Los versículos 12-19 mencionan toda una gama de perversidades, de cuya perniciosa influencia pueden escapar los que han recibido sabiduría. “Para librarte del mal camino” (v.12) nos recuerda la oración del Señor “Líbranos del mal” (Mateo 6:13). El hablar y la conducta de los perversos son torcidos y oscuros (vv.12-15); no son digno de confianza y por lo tanto no debemos imitarlos. Y para coronar esta sección donde se nos habla de los beneficios de la sabiduría, nos advierte acerca de la mujer ajena (adúltera). No solamente peca la mujer contra el marido con quien se casó en su juventud, con quien está ligada por los vínculos del pacto matrimonial, sino que peca contra Dios. Es Dios quien ordenó la alianza matrimonial y el que ordenó “No cometerás adulterio” (Éxodo 20:14). Los cimientos de su casa está siendo carcomida (v.18) y se desbarranca hacia la muerte y sus víctimas no volverán a transitar los senderos de la vida (v.19), son muertos vivientes, cuya moral e integridad han sido carcomidos al igual que los cimientos del hogar de la mujer. Luego de esta seria advertencia, el versículo 20 retoma el pensamiento enunciado en el versículo 11. El don de la sabiduría de Dios no sólo protegerá de estos malos caminos, sino que hará posible que uno se ajuste a un estilo de vida recta, íntegra, agradable a Dios y a uno mismo. Al final de este capítulo en los versículos 20-21, el Señor nos recuerda su promesa de que los justos heredarán la tierra, tal como encontramos en palabras del Señor Jesús “Bienaventurados los mansos, (los justos) porque ellos recibirán la tierra por heredad”.
La sabiduría que viene de Dios nos preservará de las lujurias carnales que corrompen el cuerpo, (Un templo vivo), y que batallan contra el alma. Estos son males que excitan la tristeza de toda mente seria y hacen que cada padre o madre reflexione y mire a sus hijos con ansiedad, no sea que ellos se enreden en tales trampas mortales. Que el sufrimiento del prójimo nos sirva de advertencia. Es muy difícil recuperar quien caiga en estas redes, al que está atrapado en este círculo de los placeres carnales; tan endurecido está el corazón, tan ciega la mente por el engaño del pecado que solamente la gracia abundante de Dios puede proveer el camino de regreso a la reconciliación y a la comunión con el Creador y allí interviene la sabiduría para mostrarnos ese bendito camino e ilustrarnos la mejor manera de evitar caer nuevamente en las redes engañosas de la perversión y la inmoralidad.
Estudio Biblico redactado por el Pastor Lucio Almirón, Iglesia Bautista Independiente "Divina Gracia"