El Día de San
Valentín
El 14 de Febrero se celebra el día de San Valentín o día de
los enamorados. Es una fiesta muy esperada por las parejas, esposos y esposas
que expresan su amor mutuo. Se envían
tarjetas, chocolates y peluches de ositos.
Según la enciclopedia el Día de San Valentín:
Es una celebración tradicional en la que los novios,
enamorados o esposos se expresan su amor o cariño mutuamente. Se celebra el 14
de febrero, onomástico de San Valentín. En muchos países se le llama el Día de
los enamorados. Particularmente en Colombia, por motivos comerciales, esta
fiesta se celebra el tercer fin de semana de septiembre y se conoce como Día
del Amor y la Amistad.
En la actualidad, se celebra mediante el intercambio de
notas de amor conocidas como "valentinos",
con símbolos como la forma simbólica del corazón y Cupido. Desde el siglo XIX
se introdujo el intercambio de postales producidas masivamente. A esta práctica
se sumó el dar otro tipo de regalos como rosas y chocolates, normalmente
regalados a las mujeres por los hombres. En Estados Unidos, esta celebración
también se empezó a asociar con un saludo amor platónico de "Happy Valentine's", enviado por
los hombres a sus amigas (raramente a sus amigos).
La fiesta de San Valentín se celebró en la Iglesia Católica
desde el año 484 d.C. hasta el 1969 cuando se decidió no incluir mas la fiesta
como una celebración oficial de la iglesia al no poderse verificar con certeza
su origen, pero aun algunas parroquias continúan con la festividad. Aunque no se sabe con certeza como fue el
comienzo de esta fiesta, según los historiadores, como muchas otras fiestas
modernas, la fiesta de San Valentín tuvo sus comienzos en una costumbre
pagana. Hay varias versiones en cuanto a
su origen. Se dice que en la Antigua
Roma había una celebración llamada Lupercales
en la cual los jóvenes solteros sacaban en una lotería de amor el nombre de una
joven soltera la cual se convertía en su compañera sexual por todo un año. Se dice que ante esta depravación, un
sacerdote Católico llamado ‘Valentín’
propuso una idea distinta donde tanto jóvenes varones como las vírgenes sacaban
el nombre de algún santo al cual se proponían imitar por un año. Otra versión
cuenta que según “algunos expertos
declaran que [la fiesta] se originó de San Valentín, un Romano que fue
martirizado por negarse a dejar el Cristianismo. El murió el día 14 de Febrero de 269 AD, el
mismo día que se había dedicado a la loterías de amor.”
Otra versión dice que el emperador Romano, Claudio II
pensaba que los soldados solteros eran mejores para la guerra que los casados
ya que estos últimos tenían sus corazones divididos entre la guerra y la
familia y no ejercían bien su trabajo. Por esa razón, Claudio prohibió a los
soldados que se casaran. Ante esta ‘injusticia’ el sacerdote Valentín junto
a dos compañeros mas, decidieron casar los jóvenes a escondidas según el rito
de la Iglesia. A forma de gratitud los
soldados hacían llegar regalos de agradecimiento a San Valentín pero al ser
descubierto por el emperador de Roma fueron apresados y luego
martirizados. También se dice que
mientras estaba en la cárcel el sacerdote se enamoró de la hija de un
carcelero:
Según esta historia, que fue transmitida oralmente y de la
cual no hay ningún testimonio, el sacerdote se enamoró perdidamente de la hija
de uno de sus carceleros, a quien dirigió una carta apasionada firmada como
"tu Valentín", que dio
origen a la tradición de las cartas que en muchos países los enamorados
intercambian el 14 de febrero.
Lo cierto es que las versiones sobre la verdadera identidad
del santo Valentín son muy inciertas y posiblemente hasta falsas. Algunas de las versiones dicen lo siguiente
de San Valentín:
Fue un sacerdote
romano (italiano), muerto en el 273. Muy venerado en Francia, sobre todo en la
diócesis de Jumièges.
Fue un obispo de la ciudad de Interamna (hoy Temí, Italia),
donde se encuentran los restos del cuerpo conservados en la homónima basílica,
y donde el 14 de febrero es la fiesta patronal.
Fue un mártir de la provincia romana de África, durante la
conquista romana de África.
Es tan dudosa la historia en torno a San Valentín que
algunos han llegado a afirmar que las leyendas acerca de ellos fueron
inventadas y que en realidad el santo nunca existió. No obstante, hoy día se celebra la fiesta de
forma casi global y aun las iglesias Cristianas de distintas denominaciones
separan el día para celebrar “el amor y
la amistad”. Los jóvenes regalan
corazones, flores y chocolates a sus novias y los esposos se obsequian
presentes mutuamente.
Cupido
A la fiesta de San Valentín se le ha incluido a ‘Cupido’, la imagen de un pequeño niño
con alas que lleva un arco con flechas.
Las tarjetas de San Valentín llevan no solamente flores y corazones sino
también dibujos del famoso niño que vuela y lanza sus flechas a los enamorados. ¿Pero cuál es el origen de este Cupido?
En la mitología romana, Cupido es el dios del amor. Equivale
al Eros de la mitología griega, y a Kāmadeva en la mitología hindú. Es hijo de
Venus y de Marte. Se le adjudica la creación de amores y pasiones entre los
mortales y suele ser representado por un niño alado (parecido a un ángel de la
mitología cristiana). Al ser hijo de los dioses de la guerra y del amor, Cupido
resulta ser el dios de los enamorados, creando de esta manera un balance entre
el amor y la tragedia.
San Valentín,
Paganismo Cristianizado
Aunque el origen de la fiesta de San Valentín es claramente
pagano con prácticas inmorales sobre el sexo y la inclusión de un dios falso
como Cupido, la celebración del San
Valentín ha sido cristianizada e incorporada a las celebraciones anuales
de muchas iglesias. Por muchos años la
iglesia Católica siguió la práctica de ‘cristianizar’
las fiestas paganas de los pueblos que conquistaba para de esa manera instalar
de forma más fácil el Catolicismo y borrar las fiestas paganas de los
pueblos. Tal como otras celebraciones
que tuvieron orígenes paganos como Halloween, el día de Navidad, y la fiesta de
Easter (el domingo de resurrección) pero han sido adoptadas al culto cristiano,
las iglesias evangélicas modernas, tal como las católicas, celebran el día del
“amor y la amistad.”
Aunque la idea Católica de cristianizar las celebraciones
paganas muestra cierto tipo de sabiduría y astucia para ganar ventaja sobre los
pueblos y así instituir oficialmente la religión Católica, no podemos suponer
que tal práctica logre hacer cristianos a los hombres. Mientras que un cambio de fiesta de lo pagano
a lo cristiano es algo probablemente bueno, el simple hecho de que esto se haga
no significa que el cambio ocurra también en el corazón de las personas. Las personas no cristianas hoy día todavía
celebran a San Valentín con imágenes de Cupido, con sexo inmoral y pervertido y
muy lejos de algo que se parezca cristiano.
En estos tiempos modernos las iglesias Cristianas desean ser tan
atractivas para los inconversos que se corre el riesgo de querer parecerse
tanto al mundo que los inconversos no ven que haya una diferencia. Si no estamos claros en lo que hacemos es
posible que estemos corriendo con la misma suerte de la iglesia Católica del
pasado, cristianizando días de fiesta sin hacer cristianos a las personas. El Cristianismo verdadero se logra no por un
cambio de celebración sino por un cambio interno en el corazón. Sin arrepentimiento y fe es imposible una
verdadera conversión. Es solamente por
medio de la predicación del evangelio que se convierte el pecador. Pablo estaba seguro de eso cuando dijo “no me avergüenzo del evangelio porque es
poder de Dios para salvación” (Romanos. 1:16). Siendo que esto es tan cierto, entonces los
Cristianos no podemos perder de vista que lo que salva al hombre es el
evangelio, la palabra de la cruz y no las tácticas humanas.
El Verdadero Amor
Como hemos visto en el origen de esta fiesta, el mundo ha
confundido ‘convenientemente’ el
amor con el sexo, pero sabemos que eso no es cierto. La depravación sexual fuera de los lazos
matrimoniales no es amor sino pecado que Dios condena y rechaza. Las iglesias cristianas deberían dejar de
celebrar este día, evidentemente pagano, y en su lugar enfocarse en lo que
verdaderamente es el “amor”. Se debe aprovechar la oportunidad de esta
fecha para recordarle que aunque el mundo pagano se ha inventado historias y
leyendas falsas para celebrar “el amor”
de una forma antinatural, anticristiana y falsa, debemos las personas que
solamente hay un Dios que es verdadero amor. Que el verdadero amor es aquel
descrito en la Palabra de Dios (1 Corintios 13:4-8).
Ese amor es el verdadero amor abnegado que el mundo sin Dios
difícilmente puede alcanzar. Pero no
solamente podemos predicar eso sino que
el verdadero Dios del amor no es Cupido sino el Dios de la Biblia quien nos
declara que “Dios es amor” y que basado en Su amor inmenso está ofreciendo
salvación a todos los que creen en Jesucristo (Juan 3:16-17).
La imagen de Cristo muriendo en la cruz del Calvario es el
mayor símbolo de amor que cualquier persona pueda jamás imaginar. Cristo murió para que creyendo en el tengamos
vida para siempre. Les debemos recordar
a los oyentes que solamente el Dios de la Biblia ama con “amor eterno”, eternamente y para siempre. Cosa que ninguna persona
ni ningún otro dios falso puede hacer.
Pero también debemos recordarles que aquellos que rechazan el amor que
Dios ofrece corren el peligro de ser condenados eternamente porque la misma
Biblia que dice que "Dios es amor"
dice que Dios es "fuego consumidor",
que Dios es justo y castiga el pecador, que es celoso y no tendrá por inocente
al culpable. El mismo texto que dice que
Dios amó al mundo de tal manera para que confíe en su Hijo sigue diciendo:
El que cree en Hijo
no es condenado; pero el que no cree en el Hijo, ya ha sido condenado, porque
no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y este es el juicio: que la luz vino al
mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones
eran malas. Porque todo el que hace lo
malo odia la luz, y no viene a la luz para que sus acciones no sean manifiestas. Pero el que practica la verdad viene a la
luz, para que sus acciones sean manifiestas que han sido hechas en Dios.
(Juan 3:18-21)
Quiera Dios que podamos transmitir un mensaje completo y no
a medias, un mensaje verdadero y no un falso sentimiento de amor que nada tiene
que ver con la verdad. Quiera Dios que
las iglesias de Cristo miren más a la Biblia para sus celebraciones y no al
mundo y al paganismo como la tiende a hacerlo cada vez más. Quiera Dios que los cristianos miren a Dios y
no al mundo porque la misma Biblia nos dice esto: No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al
mundo, el amor del Padre no está en él. (1 Juan 2:15). Permita Dios que también nosotros logremos
amarnos como Cristo quiso que nos amasemos porque los que aman a Dios también
aman a su prójimo. Que seamos ejemplos
de amor los unos con los otros pues el maestro mismo dijo “y en esto conocerán que son mis discípulos, en que se aman los unos a
los otros”.
Y el Apóstol Juan nos escribe: Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a
otros. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso;
porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a
quien no ha visto. Y este mandamiento
tenemos de Él: que el que ama a Dios, ame también a su hermano. (1 Juan 4:11; 20-21)
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