EL Bautismo del Espíritu Santo
Introducción:
El bautismo con el Espíritu Santo es una experiencia
importante y central del Cristianismo el cual han tenido todos los verdaderos
creyentes en Cristo. Este evento ha sido
mal entendido y torcido a tal grado que ha causado grande confusión en la
iglesia. El propósito de este estudio es
el de aclarar y enseñar la doctrina en cuanto al bautismo con Espíritu Santo de
acuerdo a como la Biblia lo expone y mirando a la luz de la Escritura con
particularidad lo respecto al don de lenguas. Existen al menos tres creencias
distintas sobre este tema las cuales analizaremos a la luz de la Palabra de
Dios. Las tres creencias son los
siguientes:
Creencia 1
El Bautismo del Espíritu Santo incluye de todos creyentes
y no creyentes
El Bautismo con el Espíritu Santo es el proceso por el cual
todas las personas, no importando su religión son cubiertas por el Espíritu
Santo desde que este fue derramado.
Creencia 2
El Bautismo del Espíritu Santo es una experiencia
posterior a la salvación
El Bautismo con el Espíritu Santo es una experiencia que
toma lugar después de que la persona ha recibido su salvación y que este
bautismo se prueba porque la persona que lo recibe "habla en lenguas extrañas al menos una vez".
Creencia 3
El Bautismo del Espíritu Santo al momento de la salvación
El Bautismo con el Espíritu Santo ocurre al momento que la
persona cree y recibe su salvación. No hace falta ninguna señal milagrosa
extraordinaria y obligatoria para que
haya prueba de tal bautismo, AUNQUE
sí hace falta un cambio de actitud (conversión)
y una vida de frutos, de santidad y crecimiento espiritual con amor intenso
hacia Dios, la Biblia y la Iglesia.
Creencia 1.
El Bautismo del Espíritu Santo ocurre en todos, creyentes
y no creyentes
Esta interpretación enseña que el bautismo en Espíritu Santo
comenzó en el día de Pentecostés y que el propósito del mismo fue bautizar a
todos los humanos "creyentes y no
creyentes" con el Espíritu Santo. Esta creencia utiliza como textos
claves: Joel 2:28 y Hechos 2:17 "derramare de mi Espíritu sobre toda carne".
Esta enseñanza propone que aunque todos (pecadores
y creyentes) están bautizados con el Espíritu Santo de forma externa, es
decir han sido sumergidos y cubiertos "por fuera" con el Espíritu Santo cada uno que viene a Cristo
necesita ser lleno por dentro para poder tener el Espíritu Santo por fuera y
también por dentro.
Esta enseñanza es
fácil de descartar por las siguientes razones:
1. Los no-creyentes no
pueden recibir (tener) el Espíritu
Santo: La Biblia dice claramente que los que recibirán el Espíritu Santo serán
solamente aquellos que creen en Cristo, por lo cual, una persona que no cree en
Cristo no puede recibir el Espíritu Santo ni sobre él o ella, ni dentro de él o
ella. La Biblia dice: "el mundo no
puede recibir el Espíritu de verdad porque no le ve ni le conoce" Juan 14:17.
2. El Espíritu Santo actúa
en los no creyentes de manera distinta: Jesús mismo dijo que el Espíritu Santo
"Convencería al mundo de pecado, de
justicia y de juicio" Juan 16:8. El
Espíritu Santo da convicción al incrédulo de su pecado.
3. El verso "Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne"(Joel 2:28) no significa que todas las personas
creyentes o no serian bautizados. Esto significa que ya no tan solo los judíos
seria derramado el Espíritu Santo si
estudiamos la Biblia nos daremos cuenta que en el Antiguo Testamento cuando el
Espíritu Santo se derramaba siempre ocurría sobre los de la nación judía. Después del día de Pentecostés ya no serian
solo bautizados los judíos, sino también los samaritanos y los gentiles. Hechos 10:46; 8:5-14; 19:6. Seguidamente después de indicar que sería
derramado el Espíritu Santo, la Biblia dice y "vuestros hijos y vuestras hijas profetizaran". Los que no son creyentes no pueden
profetizar pues la profecía es don del Espíritu Santo al creyente que está
unido al cuerpo de Cristo. Por lo tanto,
es claro que el derramamiento está vinculado a la obra del Espíritu Santo en el
creyente.
Creencia 2
El Bautismo del Espíritu Santo es una experiencia
posterior a la salvación que el creyente debe buscar
Esta forma de doctrina es muy conocida y popular entre las
iglesias de tradición "Pentecostal"
y las iglesias de "santidad"
entre otras, aunque quizás haya otros grupos que creen así. Es normal que las
personas que dicen recibir el bautismo con el Espíritu Santo lo hagan hablando
en "lenguas extrañas"
tanto para el que las habla como para el que las oye. En un culto o servicio
donde más de uno reciba "el
bautismo" o "la promesa",
habrá dos, tres, cuatro o más nuevos bautizados
hablando en lenguas a la misma vez. También en cultos donde “se derrama el
poder” es normal que se hallen la misma cantidad de personas o más hablando
lenguas todos al mismo tiempo.
Esta doctrina es un poco más difícil de refutar ya que está
muy propagada y sus seguidores son muy fanáticos y dicen tener como pruebas
experiencias propias. Eso no significa que no sea una enseñanza equivocada, que
crea confusión y es contraria a la clara doctrina Bíblica. Nuestra doctrina no
puede estar basada en experiencias propias ni en tradición de hombres sino en
la palabra de Dios, la Biblia.
Debemos aclarar que
aquí no estamos juzgando ni hablando en contra de las lenguas. Aquí no trataremos si las lenguas son o no
son un don vigente en el tiempo presente, eso es otro estudio aparte, solo
estudiaremos si es cierto que el bautismo con el Espíritu Santo lo tienen solo
aquellos que han hablado lenguas al menos una vez y eso es lo que no creemos
que sea correcto. No estamos de acuerdo
y hablamos en contra es de tal enseñanza "no bíblica" por medio de la cual se obliga o se pretende que
todos en la iglesia hablen en lenguas, como dicen "al menos una vez" como señal del bautismo con el espíritu
Santo.
En las iglesias
que profesan estas creencias se enseña que:
1. La persona que cree en Cristo le
pertenece y el Espíritu Santo le sella o
le pone una marca o sello al momento de creer. (Interpretación dada a Efesios. 1:13).
Lo que la Biblia
dice: La Biblia nos enseña en Efesios 1:13
que cuando la persona cree en el mensaje del evangelio de Cristo es
automáticamente sellada "CON"
el Espíritu Santo "DE LA PROMESA".
Lo que el apóstol Pablo está enseñando por revelación divina es que el Espíritu
Santo prometido por el mismo Cristo a sus discípulos se recibe al momento de
creer en Cristo.
En este verso vemos claramente que el Espíritu Santo se
recibe al momento de haber "oído y
haber creído", claro está que no es solo el oír, sino el creer. "La fe viene por el oír y el oír por la
palabra de Dios". También vemos que lo que recibe el creyente es el
Espíritu Santo, no una marca especial ni un sello 'de parte del' Espíritu Santo, sino que ¡el mismo Espíritu Santo es el sello!'. El verso no dice que fuimos sellados
POR el Espíritu Santo; si no que
fuimos sellados CON el Espíritu
Santo. Es necesario entender que quien nos sella CON el Espíritu Santo es Cristo, el dador de la promesa.
La creencia de que el creyente primero recibe un sello y
luego recibe el bautismo no tiene base bíblica, si así fuera, el apóstol Pablo
o los demás apóstoles lo hubieran enseñado así en alguna de sus cartas.
Algunos teólogos de esta línea de pensamiento han llegado a
decir que “el sello” es lo mismo que
el bautismo con el Espíritu Santo.
Siendo que ellos también mantienen que el bautismo en el Espíritu Santo
tiene como evidencia inicial el hablar en nuevas lenguas, entonces sigue que
los que no han hablado en lenguas no solamente no han sido bautizados en el
Espíritu Santo sino que tampoco han sido sellados con el sello que garantiza la
salvación y pertenencia al pueblo de Dios
(Efesios 1:13), por lo tanto
el punto que sigue se convierte en algo de gran importancia, buscar el “hablar lenguas”.
2. Que todos los creyentes deben de comenzar a
"buscar la promesa" o
"buscar el bautismo con el Espíritu
Santo con la señal de las lenguas" en oración y ayuno. Este “bautismo” o sello del Espíritu llevará
al creyente a un nivel más alto de santidad y espiritualidad.
Lo que la Biblia
dice: La Biblia enseña que el bautismo con el Espíritu Santo es "don de Dios", por lo cual, siendo
que es un don o regalo de Dios, no hay nada que podamos hacer nosotros para
merecerlo. Al igual que la salvación la cual es "don (regalo) de Dios" (Efesios 2:5-8),
no hay nada que ningún ser humano pueda hacer para merecerla (Romanos. 11:6), se recibe o acepta mediante la fe,
cuando se cree en Jesucristo y se rechazan mediante la incredulidad (Juan 3:16-18) Por lo cual es falso creer que un
cristiano es más espiritual o más santo que otro porque él o ella diga haber
sido bautizado con el Espíritu Santo. La
verdad es que tanto el que dice tal cosa y el que cree que no ha sido
bautizado, están en el mismo nivel ante Dios, pues ambos si han creído ya han
sido bautizados. (Nota: La
interpretación de los Nazarenos en
este punto es que el bautismo con el Espíritu Santo es una “segunda obra de gracia” aparte de la
salvación y que proyecta al Cristiano a un nivel instantáneo de entera
santificación pero no precisa necesario hablar en lenguas.)
Cuando no se entiende el significado del bautismo con el
Espíritu Santo, se tratará de obtener este por medio de otras vías que no son
bíblicas (oración y ayuno) Primero tenemos que entender que el bautismo
con el Espíritu Santo es don (regalo)
de Dios. Segundo, tenemos que entender
lo que ese regalo significa. Lo
podríamos explicar de la siguiente manera, Jesús bautiza con el Espíritu Santo
a todos los que creen en Él. El bautismo
con el espíritu Santo UNE al
creyente al cuerpo místico de Cristo y lo hace partícipe de todas las
bendiciones que esto conlleva. Por eso
la Biblia dice: "Porque por un solo
Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo…" 1 Corintios 12:13.
3. El creyente una vez "bautizado con el Espíritu Santo"
estará calificado para obtener puestos más altos dentro de la Iglesia. El que
no tenga el "bautismo con lenguas",
no puede ocupar lugar de líder (pastor,
diácono, etc.) en la iglesia.
Lo que la Biblia
dice: El "hablar en lenguas"
parece ser la “clave” y ‘requisito’ principal de esta
enseñanza. Se procura que todos hablen
en lenguas obligatoriamente. Si podemos leer entre las líneas podríamos
concluir que lo que se busca en realidad es “habar en lenguas” y no el bautismo del Espíritu Santo. Esta
enseñanza tampoco tiene base bíblica dado que en la Biblia, el mismo apóstol
Pablo, hablando en 1 Corintios. 12:13 les
asegura a los creyentes de esta iglesia que "todos habían sido bautizados por el Espíritu Santo" sin
embargo unos versículos más adelante da a entender "que no todos hablaban en lenguas" (1
Corintios. 12:30).
Algunos predicadores, pastores y maestros de la Biblia dicen
que este bautismo mencionado en 1 Corintios. 12:13
es "otro bautismo" del
Espíritu Santo en el cual une a los creyentes al cuerpo de Cristo, que esto
solo tiene que ver con salvación. La
Biblia habla de una promesa, de que el Espíritu Santo es dado una vez. No habla de dos promesas, de dos bautismos,
ni de dos etapas del bautismo. El
apóstol Pablo nos dice para aclarar toda duda que "hay un solo Espíritu y un solo Bautismo" (Efesios 4:4-5)
Como ya mencionamos, se considera a los que “hablan lenguas” los más espirituales de
la iglesia, capaces de ser lideres, diáconos, obreros, ministros, evangelistas
y pastores. Es triste que se use este
criterio para otorgar puestos tan importantes en la iglesia. No encontramos
ninguna base bíblica, ni por orden ni por ejemplo para respaldar esta forma de
doctrina. El hablar en lenguas no hace una persona más espiritual que otra. Si estudiamos bien la Biblia veremos que en
la única carta donde se mencionan las lenguas y se habla de personas hablando
en lenguas es en la iglesia de Corinto, una iglesia que de acuerdo a la Biblia
era una iglesia "carnal" e
inmadura, eran niños en la fe (1 Corintios 3:1-6).
También es importante que tengamos claro que cuando la Biblia habla de
cristianos victoriosos, habla de cristianos espirituales o guiados por el
Espíritu. En Gálatas
5:2-23, se presenta una lista del fruto del Espíritu y el hablar en
lenguas no está dentro de estos. Además, cuando buscamos en la Biblia para ver
cuáles son los requisitos para los que desean puestos ministeriales de líder en
la iglesia como lo vemos en 1 Timoteo 3:1-13 y Tito
1:5-9 tampoco se hace mención alguna al hablar en lenguas como un
requisito a llenarse. ¡Que nos enseñe la Biblia! Y aclaramos
que tampoco se pide como requerimiento ninguna otra manifestación del Espíritu
como las vemos en 1 Corintios 12.
4. El creyente que no ha hablado en lenguas
por lo menos una vez, no está bautizado con
el Espíritu Santo y debe continuar su búsqueda hasta recibirlo con la
"señal de las lenguas".
Lo que la Biblia
dice: Otra vez, vemos la importancia que se le da a “las lenguas”. Se requiere que el nuevo bautizado en el
Espíritu Santo tenga la experiencia de "hablar en lenguas al menos una vez al momento del bautismo",
como garantía o prueba a los demás de que ha sido bautizado. Qué triste que muchos crean y enseñen esto
sin contar con la base bíblica para ello.
Como cristianos debemos entender lo que son las "lenguas" y su verdadero
significado de acuerdo a la Biblia. Esto conllevaría a un estudio más profundo
y una discusión de la manifestación de los dones espirituales lo cual va más
allá del propósito de este estudio, pero debemos entender que:
Aunque los que enseñan esta doctrina utilizan versos
bíblicos para respaldar esta enseñanza es interesante ver que ninguno de estos
versos es tomado de las epístolas (cartas)
doctrinales de Pablo, Pedro, Juan o algún otro apóstol. Todas son tomadas del
libro de Hechos, un libro mayormente histórico en contenido. En este libro se
relatan los sucesos de la iglesia primitiva y aunque como Palabra inspirada de
Dios hay doctrinas y principios establecidos en él, estas también son
re-introducidas en las demás epístolas. Es interesante notar que los versos
utilizados de este libro para respaldar la doctrina de las lenguas con relación
al bautismo no se mencionan en ninguna otra parte de la Biblia. En la carta de 1
Corintios el Apóstol Pablo aclara que las lenguas son un don del
Espíritu pero que todos no hablan en lenguas.
Es un error el hacer creer a los ya creyentes que necesitan
"buscar el bautismo del Espíritu
Santo" o "buscar la
promesa" para alcanzar un nivel más alto que los otros. Ya hemos visto
que el bautismo es un regalo de Dios por medio del cual Cristo une a los
creyentes a su cuerpo y los hace parte de la iglesia. Cuando Cristo bautiza con
el Espíritu Santo, no solamente nos une a su cuerpo sino que nos da a "beber del Espíritu" 1 Corintios 12:13, o para entenderlo mejor, el
Espíritu Santo hace su morada dentro del creyente, su cuerpo se convierte en
"templo del Espíritu Santo"
1 Corintios 6:19.
Muchos son los que se frustran de tristeza al no poder
recibir eso que tanto desean, "las
lenguas", pues creen que Dios no los oye ni los ama, pues no les da el
Espíritu Santo ¡Si supieran que ya lo
tienen!. Otros se obligan a hablar en lenguas y repiten algo que han oído a
alguien decir o inventan lenguas para satisfacer los deseos de aquellos que
quieren oírlos hablar en lenguas para estar seguros de que ha sido bautizado.
A eso viene la
pregunta: ¿Qué explicación se le
dará a aquellos tardaron uno, dos, tres, cinco, quince o más años antes de
"hablar lenguas?”O ¿Qué de aquellos que en su interior saben
que pretendieron hablar en lenguas para quedar bien con los que se lo exigían,
o que se les dirá a otros que toda su vida de cristianos, quizá muchos años,
han buscado hablar lenguas y no lo han conseguido?
¿Cuál sería la
respuesta?
a) ¿Se
les podrá decir que ellos nunca fueron verdaderos cristianos y que jamás
pertenecieron al cuerpo de Cristo?
b) ¿Que
no tenían fe suficiente para recibir el bautismo, lo cual significaría que
tampoco eran salvos, pues la salvación se recibe por fe?
c) ¿Les
dirán que quizás Dios no quería que ellos tuvieran el Espíritu Santo o que no
era para ellos?
d) ¿Quizás
se les dirá que no estaban destinados a la salvación o que en realidad eran
hijos de perdición?
e) ¿Se les dirá que nunca estuvieron
revestidos de Cristo?
f) ¿Tal
vez se les dirá que algunos pueden ser salvos sin recibir el bautismo con el
Espíritu Santo?
g) ¿Les
dirán la verdad?
5. Hay personas que tienen el don o poder para
que otros reciban "el bautismo con
el Espíritu Santo" al imponerles las manos, (Se utiliza Hechos 19:6 para respaldar esta enseñanza.)
Lo que la Biblia
dice: Antes de poder entender lo que está ocurriendo en los eventos que
tomaron lugar en el libro de Hechos, debemos entender un poco de historia
bíblica. En Hechos 1:8 Jesucristo dijo a sus
discípulos, "pero recibiréis poder
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra".
Si miramos el orden de los lugares que Jesús dijo que los discípulos le serian
testigos: Los judíos, los samaritanos y los gentiles, debemos de entender que
aquí hay una orden y un requisito. Los discípulos debían de testificar a los
samaritanos y a los gentiles igual que a los judíos. La llenura del Espíritu Santo se puede
recibir por medio de la imposición de manos tal como ocurrió con el apóstol
Pablo en Hechos 9:17 y con los samaritanos en Hechos 19:6.
Los Samaritanos no eran considerados gentiles por los
judíos, aunque en parte lo eran. "Los
judíos y los samaritanos no se trataban entre sí" (Juan 4:9) Los samaritanos eran mitad judíos y mitad
gentil. Cuando el reino se dividió después del reinado de Salomón, Jerusalén
vino a ser la capital del reino del sur (las
dos tribus de Judá y Benjamín) y Samaria se convirtió en la capital del
reino del norte (las otras diez tribus)
El Reino del Norte se le conoció como Israel y al Reino del Sur se le conoció
como Judá. Esta raza (los Samaritanos) se formó cuando los
colonos de Asiria (gentiles) quienes
habían tomado el reino del norte cautivo, entraron y después de haber llevado
cautivos muchos de los habitantes de Samaria, se apartaron de muchas de sus
prácticas paganas y se mezclaron con los Israelitas que habían quedado atrás en
esta tierra produciendo así una raza mezclada de judíos y gentiles (los Samaritanos). Cuando el resto de
los judíos volvieron del cautiverio y se dieron cuenta de lo ocurrido, estos
rechazaron a los medios judíos que vivían en Samaria y por lo cual no los
trataban ni los aceptaban en su religión ni en su templo.
Los Samaritanos formaron entonces su propia secta judía
basada solamente en el Pentateuco pues consideraban que el resto del Antiguo
Testamento no era parte de la Ley, ni que eran libros inspirados por Dios. Construyeron un templo en la ciudad de
Samaria y adoraban en el monte Gerizím, en este monte es donde Abraham ofreció
su primer sacrificio (Génesis 12:6,7) Desde
entonces había dos templos, uno en Samaria y otro en Jerusalén. Por esta razón la mujer Samaritana le hizo el
comentario a Jesús acerca de los lugares de adoración en (Juan 4:20). Los judíos trataban con los gentiles pero
no con los Samaritanos.
El Evangelio de Cristo y el poder y el bautismo por el
Espíritu Santo es para todas las razas del mundo y su Iglesia es una sola. Muchos discípulos no entendían esto, los
judíos siempre habían sido la raza y nación en la cual Dios había derramado su
poder y su Espíritu Santo sobre los profetas y sus siervos. Ahora era necesario
que ellos entendieran que el evangelio de Cristo se extendía también a los que
no eran judíos y debía de manifestarse el Espíritu Santo en ellos de la misma
manera en que lo hizo sobre los judíos en el día de Pentecostés, con la señal
de las lenguas. El apóstol Pablo nos enseña:
1 Corintios 14:22 “Las
lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos".
Aquí los incrédulos son los judíos. Los judíos en su mayoría
eran incrédulos y necesitaban esta señal para poder convencerse de que el
Espíritu Santo era también para los no judíos, pero aún así la mayoría no
creería:
1 Corintios 14:21 “En la
ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y
ni aún así me oirán, dice el Señor".
Los discípulos hicieron tal como Jesús les ordenó y por lo tanto
las señales fueron iguales en todos los casos para confirmación de que era Dios
obrando en medio de ellos. La predicación y expansión del Evangelio tomó lugar
de forma que se siguió el orden mandado por Jesucristo. Veamos las citas bíblicas:
1. En Jerusalén:
Hechos 2:4: "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen"
Este suceso ocurrió el día de Pentecostés cuando los cómo
ciento veinte estaban en el aposento alto y fue la primera vez cuando se habló
en lenguas extranjeras por los judíos.
2. En Judea:
Hechos 8:1: "Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo gran persecución contra la
iglesia que estaba en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea
y de Samaria salvo los apóstoles."
Por causa de la persecución que se levantó en este tiempo,
los cristianos se vieron obligados a salir de Jerusalén. Y fueron tal como Jesús les había ordenado, a
Judea y Samaria..., predicando el evangelio.
3. En Samaria:
Hechos 8: 5,14: "Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad
de Samaria, les predicaba a Cristo. 14 Cuando los apóstoles que estaban en
Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a
Pedro y a Juan; 15 los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que
recibiesen el Espíritu Santo; 17 entonces les imponían las manos y recibían el
Espíritu Santo."
En esta ocasión el mensaje del Cristo llega a Samaria tal
como Jesús lo había dicho, pero el Espíritu Santo no descendió sobre los
samaritanos hasta que llegaron Pedro y Juan quienes eran apóstoles del Señor y
fundadores principales como columnas en la iglesia (Gálatas
2:9) Muchos intérpretes de la
Biblia consideran que esto era necesario para que los nuevos convertidos
Samaritanos fuesen identificados con la iglesia de Jerusalén y de esta manera
asegurar que no hubiera división tal como la hubo bajo la ley lo cual
debilitaría el cristianismo especialmente en su comienzo. De esta manera los samaritanos entenderían que
había una sola iglesia de Cristo la cual estaba bajo el liderazgo de los
Apóstoles y además los judíos entenderían que los Samaritanos también eran
parte de este derramamiento del Espíritu Santo y esta obra de Dios. El texto no dice que hablaron en lenguas,
quizás profetizaron, "la profecía
es por señal a los creyentes" (1 Corintios
14:22), y los apóstoles eran creyentes.
4. Hasta lo último de la tierra (Los gentiles)...
Hechos 10:45-46: "Y los fieles de la circuncisión [judíos]
que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los
gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que
magnificaban a Dios".
Este suceso ocurrió en la casa de Cornelio. Las lenguas
fueron por señal a los judíos cristianos que eran incrédulos y no pensaban que
el Espíritu Santo se derramase también sobre los gentiles, estos estaban
espantados de que esto ocurriera, es importante notar que Pedro no estaba
espantado sino los que vinieron con él. Aquí las lenguas fueron como señal a
los judíos incrédulos, no a Pedro.
En Grecia...
Hechos 19:6: "y habiéndoles impuesto Pablo las manos,
vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban".
En esta ocasión, estos hombres eran creyentes del mensaje de
Juan el bautista, y aunque creían en el Mesías todavía no habían sido expuestos
al mensaje completo del evangelio y la fe en Cristo y el don del Espíritu
Santo; solo habían sido bautizados en el bautismo de Juan. Pablo estaba
consciente de que el Espíritu Santo le era dado al creyente al momento de
creer, (Hechos 19:2), por lo cual les preguntó
si habían recibido el Espíritu Santo, ellos no habían oído ni siquiera si había
Espíritu Santo, entonces al Pablo imponerles las manos ellos recibieron el Espíritu
Santo lo que los identificaría como verdaderos cristianos. Eran doce hombres en
total los cuales recibieron dones para hablar en lenguas y para profetizar.
Algunos grupos (no todos) enseñan que las lenguas se
pueden aprender de alguien que esté capacitado para enseñarlas.
Lo que la Biblia
dice: Esta enseñanza es completamente anti-bíblica en dos aspectos.
Primero, solamente el Espíritu Santo es capaz de enseñar a alguien a hablar
nuevas lenguas pues las lenguas son don del Espíritu Santo. Segundo, la Biblia
nos enseña que no debemos de preferir el don de las lenguas, sino aquellos que
son de más bendición y edificación a la iglesia en su totalidad. (1 Corintios 12:28-31; 14:12), y si alguien habla en
lenguas extrañas debe pedir a Dios el poder interpretarlas para que la iglesia
sea edificada (1 Corinitos 14:13-14) Pablo dice
que aunque desea que todos hablen en lenguas, prefiere aun más que se
profetice, porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas (1 Corinitos 14:5).
Creencia 3
El Bautismo del Espíritu Santo al momento de la Salvación
Lo que la Biblia
dice: Después de haber estudiado los antes mencionados puntos de vista
y escudriñarlos a la luz de la Biblia, solo podemos decir que ésta es la
doctrina sana y correcta. ¡Aleluya!
Las siguientes citas bíblicas nos demuestran esta gran verdad: Juan 7:38-39; Hechos 2:38-39; Hechos 10:44; 19:2; Efesios
1:13; Efesios 3:6; Gálatas 3:14; Romanos 8; 1 Corintios 12:13.
El bautismo por el Espíritu Santo nos identifica con Cristo.
Nos une a su cuerpo, y nos hace parte y partícipes de la iglesia
invisible. El bautismo del Espíritu
Santo es el proceso por medio del cual se purifica al pecador y se le hace
aceptable ante Dios. Los Hijos de los Creyentes que nacen y crecen en la
Iglesia, aunque son partes de la misma de forma externa, deben de ser
regenerados y experimentar de forma personal el bautismo por el Espíritu Santo
para llegar a ser parte del cuerpo espiritual e indivisible de creyentes
nacidos de nuevo.
Como hemos visto este acto va muy unido a la regeneración
tal como lo dice el Apóstol Pablo a Tito "Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor
para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros
hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la
regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en
nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador" (Tito 3:4-6)
Como dice la Escritura, “El que cree en mí de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo [Jesús] del Espíritu que habían de
recibir los que creyesen en él..." (Juan 7:38-39)
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