¿Está bien que un
cristiano vaya a las discotecas?
¡No! Porque ¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas
o el templo de Dios con el templo de los demonios o que armonía tienen un
creyente con un incrédulo? (1
Corintios 6:14).
Las discotecas son lugares diseñados para dar rienda suelta
a los deseos de la carne. En tales
lugares hay bebidas alcohólicas que terminan en borracheras, bailes
desagradables a Dios, música que no edifica el espíritu y un ambiente propicio
para la práctica de pecados sexuales como la fornicación y el adulterio. La Biblia condena toda esa práctica de cosas
y nos advierte que nos mantengamos alejados de ellas
Romanos 6:1 “¿Qué
diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? 2 ¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto
al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”.
Romanos 12
“1 Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios que presentéis
vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro
culto racional. 2 no os conforméis a
este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios: agradable y perfecta”.
Aun cuando el Cristiano piense que no va a esos lugares a 'pecar', el simplemente hecho de estar
allí significa que aprueba lo que esos lugares promueven.
¿Pueden bailar los cristianos?
Antes que nada es importante que hagamos una aclaración
sobre el baile. El baile es una práctica
universal de todos los pueblos y grupos étnicos. Tanto en la cultura secular de cada grupo
como en la Biblia, el baile representa alegría.
La palabra bailar en el Antiguo Testamento es: “châgag”
y significa “moverse en un círculo,
eso, es marchar en una procesión sagrada, observar un festival y por
implicación celebrar, danzar, moverse de un lado a otro”. También está la palabra para ‘baile’ (mâchôl) que habla del movimiento
del cuerpo y la palabra “râqad” que indica saltos grandes de alegría y
gozo.
Salmos 30:11 Has cambiado mi
lamento en baile (mâchôl); me
quitaste la ropa áspera y me vestiste de alegría.
Eclesiastés 3:4 tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de hacer duelo y tiempo de
bailar (râqad)
En el Nuevo Testamento la palabra es: orcheomai
y significa “danzar
(con movimientos distintos o mociones regulares); baile”. Jesús hablando dijo:
Mateo 11:17 diciendo:
"Os tocamos flauta y no bailasteis; os entonamos canciones de duelo y no
llorasteis".
En el Antiguo Testamento tenemos algunos casos donde se usa la palabra ‘danza’ en nuestras versiones hispanas
en lugar de baile. Por ejemplo:
Éxodo 15:20 Entonces María,
la profetisa, hermana de Aarón,
tomó un pandero en su mano, y
todas las mujeres salieron detrás de ella con panderos y danzas (mechôlâh).
2 Samuel 6:14 David, vestido con un efod de lino, danzaba (kârar) con todas
sus fuerzas delante de Jehová.
Como vemos el concepto del baile no es ajeno a la Biblia; es
usado como expresión de alegría y gozo por algún evento especial ya sea
religioso o secular. Había bailes
relacionados a los cultos paganos y también bailes relacionados a la adoración
a Dios. El baile no estaba limitado solo
a las mujeres, los hombres también bailaban.
Bailar es simplemente ‘mover el
cuerpo al son de la música.’ Eso significa entonces que los cristianos
pueden y aun bailan, especialmente en denominaciones carismáticas donde
históricamente se acostumbra adorar a Dios con música rápida y alegre con
ritmos tropicales. Es normal ver tanto hombres como mujeres moviendo su cuerpo,
sus pies y sus manos al son de algún “corito”
movido. En tiempos recientes algunas iglesias han incorporado el concepto del “baile hebreo” con grupos de danza en sus cultos de
adoración donde tienen jovencitas vestidas con ropas que se extienden desde lo
muy conservador hasta lo indecente. Estas jóvenes por lo general están en la
parte al frente de la iglesia con panderos adornados, telas de varios colores,
o banderines que mueven de un lado al otro al son de la música. Sin embargo hay
otras iglesias que están en total desacuerdo con estas prácticas.
El baile secular
Por otra parte, si la biblia tiene tanto que decir del baile
y no condena el baile en la fiesta o momento de alegría, ¿Por qué razones
algunas denominaciones no acepten el baile como algo inaceptable para un
cristiano? ¿A qué se debe? Existen varias razones para eso. La más común es que
el baile en nuestra cultura está relacionado con la fiesta mundana, la
discoteca, el club nocturno y aun hasta la perversidad inmoral donde hombres y
mujeres mueven sus cuerpos de forma seductora y sexual fin de provocar a
otros. Aquellos cristianos que salieron
de una vida de pecado por lo general estuvieron en ambientes donde el baile era
parte de toda clase de prácticas no cristianas tales como las borracheras, las
drogas y en muchos casos el baile con una pareja del sexo opuesto era la puerta
a la infidelidad.
¿Es malo bailar en
familia?
Pero surge otra pregunta, la cual no es si los cristianos se pueden mover al son de la música
cristiana en la iglesia, o si deben irse a una discoteca a bailar con
desconocidos en un ambiente de pecado no cristiano, lo cual es completamente
inaceptable, sino si pueden bailar al son de la música popular en una fiesta
entre amigos y familiares. Considero que en tal caso es necesario también
considerar de qué tipo de baile se trata, y sería bueno utilizar el principio
bíblico de “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra
cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1
Corintios 10:32).Hay algunos tipos de bailes que son inapropiados para
un hijo o una hija de Dios independientemente de donde se haga.
Si se trata de un baile entre el esposo y la esposa como
aquellos que se llevan a cabo en una boda o el baile de un padre con su hija o
una madre y su hijo en una fiesta de cumpleaños, no considero que haya pecado
alguno. Hay momentos de alegría que se pueden celebrar aun bailando. A los niños desde pequeños le llama la atención
el baile, es decir, mover sus cuerpos al son de la música. Esos son bailes ‘solos’
que son expresiones de alegría y gozo y que aun los adultos pueden bailar sin
problema alguno.
Baile entre otras
parejas
El problema está en
que cualquier tipo de baile que se haga en pareja que no sea de esposos tiene
el potencial de crear ideas dañinas en la mente. Durante esa clase de baile se
está tocando el cuerpo de un hombre o mujer que no es su cónyuge. Un par de novios adolescentes o adultos bailando pueden excitar deseos sensuales que pueden llevar al
pecado. Es por eso apropiado que
cualquier tipo de baile en pareja que no sea entre pareja de matrimonios legalmente
instituidos sean evitados por los cristianos.
¿Está bien que un
cristiano vaya a las discotecas?
¡No! Porque ¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas
o el templo de Dios con el templo de los demonios o que armonía tienen un
creyente con un incrédulo? (1
Corintios 6:14).
Las discotecas son lugares diseñados para dar rienda suelta
a los deseos de la carne. En tales
lugares hay bebidas alcohólicas que terminan en borracheras, bailes
desagradables a Dios, música que no edifica el espíritu y un ambiente propicio
para la práctica de pecados sexuales como la fornicación y el adulterio. La Biblia condena toda esa práctica de cosas
y nos advierte que nos mantengamos alejados de ellas
Romanos 6:1 “¿Qué
diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? 2 ¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto
al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”.
Romanos 12
“1 Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios que presentéis
vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro
culto racional. 2 no os conforméis a
este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios: agradable y perfecta”.
Aun cuando el Cristiano piense que no va a esos lugares a 'pecar', el simplemente hecho de estar
allí significa que aprueba lo que esos lugares promueven.
Finalmente es importante también considerar que tipo de
canción es la que se está bailando. Por lo general es difícil encontrar
canciones populares que tengan un mensaje limpio y positivo que no promueva la
infidelidad y el pecado. Por lo tanto,
el cristiano debe ejercer la distinción entre una canción y otra y en ocasiones
hasta entre ciertos artistas y otros.
Hay artistas y cantantes lo cuales es mejor no oírlos ni de lejos porque
lo que producen es totalmente en contra de Dios y los principios cristianos. Siguiendo esa línea de pensamiento, es bueno
aclarar que aunque hay cantantes que profesan la fe cristiana y cantan música
secular, la gran mayoría de los intérpretes de música cristiana no tienen nada ni
remotamente de cristiano y sus vidas no son ejemplo a seguir ni su música digna
de escuchar ni respaldar por un hijo de Dios mucho menos bailar al son de ella
dando asentimiento y aprobación de esa manera a sus pecados y su rebelión contra Dios.
Finalmente, “mirad
que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles”
(1
corintios 8:9).-
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