sábado, 2 de febrero de 2013

¿AVIVAMIENTO O ENGAÑO?





                   ¿AVIVAMIENTO O ENGAÑO? 

Algunas iglesias bautistas han dado un giro a sus métodos de culto pues llegaron a la conclusión que no crecían porque les faltaba algo, y ese algo, creyeron encontrarlo en las prácticas y doctrinas fascinantes de los carismáticos. La incorporación de prácticas litúrgicas como, palmear al cantar coritos, alzar las manos, danzar en el Espíritu, echar fuera demonios, y el énfasis exagerado en algunos dones extraordinarios como, el hablar en lenguas, predecir eventos futuros en la vida de las personas, interpretar sueños, sanar enfermos, han sido la clave para el supuesto avivamiento que estaban buscando y que les traería el anhelado crecimiento numérico.
Están muy orgullosas dichas iglesias, creyendo que ahora sí el Señor les ha dado un gran avivamiento, del cual están excluidos aquellos pastores retrógradas, recalcitrantes, tradicionalistas, ortodoxos, o sin visión como suelen llamarlos e igualmente sus iglesias muertas. Tendrán la razón estas iglesias con sus pastores?  Pues no, como tampoco la tiene el movimiento carismático en general. Por varias razones:

1.      Se le ha dado una importancia exagerada a la experiencia personal mística, sobre la objetividad de la Palabra de Dios. Esto ha ocasionado el que estas iglesias están siendo edificadas en un subjetivismo espiritual, donde lo importante es lo que usted sienta o experimente, sin comprobación en la Palabra de Dios.

2.      Es un avivamiento espiritual falso. Sabía usted que Satanás también falsifica los dones espirituales? El supuesto avivamiento espiritual de los carismáticos es muy parecido al que se dio en el siglo II con Montano y que se ha repetido muy ocasionalmente en la historia de la iglesia.
Los bautistas no necesitamos un avivamiento de esa clase, porque es contraria a las doctrinas bíblicas que hemos creído desde el principio; creo sí que necesitamos una renovación, pero no carismática sino una renovación en la doctrina bíblica, necesitamos volver a las escrituras siguiendo el principio Bíblico de “Renovar nuestro entendimiento para comprobar la voluntad de Dios” (Romanos 12:2). Como bautistas debemos estar en permanente auto-examen a la luz de la palabra de Dios, haciendo los cambios necesarios cuando nos apartamos de sus enseñanzas, pero esa permanente reforma debe ser hecha por la Palabra y no por el movimiento carismático.
Nuestras iglesias necesitan irremediablemente una renovación teológica que nos haga volver al fundamento bíblico que caracterizó a los bautistas desde el principio. Quisiera preguntar, cuántos pastores y líderes de nuestras iglesias, tienen un claro entendimiento
sobre las Doctrinas de la Gracia de Dios? Estas doctrinas bíblicas enseñan que el hombre está contaminado por el pecado, que si no fuera por la Gracia soberana de Dios seguiría en eterna condenación, que Cristo dio su vida en la cruz para salvarlo, que Dios en su Gracia nos busca y nos atrae hacia él y que solamente en su poder podremos perseverar hasta el fin. Cuántos predican éstas doctrinas? en un mundo en el que se resalta el poderío de las obras humanas y la autonomía del hombre en asuntos morales?
 Las Escrituras enseñan no solamente que Dios tiene un plan general que está siendo llevado a cabo en la historia humana, sino también que el propósito de Dios se aplica al individuo. Cuando un hombre es salvo, no es salvo como un asunto del azar o de accidente o de suerte; es salvo como continuación de un eterno propósito de Dios. Dios salva al hombre porque su intención es salvarlo. El salva a un hombre particular, en un tiempo particular y bajo ciertas circunstancias dadas, porque ésa es su intención. 
En la Biblia vemos que la salvación se le atribuye a Dios. La salvación es obra de Dios. Pero la salvación incluye este cambio de la mente y del corazón que llamamos conversión. No es cierto que el pecador de sí y por sí mismo se arrepiente y cree y que entonces Dios entra después en el proceso del perdón. No, Dios está en el proceso desde el principio. Su trabajo es producir arrepentimiento y fe. Y él trabaja por crear las condiciones bajo las cuales él puede perdonar. Busca al pecador. Nosotros nos rendimos a un Dios que nos atrae hacia sí. Nosotros lo buscamos a él porque él nos buscó primero a nosotros. El evangelio de Cristo es el evangelio de un Dios que busca...Llevar los hombres a Cristo es la obra de Dios. Sin este poder de atracción los hombres no podrían venir a Cristo (Juan 6:44)1
No le llama poderosamente la atención que la salvación es del Señor? Por lo tanto el añadirá a la iglesia los que han de ser salvos. Por supuesto que lo hará mediante nuestra evangelización, pero al fin y al cabo El es el que regenera. Nuestra tarea es ser fieles al mensaje bíblico, y no tanto buscar innovaciones litúrgicas o teologías de moda para poder atrapar al pecador mediante la manipulación y el engaño.-

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