TENTACIÓN Y PECADO
Génesis 3: 1-24.
"13 Cuando
alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no
puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado,
cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15 Entonces la
concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado,
siendo consumado, da a luz la muerte". (Santiago 1: 13-15)
El diablo me hizo
hacerlo
Muy a menudo hemos escuchado de la boca de pastores,
ministros, laicos y otras personas que han caído en pecado, utilizar la famosa
frase "el diablo me hizo hacerlo".
Es una aseveración que se hace hoy muy a menudo solo para sentirse libre de
toda culpa, pero, ¿Cuan cierto será eso? Es verdad que el diablo es un
malhechor y desea por todos los medios que hagamos lo que va en contra de Dios;
pero ¿Quien es últimamente responsable por los pecados cometidos, el diablo o
la persona quien comete el pecado?
De acuerdo a la Biblia, podemos ver que el ser humano será
siempre responsable por todas sus acciones, malas o buenas. ¿Qué pensaría si
dijéramos a alguien que ha hecho algo bueno que la recompensa por esa buena
obra será dada a Dios? Pues si el Diablo es quien se lleva la culpa por todo lo
malo que se hace, sería lógico pensar que Dios debe llevar la recompensa por
todo lo que se hace bueno. Seguramente algunos protestarían ante tal
proposición (aunque es MUY cierto y
todos los cristianos deben reconocer que toda buena dadiva viene de Dios y sin
él nada bueno podemos hacer.); Sin embargo cuando cometemos alguna falta o
hacemos algo indebido rápidamente tratamos de buscar a quien echarle la culpa
de lo sucedido. Acusamos a alguien que esté cerca o que directa o indirectamente
esté relacionado con lo sucedido; si la ofensa es muy clara y sabemos que somos
los únicos responsables por lo cometido, entonces podemos fácilmente decir:
"el diablo me hizo hacerlo"
y así quitar de nosotros toda culpa.
De acuerdo a la lectura en Santiago 1:13-15, podemos
comprender la forma como el pecado se desarrolla hasta que llega a suceder en
la vida del ser humano. Podríamos entonces decir que el pecado es un proceso
que comienza con un simple mal pensamiento al cual la Biblia llama 'tentación’.
Tentación
Significa poner a prueba o solicitar al mal. El ser tentado
no constituye pecado, el ceder a la tentación sí constituye pecado. El Diablo o
Satanás puede de alguna forma, quizás, crear la situación para que se produzca
la tentación, pero él jamás podrá hacer que nadie haga algo que la persona no
quiera hacer. Tomemos el ejemplo de Cristo mismo:
Mateo 4: “1 Entonces
Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el
diablo. 2 Y después de haber ayunado
cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le
dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 El
respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios. 5 Entonces el diablo le llevó a la santa
ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de
Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y,
En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 7 Jesús
le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8 Otra vez le
llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y
la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10
Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios
adorarás, y a él sólo servirás. 11 El diablo entonces le dejó; y he aquí
vinieron ángeles y le servían”.
El problema no está en ser ‘solicitado a pecar’, sino ceder ante tal solicitud. Como vemos, Jesús fue tentado, solicitado a
pecar, pero él no pecó:
Hebreos 4:15 “Porque
no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.
Aunque Cristo tenía un cuerpo de carne, no tenía una
concupiscencia pecaminosa. Esto prueba
que cuando la Biblia se refiere a “la
carne”, no se refiere a lo físico sino a la naturaleza caída. Cristo no tenía una naturaleza caída aunque
tenía un cuerpo carnal. A diferencia de
Cristo nosotros tenemos ambas cosas, un cuerpo de carne, y una naturaleza
caída, por eso debemos depender constantemente de Dios y su Espíritu Santo para
vencer las tentaciones y controlar la naturaleza carnal.
El proceso del
Pecado
Si somos creyentes, el diablo no tiene poder sobre nuestras
vidas. Pues ya no le pertenecemos a él. El que no ha nacido de nuevo no es de
Dios, es del diablo, éste tiene control de sus vidas. Pero esto no quita la responsabilidad por sus
hechos, pues son ellos quienes han escogido seguir en pos del "príncipe de este mundo" Efesios
2:2, y "Dios les ha entregado a las
concupiscencias de sus corazones".
Romanos 1:24-32.
1. Mala concupiscencia -
Deseos que provienen de la mente (el corazón) y que van contra la ley de Dios.
Los malos deseos de la mente son los que provocan al hombre
o la mujer para que haga lo indebido (pecado.) Por esta razón es tan importante
que estemos llenos del espíritu, para controlar los malos deseos de la
carne. Tanto Jesús como Pablo apuntan
hacia “la carne” o la naturaleza
carnal como el origen de los pecados:
Mateo 15: “19 Porque
del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las
fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias”.
Gálatas 5: “16 Digo,
pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque
el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la
carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18
Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas
son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia,
lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras,
contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras,
orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya
os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino
de Dios”.
2. Tentación (la propia
concupiscencia actúa para tentar)
· Atracción -
Como se atrae una víctima con una carnada para poder atraparla. El diablo o la
carne trataran de atraer a la victima para que caiga en pecado. Aunque Dios no
envía la tentación, esta es de cierto modo permitida por Él quien en medio del
problema nos da la salida para que podamos vencer contra el pecado. (1
Corintios 10:13.)
· Seducción / Engaño
- La palabra seducción tiene connotación del ser engañado. La concupiscencia
engañara al individuo con el fin de hacerlo hacer aquello que es indebido.
3. Concepción
Santiago compara esta etapa del pecado con la de la etapa de
gestación o desarrollo de un niño en el vientre de la madre. La concepción es
el momento cuando la criatura se comienza a formar u obtiene vida dentro del
vientre de su madre. Una vez este proceso ha comenzado, si la criatura no es
abortada, pronto nacerá como el fruto de aquella semilla que fue implantada en
el vientre de la madre.
El pecado es concebido cuando (1. Seducción) se comienza a dar vueltas a las posibilidades de cometer
aquello que aunque sabemos va contra la ley de Dios, nos promete algo que
deseamos llegar a tener o alcanzar. Puede ser una relación con aquella bella
joven, o aquel apuesto caballero, o quizás, aquella posición que tanto he
deseado, o aquel dinero que me viniera tan bien en este tiempo de dificultad
económica, o poderme vengar de aquella persona que me hizo algún daño, o quien
sabe que otra cosa. (2. Engaño) Una
vez damos cabida en nuestra mente a estos pensamientos y accedemos. (3. Concepción)
se comete el pecado. "El pecado ha
sido concebido".
Es interesante que sepamos que aunque este proceso de
tentación (Seducción, Atracción)
haya comenzado dentro de nosotros, todavía existe la posibilidad de no llegar a
cometer el pecado (Concepción.) Se
puede EVITAR EL PECADO antes que sea
concebido. Si la persona se da cuenta que está en proceso de cometer un pecado
puede arrepentirse (cambiar de mente), pedir perdón y desistir de su
intento. El pecado una vez concebido,
tal como el niño en el vientre de su madre, será dado a luz. Y tal como en el caso natural de atracción de
un hombre y una mujer, mientras más tiempo pasa, más difícil será evitar la
unión que provocará el embarazo.
Hay pecados que toman más tiempo que otros para ser
desarrollados y concebidos. Algunos toman solo minutos para ser concebidos o
cometidos, mientras que otros pueden llegar a tomar días o semanas. El primer
pecado que se comete normalmente será más difícil, pero mientras pase el tiempo
y cuando la persona se va acostumbrando a pecar, este proceso se hará cada vez
más fácil. La persona se "puede"
llegar a convertir en uno que practica el pecado. El tal no es de Dios de acuerdo a 1 Juan 3:8,
pues se ha puesto bajo el dominio del diablo.
4. Nace el pecado (Alumbramiento)
Este es el momento cuando se lleva a cabo el pecado, se
disfruta o se alcanza lo que se desea. No es un pecado que salió de la nada,
sino que este fue planeado, concebido, desarrollado y alumbrado.
5. Se consuma el pecado
En este momento ya el pecado ha sido cometido. Ha llegado al
tope de la montaña que deseaba conquistar y prontamente por un poco de tiempo
se sentirá el placer de haber llegado a hacer aquello que se deseaba pero que
era indebido.
6. Se produce la muerte
Después de haber sido consumado el pecado, este comenzará a
producir su consecuencia, la muerte. (Romanos 6:23.)
El Ejemplo de Adán
y Eva
Un ejemplo de este
proceso, lo podemos observar en el primer pecado cometido en el huerto del
Edén. Miremos a Génesis capitulo 3 para ver como este proceso tomo lugar en Eva
y en Adán.
Tentación
Engaño
(Génesis. 3:1-5) - Satanás habló a Eva a través de la serpiente de manera que
cuestionó lo que Dios había ordenado respecto al árbol que estaba en medio del
huerto. Ella dijo a la serpiente que no morirían, sino que sus ojos serian
abiertos y serian como Dios. Eva fue engañada (2 Corintios 11:2-7; 1 Timoteo
2:13-14)
2 Corintios 11:2-7 “2
Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para
presentaros como una virgen pura a Cristo. 3 Pero temo que como la serpiente
con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera
extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 4 Porque si viene alguno
predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu
que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien
lo toleráis”.
1 Timoteo 2: “13
Porque Adán fue formado primero, después Eva; 14 y Adán no fue engañado, sino
que la mujer, siendo engañada, incurrió en trasgresión”.
Atracción
(Génesis. 3:6a) –La mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a
los ojos,…y codiciable para alcanzar sabiduría. Eva comenzó a darle cabida
a las posibilidades de sabiduría e inteligencia que obtendría. Ella fue atraída
hacia el árbol porque se veía bien. El pecado siempre que se presenta se
presenta como algo agradable a nuestros sentidos (ojos, boca, oído, tacto.) El
origen del pecado es siempre algo deseable y bueno a nuestros deseos.
Gálatas 1: “6 Estoy
maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia
de Cristo, para seguir un evangelio diferente”.
Gálatas 3: “1 !Oh
gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros
ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como
crucificado? 2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por
las obras de la ley, o por el oír con fe?
3 ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a
acabar por la carne? 4 ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que
realmente fue en vano. 5 Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace
maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con
fe?”.
Concepción
(Génesis. 3:6b) Se cometió el pecado,”…y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual
comió así como ella”.
El pecado
consumado (Nacimiento del Pecado)
(Génesis. 3:6c-7) “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos,
conocieron que estaban desnudos”.
Una vez llevado a
cabo el pecado, se disfrutan de los pocos momentos que siguen al haber obtenido
lo que se deseaba y gozar de los beneficios obtenidos. Adán y Eva gozaron por
un poco de tiempo del supuesto beneficio del pecado, sus ojos fueron abiertos,
recibieron la codiciada sabiduría.
Se produce la
muerte
(Génesis. 3:19) Desde el mismo momento que Adán y Eva
comieron del fruto prohibido, murieron.
El castigo fue “Con el sudor de
tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste
tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”. La muerte no existía hasta
este tiempo, pero a causa del pecado ahora ha llegado a existir. La muerte
(espiritual y física) es la consecuencia del pecado.
Conclusión:
Ciertamente hemos
podido ver como las palabras de Santiago claramente se pueden aplicar a todo
pecado, pues el pecado no es un simple hecho "es un proceso". Quiera Dios que entendamos el poder destructor
del pecado en nuestras vidas y confiemos en Dios para poder vencer las
tentaciones que se nos presentan a diario.
La Biblia dice que "el que
sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado". (Santiago 4:17.) El
que no hace lo bueno esta en desobediencia y por lo cual está en pecado. Ha sido tentado a desobedecer y ha cedido a
la tentación. Lo bueno es no dar lugar
al diablo, a la carne y a la tentación.
Somos nosotros quienes hemos que dar cuenta a Dios por nuestros pecados,
no el diablo, ni el vecino.
El mismo Dios está dispuesto y nos da la ayuda que
necesitamos para no caer en la tentación.
La misma Biblia nos dice:
1 Corintios 10:13 “No
os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que
no os dejara ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar".
Y también nos dice:
Santiago 1:12 “Bienaventurado
el varón que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba,
recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman".
Muchos dicen que
"el diablo conoce cuál es nuestra
debilidad", a lo cual yo digo: "yo también sé cuál es mi debilidad". Por lo tanto no demos lugar al diablo para
que tome provecho de nuestra debilidad, antes debemos fortalecernos en el Señor
y en el poder de su fuerza. (Efesios 6:10)
Enseñanzas
Prácticas
· Someteos a Dios,
humillados y reconociendo que no estamos exentos a caer
· Resistid al Diablo, bajo el poder de Dios
· Vivir guiados por el Espíritu
· Edificaos sobre las Escrituras para el conocimiento de la
verdad
· Permaneced Firmes en la Verdad
· Velando en oración en todo tiempo
"Porque cuando
soy débil, entonces soy fuerte, porque el poder de Dios se perfecciona en mi
debilidad". (2 Corintios 10, 9.)
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