¿Qué Significa Atar y Desatar?
Mateo 16:19 Y a ti te daré las llaves del reino de los
cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que
desatares en la tierra será desatado en el cielo.
Es muy común en
nuestros días, escuchar algunos cristianos ‘atando’ y ‘desatando’
demonios y hasta el mismo diablo. ¿Por
qué lo hacen? Porque toman las palabras de Jesús a los Fariseos en Mateo 12
(Marcos 3 y
Lucas 11) no una declaración de algo que Jesús hizo, sino como un
mandamiento que ellos deben hacer.
Mateo 12:29 De otra
manera, ¿cómo puede uno entrar a la casa del hombre fuerte y saquear sus
bienes, si primero no ata al hombre fuerte? Y entonces podrá saquear su
casa.
Marcos 3:27 Nadie
puede entrar en la casa del hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no
ata al hombre fuerte, y entonces podrá saquear su casa.
Lucas 11:21
Cuando el hombre fuerte armado
guarda su palacio, en paz está lo que posee. 22
Mas si viniere otro más fuerte que él, y le vence, le quita todas las
armas en que confiaba, y reparte sus despojos.
Tomando estos versos junto con las palabras que Jesús habló
a Pedro y los apóstoles en Mateo 16 sobre las llaves de reino y así concluyen
que ellos tienen que andar atando y desatando demonios en distintas partes y
por distintas cosas. Pero los contextos
son MUY distintos, no se habla de
atar y desatar lo mismo. Primeramente
debemos entender que el contexto de los versos anteriores trata de atar
demonios o más exactamente, "atar
al hombre fuerte", es decir al diablo y estamos convencidos que la
Biblia enseña que esto lo hizo Cristo en su primera venida; Sin embargo el
contexto de Mateo 16 no es así.
¿Entonces, qué
significa “atar y desatar” en este
contexto bíblico?
Mateo 16:18-19
Y yo también te digo que tú eres
Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no
prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y
todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatares
en la tierra será desatado en el cielo.
Si estudiamos la Biblia "en contexto", entendemos que aquí Jesús se refiere a 'pecados'. Esto es confirmado cuando
leemos lo que Juan escribió en Juan 20:23. Esta cita nos trae claridad sobre el asunto:
Juan 20:23 A
quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los
retuviereis, les son retenidos
¿Cómo aplicamos estos
versos? ¿Podemos nosotros los cristianos, los pastores, los ministros o
sacerdotes ir por ahí perdonando pecados a la gente? Nosotros solamente
podemos declarar lo que la biblia dice sobre aquellos que se arrepienten y se
apartan de su pecado. A quien se
arrepiente se le declara 'perdonado'
(desatado = libre de culpa.) A quien
no se arrepiente se declara 'no
perdonado' (atado=pecador/ gentil/
publicano); por cierto, el contexto tiene que ver particularmente con el
área de la disciplina en la iglesia:
Mateo 18: 15-18 Por
tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si
te oyere, has ganado a tu hermano. Más
si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos
conste toda palabra. Si no los oyere a
ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y
publicano. De cierto os digo que todo lo
que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la
tierra, será desatado en el cielo.
Nos podemos dar cuenta, que Jesús, en este contexto repite
lo mismo que le dijo a Pedro en Mateo 16. Su
significado se hace claro cuando leemos pasajes paralelos. Vemos que el mensaje se hace evidente cuando
tenemos en cuenta que se habla de “llaves”
(es decir 'autoridad') del reino (es decir, el gobierno de Dios en la tierra
= “edificando la iglesia”). Ahora, cuando se habla en Mateo 18 se hace aun más claro lo
que quiere decir. Cristo dice que si alguien se arrepiente de sus pecados esa
persona es parte de la iglesia (perdonado=desatado)
pero si alguien no se arrepiente de sus pecados, esa persona es gentil y
publicano (pecador=atado).
La interpretación de ese pasaje (Mateo 16:19) es confirmada por Jesús
habla a sus discípulos después de su resurrección y los envía a predicar para “edificar la iglesia” (Juan 20:22-23);
Los discípulos fueron enviados a predicar. El les dijo: “como me Padre me envió, yo os envío”. Cuando Jesús sopla sobre
ellos, recibieron el Espíritu Santo y luego fueron llenos de poder para
completar esa tarea (Hechos 2); Esa es la autoridad que ellos reciben.
A medida que ellos proclaman el evangelio, unos son perdonados y recibidos al
seno de la iglesia (desatados de su
pecado) y otros son condenados (atados
a pecado); de ESA manera se edifica
la iglesia de Cristo. Esa es la misma idea que se da en Mateo 18 y es lo que quiera decir
Cristo a Pedro cuando le habla de las llaves del reino y de atar y desatar
dentro del contexto de la edificación de la iglesia.
Si llevamos el entendimiento al contexto de disciplina
bíblica, que es parte de la edificación de la iglesia, podemos comprender que
los líderes en la iglesia y la congregación de creyentes tienen autoridad
basada en la Palabra para “desatar”
o declarar perdonado, y “atar” o
declarar gentil y fuera de la iglesia a aquellos que no se someten a las reglas
y demandas establecidas en la Biblia para la Iglesia. Es decir, los cristianos,
como congregación tienen potestad para perdonar (desatar) a los arrepentidos y
de condenar como pecadores (atados)
los no arrepentidos.
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