EL DON DE LENGUAS E INTERPRETACION
Las lenguas se mencionan tres veces
en Hechos y también en una sección
de 1 Corintios
(capítulos 12 al
14). En Hechos se refiere a idiomas extranjeros (2:1-3), “…cada uno en
nuestra lengua en la que hemos nacido” (v.8). El don de interpretación es la
capacidad de traducir un idioma. El mayor propósito de la Glosolalia (hablar en
lenguas) es evidente; en Pentecostés ayudó a ganar a 3.000 almas. En
la casa de Cornelio el don de lenguas se
usó para convencer a los creyentes judíos escépticos de que el evangelio era
también para los gentiles. Originalmente las lenguas era “señal no a los creyentes sino a los
incrédulos” (1 Corintios 14:22). Para calificarla como un don, la capacidad
dada por el Espíritu debe ser enfocada hacia el exterior, hacia otros, que
edifique a la iglesia; si no es así, el hablar en lengua que no es
interpretada, a pesar de ser una clase espiritual, no alcanza a ser un don,
porque edifica solamente al que habla (1 Corintios 14:4). Algunos sostienen que, a menos
que alguna persona hable en lenguas, no ha recibido el bautismo del Espíritu.
Es significativo que en la mayor sección que trata de los dones (1 Corintios 12, 13
y 14) Pablo señale que todos los creyentes han sido bautizados en el
Espíritu (1
Corintios 12:13). Puesto que todos los cristianos han sido bautizados,
pero no todos hablan en lenguas, pues las lenguas no pueden ser señal del
bautismo en el Espíritu Santo (Juan 3:34; 1 Corintios 12:11; Efesios 1:13).
Algunos alegan que el bautismo del Espíritu será dado a los creyentes que lo
pidan, pero no hay mención de que los 120 estuvieran pidiendo el Espíritu en
esos 10 días de espera; el Espíritu vino repentinamente sobre el grupo entero,
y no estaban de rodillas sino sentados (Hechos 2:2).
En ninguna parte se ordena a los creyentes a buscar el bautismo del Espíritu;
sería como si un hombre casado le pidiera a su esposa que se case con él. Otros
dicen que las lenguas son muestras de madurez espiritual. En todas las explicaciones
sobre la vida en el Espíritu en las epístolas, el hablar en lenguas ni siquiera
se menciona. Si el don de lenguas fuera parte importante para el crecimiento cristiano ¿Cómo es que en ninguna parte se lo
proclama como tal? La señal de espiritualidad no es hablar en
lenguas sino llevar fruto. El ejercicio correcto de los dones produce fruto del
Espíritu que es Amor (1 Corintios 13:1-13). Si las lenguas son señal de
madurez espiritual y lo mejor de Dios para la vida personal, ¿no es extraño
que los siguientes gigantes espirituales jamás hablaran en lenguas? Hablamos
de Juan Calvino, Martin Lutero, Juan Knox,
Charles Wesley, Whitefield, Juan Bunyan,
Jonathan Edwards, Finney, Wycliffe, Guillermo Carey, George Múller, Hudson
Taylor, Adoniram Judson, Charles Spurgeon, D. L. Moody, Billy Sunday, Billy
Grahan; solo para nombrar a unos pocos. Ningún cristiano debe
sentirse atemorizado porque no ha hablado en lenguas, con tal de que esté
creciendo en la gracia y evidenciando el fruto del Espíritu en el carácter y el
testimonio. Muchos cristianos del Nuevo Testamento no tuvieron una experiencia
en el don de lenguas, incluyendo a los 3.000 convertidos, Esteban,
Bernabé, Silas, Dorcas, Sergio Paulo, el carcelero de Filipos, Crispo, Apolos,
Aquila y Priscila. A pesar de que el argumento del silencio no es
concluyente, la impresión de la iglesia primitiva no es la de un grupo de
cristianos conocidos por su hablar en lenguas, sino de un grupo que trastornó
al mundo a través de la predicación clara de un mensaje con un lenguaje
comprensible. Pablo nunca indujo a los Corintios a buscar este don espiritual
en particular; más bien, diplomáticamente, lo sustituye por otras metas. En el capítulo 12
enfatiza la necesidad de los dones; en el capítulo 13 enfatiza lo indispensable del amor; y
en el capítulo
14, la superioridad de las profecías. Al escribir sobre la vida
controlada por el Espíritu en todas sus epístolas, Pablo ignora completamente
las lenguas; después del libro de los Hechos,
solamente un libro (Corintios) menciona las lenguas… y
paradójicamente lo menciona como un problema. Tanto las lenguas como la
interpretación de lenguas tuvieron su importancia en la iglesia primitiva,
autenticando el mensaje del evangelio. En la actualidad, con el surgimiento de
los movimientos carismáticos, surge una contradicción doctrinal, puesto que
estos movimientos enfatizan las obras y los dones del Espíritu, especialmente
los dones de señales, cuando que la escritura nos dice que el propósito del
Espíritu Santo es exaltar al Señor Jesucristo (Juan 16:13-14). Es evidente que hay
una contradicción ¿Qué opina usted?
¿Movimiento Carismático Pentecostal o la
Palabra de Dios?
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