DECLARADOS
JUSTOS
Ahora que DIOS NOS HA DECLARADO JUSTOS POR HABER CREÍDO
EN SUS PROMESAS, podemos disfrutar de verdadera paz con él merced a lo que
nuestro Señor Jesucristo hizo en nuestro favor. Romanos 5:1
(Paráfrasis)
Contenido:
¿Qué es la Justificación?
¿Cómo somos justificados ante Dios?
¿Cuáles son los resultados de la Justificación?
¿Puede un Justificado
llegar a ser Des-Justificado?
De las doctrinas de la Biblia, creo que no nos
equivocaríamos si dijéramos que la más bella de todas ellas es la doctrina de la
Justificación. Esta doctrina no es solo bella sino que está entre las más
importante doctrinas de la Iglesia y sobres las cuales descansa la verdadera
fe, la verdadera religión y la verdadera relación del hombre con Dios. La
doctrina de la justificación resalta el carácter de Dios tanto en su justicia
como en su misericordia para con el hombre pecador. Esta doctrina glorifica a Dios Padre y la
obra redentora de Cristo en la cruz del Calvario así como las bendiciones que
obtenemos de Dios por medio de la obra del Espíritu Santo.
Es muy importante para todo estudiante bíblico serio y para
todo aquel llamado cristiano, el tener un claro entendimiento sobre la verdad
que encierra esta gran doctrina cristiana y no solo entenderla sino creerla con
todo su corazón, sin dudar de ella en nada, reconociendo que sobre la verdad
que encierra esta doctrina descansa su futuro eterno. La doctrina de la
Justificación contesta a la interrogante ¿sobre
quién descansa la salvación? Y es
por eso que sobre este punto específico se produjo lo que hoy conocemos como la
Reforma Protestante. Fue sobre la interpretación de esta doctrina bíblica tan
importante que se produjo la separación final entre Lutero y la Iglesia Católica, lo Evangélico de lo Romanista, lo bíblico
de lo no-bíblico. Una idea o interpretación equivocada sobre esta doctrina
puede determinar el destino final de una persona. Fue por ésta doctrina que los Reformadores no
vacilaron en enfrentar aun la muerte y es ésta doctrina es la que hoy nos
define como verdaderos Cristianos y nos separa de aquellos pretensiosos y
falsos cristianos que se levantan en la Iglesia de Cristo.
A veces tendemos a pasar por alto ciertas verdades de la
Biblia o no a no darles la debida atención. Existen grandes doctrinas que
definen la verdadera Iglesia de Cristo; doctrinas conocidas como fundamentales o no-negociables, tales
como la Suficiencia de las Escrituras,
el Sacerdocio de todos los Creyentes, la Deidad de Cristo, su Nacimiento
Virginal, su Muerte y Sufrimiento Substituto, y su Resurrección Corporal, etc.
Todas estas doctrinas son más que vitales para la Iglesia y sin ellas no somos
Iglesia; pero estoy convencido de que sobre ésta Doctrina de la Justificación,
descansa la verdadera religión Cristiana; aquí se fundamenta el factor que
decidirá finalmente si somos Cristianos Verdaderos o si no lo somos. La
doctrina de la Justificación es el centro mismo del Evangelio (Buenas Noticias) y sin un claro
entendimiento de esta doctrina, hemos pervertido y destruido la posibilidad de
salvación, no solo para nosotros, sino para todos aquellos a quienes podamos
alcanzar con lo que predicamos. Es por eso que meditando sobre esto, me
propongo introducir al lector a la realidad y verdad sobre la importante
doctrina bíblica de la Justificación. Espero que sea usted edificado y movido a
creer firmemente en esta doctrina la cual sostiene sobre sí la verdadera fe
Cristiana.
¿Qué es la
Justificación?
Para entender lo que es la justificación, tomemos como
ejemplo a un poder especial que tiene el Presidente de una nación (Por ejemplo el de los Estados Unidos).
Este poder es conocido como "Perdón Presidencial". Toda persona que
haya cometido algún delito, no importando la magnitud de este, tiene la
posibilidad de ser perdonado por el Presidente. La manera como el perdón
presidencial es otorgado es si alguien intercede ante el presidente a favor de
aquella persona que ha sido hallada culpable. El presidente, tiene entonces, a
su discreción, el poder para declarar libre de cargos a quien ha cometido un
delito y quien merece justamente y legalmente la sentencia impuesta. Son muchos
los casos traídos al presidente cada año para ser perdonados por él, pero solo
una pequeña minoría alcanza tal perdón. Si el presidente considera que por
alguna razón la persona se merece una oportunidad y siente misericordia hacia
él o ella, entonces le otorga "El Perdón
Presidencial". Si esto
ocurre, aquel individuo oirá las más bellas palabras que algún ser humano pueda
escuchar:
"Sr.
Delincuente, Usted es Culpable y Convicto, ¡Pero ha sido Perdonado!”
Algo de gran importancia acerca de este 'Perdón
Presidencial' es que el individuo que ha sido dejado libre, no puede
volver a ser juzgado, ni volver a ser sentenciado jamás en su vida por el
delito del cual ha sido perdonado.
Para un reo de muerte, no existe noticia más grande que el
saber que se le ha concedido la vida y que ha sido dejado en libertad y su
delito ha sido perdonado. Aunque eso parece ser injusto, la ley de la nación
respalda tal poder al presidente y nada puede hacerse contra el delincuente una
vez el individuo ha sido declarado "perdonado".
La Justificación en la Biblia, es un acto bastante 'parecido' (no igual) al del perdón presidencial. Es al acto por medio del cual
el 'hombre pecador' es
declarado por Dios 'hombre santo';
el 'hombre culpable' es
declarado 'hombre inocente'; y el 'hombre injusto' es declarado '¡hombre justo'!
¿Cómo somos
justificados ante Dios?
De la manera en que la Biblia nos presenta ésta gran verdad,
es la forma más bella y preciosa que cualquiera pueda pensar. Pero existe un
problema, dentro de aquellos llamados Cristianos, existen varias
interpretaciones a la manera o forma en que los hombres son justificados (declarados justos) ante Dios. Pero por
supuesto, es una sola la verdad, no importando cuán grande sea el titulo de
cristiano que se lleve.
Los Católicos Romanos creen que la "justificación" es "un proceso" en la vida del
individuo el cual comienza con el bautismo en agua (en los niños) y con la santificación del convertido (apartarse del pecado y volverse a Dios)
en los adultos. Después de estos actos iniciales, el hombre va siendo
justificado a medida que progresa en su vida Cristiana. Es un proceso definido
en la Enciclopedia Católica de la
Siguiente manera:
Justificación:
Un término biblio-eclesiástico, el
cuál denota la transformación del pecador de un estado de pecaminosidad a un
estado de santidad y haciéndole hijo de Dios.
La doctrina bíblica a la cual hacemos eco en este estudio es
que el hombre es "justificado por [medio de] la fe" (Romanos 5:1). Esta declaración
bíblica es abiertamente negada y opuesta por la Iglesia Católica cuando en su declaración en el Concilio de Trento declaró lo
siguiente:
...es claramente evidente que LA FE SOLA, ya sea
fiduciaria ó dogmática, NO PUEDE JUSTIFICAR AL HOMBRE
Roma ha declarado en contra de las Sagradas Escrituras que el hombre no es justificado por la fe, sino
que es justificado por medio de su "arrepentimiento
profundo" y por medio del
bautismo en Agua. En la visión Romanista
de la justificación, el hombre es “hecho”
justo. Otros grupos como los Testigos de
Jehová también creen que la justificación se alcanza por medio de las buenas
obras, el hombre es “hecho justo”
por medio de las obras pero en la doctrina 'protestante' y 'evangélica'
hace eco a la Biblia diciendo que la justificación se obtiene sola y únicamente
por medio de la fe y basada en el justicia perfecta de Cristo.
Los cristianos conocidos como evangélicos ó protestantes,
creemos que la justificación no es un proceso el cual es conseguido por medio
de obras de santificación y/o bautismo en agua. Creemos que es una declaración
legal de parte de Dios y por medio de la cual el pecador es declarado "justo".
La Condición
del hombre ante Dios
En el libro de Romanos capitulo tres, el apóstol Pablo declara a
sus lectores que todos los hombres se hallan condenados ante a Dios. Después de
haber expuesto y dejado muy claro que todos están bajo pecado, el apóstol Pablo
hace énfasis en la condición sin esperanza y caótica en la que se encuentran
todos los hombres...
Romanos 3:9-12 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna
manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo
pecado. Como está escrito: No hay justo,
ni aun uno; No hay quien entienda, No
hay quien busque a Dios. Todos se
desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni
siquiera uno.
La idea central del mensaje es que delante de Dios TODOS los humanos están condenados, no
hay "ni
siquiera uno" que haga lo bueno, "por cuanto TODOS pecaron y están
destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Aun aquellos que
creen que sus obras son buenas y le recomiendan ante Dios, el apóstol dice que 'no hay un solo bueno', las buenas
obras de los hombres y todas sus obras de justicia, son suciedad ante Dios (Isaías 64:6).
Esto nos dice claramente que NADIE
se puede levantar ante Dios como alguien que ha hecho lo bueno y por tal cosa 'se merece' el Cielo, el perdón o la
Justificación. El apóstol Pablo habla de que la Ley aunque la ofrecía, no vino
como un medio de ‘salvación’ sino
como un medio de ‘condenación’. Por
medio de la Ley (ya sea escritas en
tablas de piedra o en escritas en la consciencia), se revela la severidad
de Dios para condenar al hombre:
Romanos 3:19-20
Pero sabemos que todo lo que la ley dice,
lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el
mundo quede bajo el juicio de Dios; ya
que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él;
porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
Hechos 13:38-39 Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él
se os anuncia perdón de pecados, y que
de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en
él es justificado todo aquel que cree.
Estando convencidos entonces de que el hombre no puede
llegar al cielo por sus buenas obras, ni por la Ley, que Dios dice que están
condenados y bajo acusación; la esperanza del hombre está destruida y solo le
espera la eternidad 'destituido de la gloria de Dios' (vs. 23).
Ésta, según el apóstol quien nos escribe habiendo sido inspirado por el
Espíritu Santo que es Dios mismo, es la condición de todo hombre.
Solución al
problema del hombre
Pero Dios ha dado una solución al problema del hombre. En el
siguiente verso vemos como el Dios que ha traído la ley para acusarnos y
hacernos ver nuestra miseria y condenación ante un Dios que es todo santo y que
no tolera la más mínima mancha o pequeña partícula de pecado...
Romanos 3:21-24 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la
justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en
Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos
de la gloria de Dios, siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús.
El apóstol dice que la Justificación es de Dios para TODOS los que creen. Esta Justificación
es la solución al problema principal del hombre, su condición de "condenado"
(Romanos. 3:9)
y "destituido"
(Romanos. 3:23)
de la presencia de Dios. En este pasaje Pablo identifica cuatro puntos
importantes que encierra esta justificación. El nos dice que el hombre es
justificado ante Dios:
* Aparte de la
ley
*Gratuitamente
por Su Gracia
*Mediante la
redención que es en Cristo Jesús
*Por medio de la
fe en Jesucristo
El primer punto destruye completamente la idea de que el
hombre debe de hacer buenas obras ya sea legalistas, moralistas o religiosas (ejemplo: bautizarse en agua) para poder obtener la justificación. En el
segundo punto vemos que es "gratuita"
(de gracia) y de tal manera si
existe algo, por muy poco que sea, que el hombre debe de hacer para “merecer” tal justificación, tal cosa
haría la justificación no gratuita sino un pago ó recompensa. Esta
Justificación, nos dice el apóstol en el tercer punto, fue procurada y obtenida
por Cristo en la cruz del Calvario. En la cruz fuimos redimidos de nuestros
pecados y finalmente, dice, es “por medio de la
fe en la obra sustituta de Cristo en aquella cruz”.
Claro está que Cristo fue la persona quien 'intercedió' a favor nuestro (Juan 17).
Tal como el ejemplo presentado arriba en el caso del Perdón Presidencial,
cuando una persona estaba en un estado de justa condenación y sentenciado a
muerte o separación perpetua de la sociedad, podía obtener perdón sin merecerlo
solo al recibir la misericordia (perdón
inmerecido) del Presidente. ¿Qué
bueno puede hacer una persona la cual Dios ha declarado que es culpable y está
condenada y sin esperanza? ¿Qué obra digna de admiración puede hacer alguien
por sí mismo si Dios dice que sus justicias son "suciedades delante de
Él"? la contestación es obvia, ¡NADA!
Romanos 3:19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo
dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo
quede bajo el juicio de Dios.
Job 9:2-3 Ciertamente yo sé que es así; ¿Y cómo se justificará el
hombre con Dios? Si quisiere contender
con él, No le podrá responder a una cosa entre mil.
En una nota similar,
en su carta a Tito Pablo dice:
Tito 3:5 nos salvó, no
por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia,
por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.
¡Ese es el Evangelio!
La justificación 'aparte'
de las obras de la Ley, y aparte de las obras de justicia. Aquellos que
insisten en la participación del hombre, ya sea por buenas obras u obras asignadas
por la iglesia (bautismo, predicación, buenos frutos, etc.) como
cosas 'necesarias' antes de ser
justificados por Dios, en realidad no han entendido el mensaje central del
Evangelio y pervierten la doctrina Cristiana. Ellos al hacer esto, convierten
el Cristianismo en una religión más entre tantas donde el hombre trata por sus
propias fuerzas, obras y justicias de llegar a Dios y alcanzar su favor.
El apóstol Pablo
continúa diciéndonos:
Romanos 3:25-26 A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en
su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su
paciencia, los pecados pasados, con la
mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y
el que justifica al que es de la fe de Jesús.
Dios puso como propiciación a Jesucristo para manifestar su
justicia por medio de la fe. La propiciación tiene que ver con quitar el pecado
de nosotros y a la misma vez satisfacer la demanda de Justicia de parte de
Dios. La justicia divina ha sido manifestada en la cruz de Cristo. Allí en la
cruz, Jesús fue puesto como exhibición de la justicia divina. Los pecadores
debían morir pero Cristo murió en nuestro lugar. Sin embargo, a distinción de
nuestro ejemplo del 'Perdón
Presidencial' arriba, nuestros pecados no son simplemente olvidados
sino que la justicia de Dios ha castigado esos pecados en el cuerpo de Cristo,
nuestro sustituto. Dios tomó nuestros
pecados sobre el mismo en la segunda persona de la Trinidad (Cristo, el
Verbo encarnado). Dios no condenó la humanidad completa por los
pecados del pasado como lo merecía, sino que esperó en su paciencia mirando a
la manifestación de su justicia hasta que llegara el tiempo señalado para que
el sacrificio de Cristo tomara lugar. En este tiempo vemos como "Dios es justo"
habiendo castigado los pecados mientras que a la misma vez declarando justos (justificando) a los que son de la fe de
Jesús, los creyentes.
Romanos 3:27-28
¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda
excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado
por fe sin las obras de la ley.
No hay jactancia en aquel que no ha hecho nada, no hay
jactancia en aquel que se merecía la condenación pero fue declarado justo por
Dios. No queda jactancia para los que verdaderamente entienden el evangelio de
salvación sin las obras de justicia que algún hombre crea 'poder' o intente hacer. ¡La jactancia
queda eliminada por la ley de la fe!
Romanos 4:1-5 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre
según la carne? Porque si Abraham fue
justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a
Dios, y le fue contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario
como gracia, sino como deuda; mas al que
no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por
justicia.
Para más confirmación, el apóstol Pablo continúa en el
próximo capítulo relatando la historia de Abraham, el cual NO fue justificado por las obras, sino por la fe sola. "Porque ¿qué
dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia".
¿Qué jactancia puede haber en eso? ¡Ninguna! ¡Queda excluida por la ley de la Fe! Contrario a las doctrinas que
promueven obras, la justificación no tiene NADA
que ver con el bautismo en agua, el cual es un símbolo de la relación de
Dios con su pueblo. En Colosenses 2:11, el bautismo es comparado a la
circuncisión del Antiguo Testamento, es la señal del pacto. Pablo dice que la
justicia fue hecha, declarada y completada 'antes' de que Abraham se circuncidara...
Romanos 4:9-12 ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente
para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque
decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la
circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la
incircuncisión. Y recibió la
circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando
aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados,
a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; y padre de la circuncisión, para los que no
solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe
que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
No, la justificación no comienza ni termina con el bautismo,
ni con las buenas obras, La justificación NO
ES un proceso; la Justificación es una declaración divina la cual llama al
pecador justo sola y únicamente por la misericordia de Dios y por medio de la FE en Cristo. La circuncisión que
recibió Abraham fue "como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo
estando aún incircunciso".
Dios no requiere que nos santifiquemos para otorgarnos la
Justicia; El nos otorga la justificación aun cuando estamos en pecado. Por eso
repite Pablo las palabras del rey David:
Romanos 3:6-8 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre
a quien Dios atribuye justicia sin obras, diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas
iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no
inculpa de pecado.
La Justificación
demanda humillación
La doctrina de la Justificación es una doctrina que obliga
al hombre a humillarse. El hombre que no se reconoce como pecador y no merecedor
de que Dios le mire, no queda con más ninguna opción que la de pedir a Dios que
tenga misericordia de él.
Job 9:20 Si yo me
justificare, me condenaría mi boca; Si me dijere perfecto, esto me haría
inicuo.
Sin
humillación y arrepentimiento no puede haber justificación.
Mientras el hombre siga pensando que en él hay algo de bueno, que no es tan
malo como los demás, que es un ejemplar, que aunque no es perfecto, es alguien
digno de por sí mismo, etc. ESE
hombre NUNCA encontrará la
justificación que Dios ofrece. La verdadera fe en Cristo requiere un
reconocimiento de la condición en que estamos.
Jesucristo nos
dejó un ejemplo de esta verdad en la siguiente parábola:
Lucas 18:9-14 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y
menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al
templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo
de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres,
ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de
todo lo que gano. Mas el publicano,
estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba
el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa
justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será
humillado; y el que se humilla será enaltecido.
La Justificación
es una Imputación
De la manera en que obra la justificación es que por medio
de la FE en Cristo, el hombre es
visto por Dios con la justicia de Cristo. Esta realidad de que el hombre es
cubierto con la justicia de Cristo fue tipificada en el libro de Génesis.
Después de la caída, cuando Adán y Eva se dieron cuenta de que estaban desnudos
(causa del pecado) procedieron a cubrirse
a sí mismos con hojas (tipo de las
obras del hombre) para no estar desnudos ante Dios. Sin embargo
cuando Dios viene a ellos dice la Biblia que les cubrió su desnudez (pecado = falta de justicia) con las
pieles de un cordero porque como también Dios nos ha dicho "sin
derramamiento de sangre no hay remisión de pecados" (Hebreos 9:22).
Este acto representa la Justicia que Cristo obtuvo para todos los creyentes en
la cruz del Calvario. No solo fue él quien intercedió por nosotros sino que el
mismo fue el cordero quien murió y con cuyo manto de justicia nosotros los
creyentes somos cubiertos...
Isaías 61:10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará
en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de
justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.
El creyente por lo tanto está ‘revestido’ por la justicia de la misma vida de Cristo. El pecado del hombre no es simplemente
perdonado en la sangre de Cristo sino que la misma justicia de Cristo es ‘imputada’ al creyente el cual puede de
esta manera tener completo acceso a la presencia de Dios como alguien
totalmente justo y sin mancha. Es decir, cuando Dios mira al creyente, no le ve
a él directamente sino que le ve con la justicia de Cristo sobre él, por lo
tanto el creyente es 'santo', 'es justo', 'es recto', 'no es pecador'
delante de los ojos de Dios. El hombre
jamás podrá por sí mismo llegar a ser lo suficientemente santo y recto y justo
como para ser aceptado por Dios. El apóstol Pablo reconociendo esta verdad
dijo:
Filipenses 3:8-9 Y ciertamente,
aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de
Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por
basura, para ganar a Cristo, y ser
hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que
es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.
El hombre aun leyendo la clara revelación de Dios en su
palabra que dice que las obras nunca alcanzaran la justicia de Dios, siempre
quiere tener algo que decir en cuanto a su condición. Siempre quiere mirarse a
sí mismo como alguien que ha puesto al menos un granito de arena a favor de su
salvación y esa mentalidad y sentimiento carnal es el que puede llevar a los
líderes de las iglesias llamadas cristianas a no poder aceptar la doctrina
bíblica de la Justificación por la fe.
Entendiendo esto, y reconociendo la tentación de la carne a
querer conseguir mérito para sí, Pablo dice que pone todas las cosas como 'basura' para "ser hallado en él, no teniendo mi propia
justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia
que es de Dios por la fe". Aquí tenemos mucho que aprender de
Pablo, debemos de poner por basura nuestra justicia que es por las obras (oración, buenas obras, ayunos, y sentimientos de
religiosidad) y aferrarnos por una fe inconmovible a la obra de
Cristo en la cruz, reconociendo que es solo por medio de esta fe somos
salvados.
La Justificación
en al Antiguo Testamento
En este punto hay aclarar que aunque antes de la cruz se
vivía bajo la Ley, la manera en que las personas alcanzaban la justificación
delante de Dios no era por medio de las obras, nunca fue así. La justificación
SIEMPRE ha sido obtenida "solamente" por medio de la fe.
Habacuc 2:4 (Romanos 1:17) He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece;
mas el justo por su fe vivirá.
Efesios 3:11-13 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús
nuestro Señor, en quien tenemos
seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él; por lo cual pido que no desmayéis a causa de
mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria.
Filipenses 1:19-21 Porque sé que por vuestra oración y la
suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza de que en
nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora
también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir
es ganancia.
1 Juan 4:16-18
Y nosotros hemos conocido y creído el amor
que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece
en Dios, y Dios en él. En esto se ha
perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del
juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto
amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que
teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
¿Cuáles son los resultados de la Justificación?
Paz (favor/comunión)
con Dios...
La más importante consecuencia de ser justificados tiene que
ver con haber sido declarados en paz con Dios; "Justificados pues por la fe tenemos paz para
con Dios... (Romanos 5:1). El hombre sin Dios está en continua
guerra con él. El es enemigo de Dios (aunque
no lo sepa ni lo crea) y Dios es enemigo de él. Dios aborrece no solo el
pecado sino que también aborrece al pecador (Salmo 11:5; Proverbios. 3:32; Proverbios. 15:29).
El hombre sin Dios está bajo continua (diaria)
condenación de parte de Dios (Salmo 7:11; Efesios 5:6). Pero los que han sido
justificados por Dios gozan de una paz con él. Jesucristo dijo "Mi paz os dejo,
mi paz os doy, no como el mundo la da, yo os la doy" (Juan 14:27).
El mundo ofrece una paz pasajera, pero la paz verdadera solo proviene de una
relación con Dios por medio de la fe en Cristo. Esa es la paz que Cristo da y
que el mundo no puede dar, "paz con Dios".
Salmos 14:5 Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la
generación de los justos.
Salmos 34:15-17 Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus
oídos al clamor de ellos. La ira de
Jehová contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra la memoria de ellos. Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra
de todas sus angustias.
Salmos 37:17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados; Más el
que sostiene a los justos es Jehová.
Es de suprema importancia el entender y meditar sobre esto.
Si una vez hemos sido justificados tenemos paz con Dios, entonces quedamos
libres de la obligación y el deseo natural del hombre 'religioso'
de querer "apaciguar" la ira de
Dios con nuestras obras. Tales obras no lograron nada antes de nuestra
salvación y justificación y no lograrán nada después. No existe necesidad
alguna de temor ante Dios, podemos entrar a su presencia confiadamente como
entra un niño a la habitación de su padre y vivir sin temor a ser condenados
por él y podemos le podemos llamar "Papá"
(Romanos 8:15).
Esta verdad de permanecer en armonía con y paz con Dios
eternamente es afirmada no solo por el acto de Cristo en la cruz del Calvario
donde él tomó nuestros pecados sobre sus lomos y sufrió el castigo infernal que
debía ser pagado por nosotros. Cristo es además nuestro mediador y perfecto
sacerdote quien hace intercesión por nosotros eternamente (porque él no muere) ante la presencia del Padre. La sangre de
Cristo sigue limpiando nuestros pecados y presentándonos limpios y santos ante
Dios día tras día y por siempre.
El creyente ha sido no solo justificado sino que también ha
sido reconciliado con Dios por medio de la sangre de Cristo, "¡El es nuestra
paz!" (Efesios 2:14).
No hay Condenación...
Como consecuencia de estar en "paz
con Dios", el hombre salvado entonces se encuentra en una
situación favorable ante los ojos de Dios y por eso se dice "...Ninguna
condenación hay para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1).
Romanos 5:9 Pues
mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la
ira.
El resultado de la condenación es que seremos salvos de la
ira y la condenación que solo Cristo puede dar. Por medio de la desobediencia (injusticia) de Adán todos heredamos
muerte y condenación pero por medio de la Justicia de Cristo, recibimos perdón
y Vida Eterna...
Romanos 5:18 Así que, como por la trasgresión de uno vino
la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno
vino a todos los hombres la justificación de vida.
Romanos 8:32-34 El que no escatimó
ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará
también con él todas las cosas? ¿Quién
acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que
murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de
Dios, el que también intercede por nosotros
Muertos al
pecado...
El
pecado es el peor problema del hombre. La naturaleza del hombre
siempre tiende al pecado y por consecuencia está condenado ante Dios. Esto es
un gran problema porque la Biblia claramente nos dice "por cuanto
todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23).
El pecado, entonces constituye un gran problema para el hombre porque TODOS pecamos. Para ser destituidos de
la esperanza de salvación NO hace
falta una cadena de pecados o una vida de asesinatos, mentiras o adulterios y
fornicaciones; solo hace falta un pequeño pecado para matarnos y destruirnos.
Adán no cometió un pecado de los que podemos considerar "mayores", el simplemente
desobedeció al comer del árbol prohibido. Entonces de esta manera Adán murió y
cayó en condenación.
La
santidad de Dios no puede tolerar el pecado y su justicia demanda castigo.
Bueno, esa es la meta de la muerte de Cristo en la cruz, resolver el problema
del pecado. Dios nos dice que Cristo quitó del medio el pecado...
Hebreos 9:26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas
veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los
siglos, [Cristo] se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo
para quitar de en medio el pecado.
¿Qué significa eso?
Eso significa que una vez el hombre ha sido declarado justo por Dios, el pecado
no puede matarle, eso es, el pecado NO
PUEDE hacer al hombre perder su posición de favorecido ante Dios, el hombre
no se puede perder por causa del pecado...
Romanos 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no
sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del
pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él.
La Biblia nos dice que el Creyente en Cristo está "muerto al pecado", esto significa
que el pecado no puede matarle, pues YA ESTA MUERTO AL PECADO. El pecado no tiene
potestad sobre el cristiano nacido de nuevo, de la misma manera en que la
muerte no puede matar un muerto el cristiano no puede ser matado por el pecado,
pues ya murió al pecado por medio del Sacrificio de Cristo.
1 Pedro 2:24 Quien llevó él
mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis
sanados.
Herencia con
Cristo...
La recompensa final de los justos es que han de heredar el
reino y todas las promesas que Dios tiene preparados para ellos junto con
Cristo (Romanos
8:16).
Salmos 37:28-30 Porque Jehová ama la rectitud, Y no desampara a sus
santos. Para siempre serán guardados; Mas la descendencia de los impíos será
destruida. Los justos heredarán la
tierra, Y vivirán para siempre sobre ella. La boca del justo habla sabiduría, Y su lengua
habla justicia.
Salmos 140:13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre; Los rectos
morarán en tu presencia.
Proverbios 12:7
Dios trastornará a los impíos, y no serán
más; Pero la casa de los justos permanecerá firme.
Mateo 13:43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el
reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
Mateo 25:46 E irán éstos [impíos] al castigo eterno, y los justos a
la vida eterna.
Romanos 4:13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su
descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia
de la fe. 14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la
fe, y anulada la promesa.
Tito 3:7 Para que
justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza
de la vida eterna.
¿Puede un
justificado llegar a ser "des-justificado"?
Un gran grupo de los cristianos "evangélicos"
de nuestro tiempo creen y predican que es posible haber sido declarado "justo" y volver a ser declarados
"injustos"
nuevamente. Ellos piensan que Dios declara al hombre justo condicionalmente. Es
como decir "te justifico por medio de tu fe pero si no te mantienes en línea y te
portas correctamente te retiro la justificación". Tal forma de
pensamiento va en contra del tenor de la Palabra. Gracias a Dios que la palabra
re-justificado o "des-justificado"
no aparecen en la Biblia. Algunos predicadores dicen en su congregación algo
como esto: "La salvación es por gracia,
eso es amor inmerecido, pero no tenemos que tener cuidado y no predicar lo que
predican algunos, de que la salvación no se pierde, esos ‘salvos siempre
salvos’ dicen que no se pierde, pero si pecamos si se pierde la salvación".
Este tipo de predicadores abundan en algunas iglesias evangélicas. Pero si
usted se da cuenta de lo que dicen, lo puede traducir así "Dios salva a los que no lo merecen pero les quita
la salvación si no la merecen", no hay nada que pueda ser más
absurdo que tal declaración, pero desafortunadamente ese tipo de mensaje es el
que los cristianos de hoy día aplauden. ¿Cómo
es posible que tal mensaje sea un mensaje de Gracia? ; y de hecho ese era
el tema, "la Gracia". Esta falta de confianza en la obra de Cristo
hace que estos predicadores prediquen una salvación por obras llevando así a
sus seguidores a confiar en que ellos pueden mantenerse por medio de su
conducta y buenas obras en paz con Dios. Tal cosa es hacer del Cristianismo una
religión más entre las miles que el hombre se ha inventado. El hombre que ha
sido reconciliado con Dios cuando era enemigo de Dios por medio de la muerte de
Cristo y ahora que ha sido reconciliado y declarado hijo de Dios, como es
posible que pueda perder tal posición favorable ante él cuando un Cristo vivo
tiene aun mas poder (Mateo 28:18) para mantenerle por su vida...
Romanos 5:10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios
por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por
su vida.
“Sí, aun siendo
amigos la salvación se puede perder” dicen ellos, porque cuando las
personas no han entendido bien el evangelio, entonces hablan de esta manera.
Ellos no parecen entender que no hace falta una vida de pecados ni muchos
pecados para ser desechado por Dios. Ellos no entienden que 'un solo
pecado' es suficiente para condenar al hombre. Dios no está contando
pecados hasta ver cuando el individuo se pasa de la línea para
des-justificarle. Al contrario, lo que Dios dice es que a TODOS los que el justificó a estos también glorificó, ni siquiera ‘uno’ de los justificados se quedó sin
ser glorificado...
Romanos 8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los
que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también
glorificó.
El falso mensaje de estos predicadores que enseñan la
doctrina de la "des-justificación"
está también fundada sobre el mal concepto o la falsa idea de que cuando
decimos que la justificación es segura y eterna estamos implicando que se le
puede dar rienda suelta a la carne y al pecado; pero tal cosa no puede estar
más lejos de la verdad.
Tristemente, ellos no solo creen eso sino que algunos han
llegado hasta el extremo de repetir los mismos errores dichos por Roma. Sus
líderes han expresado su desconfianza en la obra de Cristo en la cruz y como
intercesor nuestro a la diestra del Padre así como de la justicia que es por
medio de la fe. Juan Wesley, líder religioso del
siglo 18 padre del Metodismo, Wesleyanismo y
Pentecostalismo moderno
"comenzó a enseñar que la
justificación no es una declaración puramente forense (eso es, una declaración
legal), sino que dependía de una obediencia 'momento a momento'."
Además de esto, Wesley
quien fue un gran promovedor de la doctrina conocida como Arminianismo (un tipo de catolicismo moderado; conocido también
como 'semi-pelagianismo') la cual es muy popular en la mayor parte
de la cristiandad "evangélica"
moderna, escribió, ya avanzado en edad, en las minutas de la Conferencia Metodista lo siguiente "O adviértanle que si se mantienen injustos, la
justicia de Cristo no lo servirá de nada". Ahora, esas palabras
dichas por un hombre tan distinguido y admirado por el mundo cristiano moderno
parecen horribles. Parece que él como
muchos predicadores en nuestro día, no entendía la verdad bíblica que une 'inseparablemente' la justificación con
la santificación.
Justificación y
Santificación
La raíz del error en aquellos 'religiosos'
que mantienen que la justificación es un proceso como la de aquellos que creen
que se puede perder la justificación, está en que no tienen una clara
definición de la doctrina de la Justificación y la Santificación del creyente.
La Justificación es una declaración una vez y por siempre de una relación recta
con Dios por medio de la justicia de Cristo imputada al creyente. La
santificación "es un proceso"
de separación del pecado el cual va ocurriendo paulatinamente en la vida de
todos los creyentes a medida que estos se van sometiendo al Espíritu Santo y
obedeciendo la Palabra de Dios.
Al momento de creer genuinamente en la obra redentora de
Cristo, el individuo es declarado por Dios "¡justificado!".
Esta justificación tiene que ver con su "posición
en Cristo" y no "con su
condición". La condición tiene que ver con la santificación
personal y vale decir aquí que la progresión y el crecimiento en la "santificación" siempre siguen la
justificación, no es nunca opcional.
Es importante entender esto porque muchos llamados
Cristianos de nuestro tiempo, tal como lo hacía el pueblo de Israel, según nos
dice el apóstol Pablo tienen mucho celo de Dios, pero no conforme a
conocimiento, pues buscan establecer su propia justicia y no se sujetan a la
justicia Dios por medio de la fe. Lo que esto nos quiere decir es que se pueden
tener muy buenas intenciones en cuanto a Dios y muy buenos deseos y aun así
estar lejos de la verdadera justicia de Dios.
Romanos 10:2-4
Porque yo les doy testimonio de que tienen
celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios, y
procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;
porque el fin de la ley es Cristo, para
justicia a todo aquel que cree
Pablo dice que hacer tal cosa es buscar la justificación por
medio de una religión de obras, lo cual es una herejía contraria a la verdad de
Dios quien justifica al hombre solamente por medio de la fe.
Tristemente, algunos llamados “Cristianos
Evangélicos” de nuestro tiempo, tal como lo hizo Wesley,
creen que la salvación o justificación es por fe pero que se pierde tal justificación
si no se obra de manera correcta. Tal
cosa es la misma predicación de una salvación por obras y que el apóstol Pablo
tanto se opone en sus cartas tal y como vimos anteriormente cuando hablamos de
que la condición del hombre que ha nacido de nuevo es la de "muerto al pecado". Si nuestro pecado pudiera anular la obra que
Dios ha hecho y está haciendo en nuestra vida, entonces no queda otra
conclusión sino que “la salvación es
por obras” y ninguna diferencia existiría entre el Cristianismo y todas
las demás religiones del mundo. Según
estos teólogos la salvación pasada es por la ‘justificación’
por medio de la fe pero la futura es por la perseverancia en ‘buenas obras’. Es un tipo de legalismo anti-gracia que no
tiene nada que ver con el mensaje claro del Nuevo Testamento. Si eso es así, entonces no existe ninguna
diferencia el Nuevo Pacto y el Viejo Pacto. En el Antiguo Testamento, Dios
dijo:
Jeremías 31:31-33 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré
nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el
día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos
invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de
Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la
escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo.
De la manera en que el pueblo anuló el pacto anterior fue
por la desobediencia, la infidelidad (pecado),
y por tal razón el dijo que haría un Nuevo Pacto el cual no podría ser anulado
por el pueblo, este Pacto establecido sobre la sangre de Cristo es
Indestructible, el pecado ha sido "quitado del
medio", ha sido quitado de nosotros los Creyentes...
Romanos 11:27 Y este será mi
pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados.
1 Juan 3:5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y
no hay pecado en él.
El pecado que podría causar nuestra muerte, fue puesto sobre
los lomos de Cristo quien murió en lugar nuestro en la Cruz del Calvario, ese
es el Pacto hecho con nosotros por Dios...
1 Pedro 4:1-2 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne,
vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la
carne, terminó con el pecado, para no
vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los
hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.
Como consecuencia
de este perdón de pecados el cual Dios nos ha otorgado, el dice...
Hebreos 8:12-13 Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me
acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al
primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.
Hebreos 10:16-18 Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos
días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las
escribiré, añade: Y nunca más me
acordaré de sus pecados y transgresiones. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más
ofrenda por el pecado.
Esta doctrina de la Justificación ETERNA es una doctrina vital de la Iglesia de Cristo y el llegar a
admitir que un justo puede llegar a ser des-justificado es ir en contra de la
Sagrada revelación bíblica, corromper la verdadera fe Cristiana y el verdadero
Cristianismo creando una religión más en el mundo donde la salvación de cada
hombre depende de sus obras y no de la misericordia inmerecida (Gracia)
que Dios ofrece.
La justificación del creyente es de carácter eterno y no
depende “en nada" de las obras
que hagamos. El problema de algunas religiones es entender lo que significa la gracia de Dios, y dado el
hecho que la naturaleza carnal siempre desea algún tipo de reconocimiento ante
Dios y el celo religioso de aquellos que no comprenden la totalidad del mensaje
de la cruz de Cristo, se imaginan que predicamos libertinaje y no santidad y
pureza de vida; pero tal cosa no tiene base alguna para ser. La obra de Cristo
en el corazón de los Justificados es tan real y tan completa que mueve al
creyente a la pureza y al querer honrar a Dios con su vida entera, espíritu,
alma y cuerpo.
Romanos 6:17-19
Pero gracias a Dios, que aunque erais
esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a
la cual fuisteis entregados; y
libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. Hablo como humano, por vuestra humana
debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para
servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad
vuestros miembros para servir a la justicia.
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