lunes, 11 de marzo de 2013

LOS DONES ESPIRITUALES (XVI) EL DON DE MILAGROS


                                  

                                           EL DON DE MILAGROS
           1 CORINTIOS 12:10-  2 CORINTIOS 12:12- ROMANOS 15:18-19- HEBREOS 2:4.

Un milagro implica la anulación de las leyes de la naturaleza; en ese sentido técnico limitado, los milagros son una rareza hoy día, a pesar de que admitimos su posibilidad en cualquier tiempo que Dios lo determine. Sin embargo, la negación de los milagros como algo común hoy día en manera alguna descarta que ocurran maravillas; notables respuestas a la oración, fortaleza extra, abundante provisión, protección oportuna, etc.
 Estos maravillosos sucesos no pueden ser considerados como milagros en el sentido restringido porque las leyes de la naturaleza no son alteradas. Pero en el sentido amplio lo llamamos milagros por lo poco común y lo oportuno de la provisión divina en los asuntos humanos. Entre los apóstoles y los milagros existía una relación autenticadora; daba legitimidad de lo que hablaban. El don de hacer milagros fue dado a los apóstoles como evidencia de su comisión divina.
 El mensaje de los doce autorizados (y otros íntimamente asociados con ellos que también tuvieron el don de milagros, tales como Esteban, Felipe, Bernabé), era de origen celestial, y por lo tanto, debía ser obedecido. Jesús alababa la fe que no requería señales (Lucas 11:29). Jesús nunca se redujo al nivel de un mago, haciendo milagros para satisfacer la curiosidad o entretener. Entre los dones enumerados en el Nuevo Testamento está el de obrar milagros (1 Corintios 12:10,28). Así preguntamos ¿Hace milagros la gente hoy en día como en los tiempos de los apóstoles? Y si tales milagros no se realizan a menudo hoy en día ¿por qué no? Y ¿Qué es exactamente un milagro? ¿Están sucediendo milagros de alguna clase actualmente?
 La palabra milagro se usa a menudo muy ampliamente para referirse a prodigios bíblicos como la resurrección. Tres palabras aparecen muy frecuentemente en el Nuevo Testamento con relación a los milagros. Poder (9 veces), Prodigio (16 veces), y Señal (70 Veces) Ejemplo: (Juan 20:30-31; Hechos 2:22). Cada una de estas palabras usadas con referencia a los milagros, llena un aspecto de la definición. Poder: Como milagro es un acontecimiento sobrenatural; poder sobre los demonios, sobre la naturaleza, (como acallar la tormenta, caminar sobre el agua),  poder sobre la materia (el agua convertido en vino, la multiplicación de los panes y los peces), poder sobre la muerte, etc. El don de los milagros envuelve el poder dado por el Espíritu para desarrollar un acto contrario a la ley natural; la naturaleza tiene que ser interferida por un poder sobrenatural para que cualquier suceso sea certificado como milagro.  Prodigio: Un milagro invariablemente produce un sentimiento de temor reverencial, derivado del maravilloso despliegue del poder divino haciendo a la gente maravillarse (Marcos 2:12; 6:55; Lucas 5:9). Para ser calificado de milagro, el suceso debe ser visto, o evidente a alguno de los sentidos. Señal: El poder de un milagro hace maravillarse al observador, señalando algo significativo;  aunteticaba al que hacía el milagro como un siervo debidamente comisionado por el Señor. Su mensaje era válido, estaba hablando por Dios; debía ser escuchado y obedecido (Juan 6:14; 14:11; Hechos 9:42; 13:12). Los milagros apostólicos autenticaban al mensaje apostólico, indicando al maravillado espectador que este poder era de Dios y que el mensaje debía ser aceptado. Pero, ¿Qué de hoy? ¿Existen los milagros actualmente? La respuesta es sí. La promesa de Jesús a sus discípulos “harán mayores cosas que éstas” (Juan 14:12) está siendo cumplida hoy. El pan da vida a multitudes, ciegos por el pecado están viendo, muertos espirituales que reciben la vida eterna. Las obras del Señor en el dominio espiritual son muchas más significativas que sus obras en el dominio natural, y este es a no dudar el mayor de los milagros.-           

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