lunes, 14 de enero de 2013

ESCUELA DOMINICAL


                                              PROVERBIOS Capítulo 30.
NO AÑADAS A SUS PALABRAS, PARA QUE NO TE REPRENDA. V. 1-6. Agur, uno de los pocos que aparecen junto a Salomón en este libro, empieza reconociendo su ignorancia y utiliza el método de la exageración y se presenta como el más ignorante de los hombres. Luego nos dice que aprender la sabiduría se relaciona con una comunión íntima con Dios; luego presenta cinco preguntas retóricas cuyas respuestas son, ”nadie” o “sólo Dios”. El versículo cinco sostiene la pureza de la Palabra de Dios y la protección que brinda. Por último, Agur exhorta a no agregar nada a la Palabra de Dios; quien eso hace es un mentiroso digno de la reprensión divina. V. 7-9. Estos versículos forman un solo pensamiento. Primero ruega la contestación de una doble petición, antes de que muera. Por un lado, pide ayuda en el carácter y en el hablar, es decir, vanidad y palabra mentirosa; luego pide la provisión del pan cotidiano. El pan cotidiano se opone a la extrema pobreza y a la riqueza abundante. Agur ora sabiamente por un estado medio que lo mantenga alejado de las tentaciones, pues entiende que el hombre rico o saciado niega a Dios (algo muy actual) y el hombre pobre y muy necesitado roba para sobrevivir (algo también muy actual). Con tal acción, de hecho se está negando a Dios. En ambas situaciones, el hombre se aleja de Dios. V. 10. El falso testimonio conlleva en sí mismo castigo. V. 11-14. Este pasaje muestra las características de una generación perversa. Empieza por maldecir a sus padres y termina por oprimir a los más necesitados. En el medio, tal generación es inmoral, aunque se crea un “pan de Dios”, por lo tanto, es orgullosa y menosprecia a los demás. Obviamente, esta generación no sigue la ley divina y le falta por completo la sabiduría de lo alto. V. 15-16. “Nunca son ricos los que siempre codician”. El Seol, la matriz estéril, la tierra árida y el fuego devorador, representan la insaciable sed de los que no tienen a Dios en sus corazones, siempre piden más; siempre quieren más, nada es suficiente. “Cada hombre nace con un vacío en forma de Dios que sólo Dios lo puede llenar”. V. 17. Aquí se pinta un cuadro de terror, en la que los cuervos le sacan los ojos del hombre y sus polluelos lo tragan. Sin duda, se busca llamar la atención de los hijos acerca de la instrucción que reciben de sus padres. La burla y el menosprecio hacia los padres muestran una actitud inapropiada hacia ellos. V. 18-19.Se notan dos animales en su vida cotidiana: el águila en el aire y la serpiente sobre la peña. Además, se acentúan el riesgo y la aventura del barco en medio del mar y la manera de relacionarse de un joven con una señorita. Tales cosas no dejan huellas visibles, son incomprensibles para el hombre, no para Dios. V. 20. Se vuelve a llamar la atención acerca de la realidad y el desafío desagradable de la adúltera. Se nota la altivez y la autoproclamación de su “inocencia”, es patético. V. 21-23. Si no estamos preparados para una función específica, es mejor no llevarla a cabo, ¡Zapatero a tus zapatos! Hay situaciones que son verdaderamente in-so-por-ta-bles. V. 24-28. Se subrayan el valor de estas criaturas: las hormigas, los conejos, las langostas, y la araña, aunque sean pequeñas y a veces consideradas insignificantes. Por lo tanto, se manifiesta la sabiduría natural (o instinto sabio) de dichas criaturas. Se resaltan las características de la previsión (de las hormigas), del hogar seguro y fortalecido (del conejo), del orden y la organización (de la langosta) y de la presencia en un lugar distinguido (de la araña). V. 29-31. Se acentúa el paso seguro de quien se sabe en control: El león, el hombre valiente, el macho cabrío, y el rey. Estas criaturas se saben superiores a los demás y pasean su figura con gallardía, hasta con altivez. V. 32-33. Si no tienes nada interesante que decir, entonces calla, “En boca cerrada no entra mosca”; por otro lado, no es bueno forzar la situación si no estamos seguros del resultado; tal acción puede producir peleas y derramar sangre. Es para pensarlo muy bien.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario