sábado, 22 de diciembre de 2012

¡¡FELIZ NAVIDAD!!


¡¡FELIZ NAVIDAD!!
La llegada de la navidad produce en nosotros un encuentro de emociones indescriptibles; gozo, alegría, etc;  a la par que  es la época señalada para los encuentros familiares, la reconciliación, el perdón.  Pero, ¿Es eso así realmente? La evidencia de los tiempos que vivimos nos muestran otra cosa: derroche, vicios, desenfreno, peleas y muerte. Este tipo de “celebraciones” nunca estuvo en la mente de Dios cuando decidió enviar a su Hijo Jesús. Ahora bien, si eso no es parte del plan de Dios para la navidad, entonces ¿cuál es? Veamos lo que nos dicen las Escrituras sobre ello.
LA NECESIDAD DE LA NAVIDAD: La Biblia nos dice que era necesario el nacimiento de Jesús. La necesidad parte de la condición moral en la cual estaba sumergida la humanidad. El pecado es una transgresión de la ley moral de Dios, y todo hombre es pecador “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”(romanos 3:23) “No hay justo, ni aún uno”(Romanos 3:10). El castigo por pecar es la muerte, eso quiere decir, una separación eterna y dolorosa de la presencia de Dios. El Señor, viendo nuestra imposibilidad de hacer algo para restablecer la comunión con El, hizo LA OBRA DE GRACIA más maravillosa del cual el mundo tenga memoria: ENVIÓ A SU HIJO PARA REDIMIRNOS DEL PECADO.
2º) LA NECESIDAD DEL NACIMIENTO VIRGINAL: Era necesario que el que nos había de redimir sea sin pecado (I Pedro 2:22); para ello tenía que eludir la vía de transmisión del pecado. Desde que Adán y Eva pecaron, todos sus descendientes fueron contaminados con el germen del pecado. El pecado era transmitido de generación en generación sin visos de solución hasta que llegó el tiempo de la Navidad de Jesús. El nació de una virgen (María) por LA OBRA SOBRENATURAL DEL ESPÍRITU SANTO, sin la intervención del varón, por cuyo medio se trasmite la naturaleza pecaminosa del ser humano; es así que el nacimiento de Jesús era un milagro de Dios, la encarnación de Dios. ¡¡DIOS SE HIZO HOMBRE!!
3º) EL PROPÓSITO DE LA NAVIDAD: En todo su contenido, la Biblia nos dice que el nacimiento de Jesucristo tenía un propósito definido: NUESTRA REDENCIÓN. El hombre es la obra cumbre de la creación, pero había caído en desgracia y no podía hacer nada para remediarlo; entonces Dios planificó su rescate, pero el precio de ese rescate era altísimo. Era necesario el derramamiento de una sangre inocente para satisfacer las demandas de la ley de Dios que fue quebrantada por causa del pecado. Antiguamente se derramaba la sangre de los animales como el cordero, el macho cabrío, etc. Ese acto paliaba en cierta forma, o sea tapaba el pecado, pero sin quitarlo y eso era insuficiente. Fue por eso que Dios envió a su Hijo “EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO” (Juan 1:29). Visto de esa manera, la navidad era necesaria para que haya un CALVARIO que es el lugar donde se completó la obra de redención que comenzó en el pesebre de Belén.
4º) LA VERDADERA NAVIDAD: Teniendo todo lo comentado en contexto, nos damos cuenta que el mensaje que Dios envió a Través de su Hijo en el pesebre de Belén, queda corto, es insuficiente si no tenemos en cuenta el mensaje del calvario.
5º) LA NAVIDAD ERA NECESARIA PARA QUE HAYA UNA MUERTE: Sin la muerte en la cruz de nuestro Señor Jesucristo no hay ninguna posibilidad de reconciliación del hombre con su creador.
6º) EL PESEBRE ERA NECESARIO PARA QUE HAYA UNA CRUZ: Es en la cruz donde Jesús llevó nuestros pecados (No en el pesebre) y pagó nuestras deudas con Dios dándonos eterna redención. Ciertamente la navidad es un tiempo diferente, agradable. Nos gustan los villancicos, el pesebre, los regalos; pero cometeríamos un gran error si nos quedamos con la navidad, con el niño Jesús, con el espíritu navideño y despreciamos la Cruz de Cristo, la humillación que sufrió, su muerte ignominiosa. Cometeríamos un gran error, por cuanto que es en la cruz de Cristo donde Dios nos dice cuanto nos ama a nosotros y cuanto odia el pecado. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquél que en él cree no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Ciertamente Jesús vino y nació en un pesebre, pero su propósito era ir a la cruz: DE LA CUNA HASTA LA TUMBA. El no quedó en la niñez, el creció y siendo hombre fue a la cruz a morir por nosotros. La verdadera navidad es entender que fue nuestro pecado lo que ocasionó su muerte y que para reconciliarnos con Dios debemos arrepentirnos de nuestros pecados y recibir en nuestros corazones el más grande regalo que Dios nos envió: LA SALVACIÓN QUE ES EN CRISTO JESÚS. Si usted está dispuesto a reconciliarse con Dios, entonces ¡¡FELIZ NAVIDAD!!

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