domingo, 9 de diciembre de 2012

ESCUELA DOMINICAL


                                                         PROVERBIOS Capítulo 25.
QUITA LAS ESCORIAS DE LA PLATA. V. 1-2. Como Soberano que es, Dios puede ocultar o revelar sus verdades al ser humano; pero es honroso a los que tienen un rango de autoridad el investigar seriamente esas verdades para compartirlos con sus súbditos. V. 3. Hay cosas que es mejor no tratar de investigar por lo necio o peligroso que pueden al fin resultar. V. 4-5. Estos versículos nos muestran la similitud entre la escoria y el impío; lo uno ensucia y degrada el valor de las joyas y, lo otro, deshonra a un gobierno dándole un tinte de injusto. V. 6-7. El deseo de escalar posiciones dentro de la sociedad en que vivimos, vuelve a los seres humanos insensatos e inescrupulosos, utilizando para ello todo tipo de artimañas, incluyendo la adulación y el “figuretismo”. V. 8-10. Las relaciones personales se sustentan sobre bases muy frágiles, pero de mucho valor, como la discreción, la mesura en el trato, la honestidad, y la prudencia; el despreciar estas virtudes que alimentan las relaciones, causarán los conflictos que ocasionará la ruptura de lo que alguna vez fue una hermosa relación. V. 11-12. Un consejo oportuno, o una reprensión dicha de manera correcta, adquieren una belleza muy especial, como la buena fruta que se embellece aún más en una cesta de plata. V. 13. La fidelidad en el servicio es de muy alta estima a los ojos del Señor;  aprendamos a desarrollar esa virtud para cuando nos encomienden una labor. V. 14. Las nubes que se levantan por la mañana dando una esperanza de lluvia, pero que al final termina solamente en eso, simplemente nubes, dan una gráfica del hombre que se ufana de ser generoso sin serlo. En ocasiones son “dadivosos” con el dinero ajeno; eso es falsedad. V. 15. “El tiempo cura todas las heridas” dice el refrán popular; de la misma manera la lengua persuasiva (blanda), es muy efectiva para suavizar la mente y el corazón endurecidos. V. 16. El Señor nos da libertad para gozar de las cosas buenas de la vida; pero nos advierte muy severamente en contra de los excesos. V. 17. Aprendamos una cosa: Nuestros vecinos, al igual que nosotros, necesitan descanso, privacidad y tranquilidad; no seamos muy impertinentes con ellos, apareciendo en sus casas por cualquier motivo intrascendente. Respetemos y ellos nos respetarán. V. 18. El martillo lastima, el cuchillo hiere, y la saeta (flecha) daña profundamente; ese es el efecto que causa aquél que da un falso testimonio. V. 19. La confianza depositada en una persona infiel provoca mucho dolor, pues cuando se los presiona un poquito, ellos fallan y traicionan esa confianza. V. 20. “Todo tiene su tiempo” Cuando el prójimo llora, hay que llorar con él y no empezar a cantar; eso es muy ofensivo para aquél que sufre. V. 21-22. El mandamiento bíblico de amar a nuestros enemigos es muy antiguo, y se demuestra dando: Dale de comer, dale de beber, dale lo que necesita, etc. Cuando pagamos con el bien el mal que nos hacen, estamos reconociendo a Dios como el Soberano; así demostramos nuestra sumisión al Creador. V. 23. Hay situaciones en la vida (tormentas) que se pueden evitar poniéndoles un freno firme, oportuno y adecuado; así nos evitamos conflictos innecesarios. V. 24. “Mejor sólo que mal acompañado” Muchos por no estar solos, están en compañía de malas personas que le hacen la vida imposible. V. 25. Las buenas noticias calman la sed del alma sedienta: ¡Qué hermosa gráfica! ¡Qué bella ilustración del efecto bienhechor de la Palabra de Dios! V. 26. Cuando el justo cae en la tentación del pecado, mancha las límpidas aguas de su testimonio. ¡Cuán malo es que lo haga delante de los impíos! V. 27. El dedicarse exclusivamente a gozar de los deleites de la vida no es aconsejable, como tampoco lo es, buscar la alabanza de los hombres; eso es  vanagloria. V. 28. “Un barco sin timón tiene más posibilidades que un hombre sin control” El versículo compara a este tipo de personas como una ciudad sin muralla; es decir, muy vulnerable y camino a la destrucción.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario