LOS
PROFETAS MENORES
AMÓS
Capítulo 9
Vv. 1-4. El juicio ineludible; no hay
escape de la ira de Dios. El Señor está por encima de todo, en este caso está sobre
el altar observando a su pueblo y ve
como la falta de honradez y sinceridad se ha hecho moneda común entre los
moradores de Israel.
La orden de destruir el refugio tradicional para el pueblo de Dios (El Templo) fue dado a la hueste
celestial. Amós
describe el juicio como un terremoto que destruirá todo. No habrá ningún sitio
de refugio en este desastre; nadie puede escapar de la mano de Dios (Salmo 139:7-12).
El profeta comprendió que no hay lugar en la tierra, en los cielos o el mar
donde uno pueda ir para escapar de la presencia de Dios. El versículo más preocupante para el pueblo es el 4 “Sobre
ellos pondré mis ojos para mal y no para bien”
Vv. 5-6. Este es un himno (Doxología) muy semejante a la de 2:13 y 5:8-9. Los tres terminan alabando el
nombre de Jehová
y afirmando su poder como Creador de todo el universo.
Vv.7-10. Ante los ojos de Dios
todas las naciones son iguales aunque sobre Israel ha puesto su Nombre y lo apartó de entre los
pueblos para serles una nación santa. Pero cuando se trata del pecado, Dios ejecuta
los mismos juicios sobre Israel como así también sobre las demás
naciones. Es por lo mismo que Israel debiera darse cuenta que tiene mayor
responsabilidad ante el Creador que las demás naciones del mundo.
Ellos tienen la ley de Dios; las demás naciones no. Es por eso que Amós
lamenta que
Israel esté tan arraigado en los hábitos morales pervertidos y que
no tenga ningún interés en cambiar su manera de vivir. Dios, por tanto, ha determinado destruir a la nación pecadora,
aunque dejará un remanente para sí mismo.
Vv. 11-15. Dios había prometido a David
conservar su dinastía para siempre (2 Samuel 7) y Amós proclama el cumplimiento de
esa promesa porque sabe que su Dios cumple cada una y todas las promesas que
hace. El libro concluye con una hermosa profecía de restauración. Dios promete
sanar la tierra y bendecirlo con abundancia y traer a su pueblo de cualquier
lugar donde fueren desterrados para habitar en la tierra que Él
había jurado dar a sus padres, para nunca más abandonarla. ¡¡Dios lo dijo, y así será!!
Período del ministerio de los profetas A.C.
1.
Abdías -840……………………………………………………………………….9. Sofonías-630
2.
Joel-835……………………………………………………………………………10. Jeremías-627
3.
Amós-760…………………………………………………………………………11. Habacuc-607
4.
Jonás-760…………………………………………………………………………12. Daniel-605
5.
Oseas-755………………………………………………………………………..13. Ezequiel-592
6.
Isaías-740…………………………………………………………………………14. Hageo-520
7.
Miqueas-735…………………………………………………………………..15.
Zacarías-520
Nahúm-660………………………………………………………………………16. Malquías-432
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