jueves, 24 de abril de 2014

ESCUELA DOMINICAL

                                      LOS PROFETAS MENORES

                                                   MIQUEAS  (I)

En la primera sección del libro de Miqueas figuran solo los reyes de Judá, puesto que Miqueas es de ahí. Jotam reinó del 740 al 732, Acaz del 732 al 716 y Ezequías del 716 al 687. Pero Miqueas dirige su mensaje a Israel también, representado por su capital Samaria. Emplaza a las naciones para que comparezcan como testigos en el juicio que tiene Dios contra su pueblo. Es un escenario visto también en Isaías 1, Oseas 4, Jeremías 2 y Miqueas 6. Cita a todas las naciones porque finalmente tiene que ver con toda la tierra (vv. 3, 4), aunque comienza con su pueblo. Estos versículos tienen un propósito histórico. Exponen el nombre, tiempo y lugar de la profecía. Además nos dicen algunas características en cuanto a toda profecía verdadera.
I. Viene de Dios. El mensaje de Miqueas es “palabra de Jehová”. Miqueas estaba seguro de que Dios le había hablado y así es en el caso de todo profeta verdadero (ver Jeremías 28:9).
II. Viene por medio de los hombres. …que vino a Miqueas de Moreset. La profecía verdadera está formada en el crisol de siervos obedientes a Dios.
III. Viene en tiempos y situaciones específicos. …en días de Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá; sobre lo que vio acerca de Samaria y Jerusalén. El mensaje profético es pertinente a situaciones concretas. Qué fácil es dirigirnos a los problemas de otros tiempos y lugares. Debemos enfocar la Palabra de Dios a nuestra generación.

IV. Viene a todos los hombres. ¡Oíd, pueblos todos! La profecía verdadera, bien entendida, contiene lecciones que todos los hombres deben oír. La profecía viene de Dios por medio de hombres. Tiene  un propósito concreto en el tiempo que es proclamada. La profecía de Miqueas referente a Samaria se cumplió literalmente.  La ciudad fue destruida por los asirios en el 722 a. de J.C. y actualmente se encuentra en ruinas. A continuación se mencionan 12 lugares afectados por la inminente invasión de los asirios realizada en el año 701. El juego de palabras asocia la severidad de la invasión con el significado del nombre de cada pueblo. Por ejemplo, Bet-le-afra quiere decir “casa de polvo”, y sus habitantes se revolcarían en la tierra. Safir quiere decir “amena” pero sus habitantes serían desnudados y avergonzados. Laquis (v. 13) sería el lugar más conocido y grande. Fue una ciudad fortificada y el nombre tiene que ver con “ser difícil de capturar”. El mensaje declara que con rapidez huirían de Laquis en carros. Cuando el rey Senaquerib invadió Judá (2 Reyes 18:13–16), los asirios destruyeron 46 pueblos antes de llegar a Jerusalén. Zaanán significa “uno que sale”; Betesel es “casa al lado”; Marot es “amargura”; Moreset quiere decir “posesión”; Aczib es “engañador” (que miente); Maresa es “el que encabeza” (o posee). El pecado estaba por arruinar el destino y el carácter de cada uno. Del v. 13 observamos que Laquis sería culpable de haber introducido el pecado (quizás la idolatría) en Sion. Este término hija de Sion se ve nueve veces en el libro de Miqueas. Se refiere así en general a Jerusalén. A Moreset-gat (v.14) se le daría su dote o regalos de despedida. Sería de otro ahora. Esto habrá herido especialmente a Miqueas porque era de allí. Maresa (v.15) en hebreo es algo similar a la palabra “conquistador”. El pueblo cuyo significado es “conquistador” terminará siendo conquistado, vendría a ser la “posesión” de Senaquerib. La flor de Israel (v.15) se iría a Adulam por la invasión asiria. Adulam es famosa por su cueva donde buscó refugio David cuando fue perseguido por Saúl (1 Samuel 22:1). Y así la magnificencia y manifestación de la presencia de Dios se iría a meter en un escondrijo de oscuridad.-

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