PROVERBIOS Capítulo 16
JEHOVÁ, es el
tema prevaleciente en este capítulo e inicia una sección con abundante material
teológico. Nada más en este capítulo, encontramos más de 10 veces mencionado el nombre de Dios. V. 1.
Sólo la gracia renovadora de Dios prepara el corazón para toda buena obra. Esto
nos enseña que no somos suficientes por
nosotros mismos para pensar o decir algo que sea sabio y bueno. V. 2. La ignorancia, el orgullo y la
jactancia nos vuelven jueces muy parcialistas respecto de nuestra propia
conducta. V. 3. Descarga el peso de
tu afán en Dios y por fe, entrégale a Él. V.
4. Dios usa al impío para ejecutar la justa venganza del uno contra el
otro; y al final, él será glorificado con la destrucción de ellos. V. 5. Aunque los pecadores se
fortalecen a sí mismos, no escaparán del juicio de Dios. V. 6. Por la misericordia y la verdad de Dios, los pecados de los
que creen en Él son quitados y quebrantado el poder del pecado. V. 7. Aquel que tiene todos los corazones
en su mano, puede obrar para bendecir a sus hijos. V. 8. Un patrimonio pequeño, honestamente logrado, resulta ser
mejor que una fortuna mal habida. V. 9.
Si los hombres hacen de la gloria de Dios su fin, y de su voluntad su regla, Él
dirigirá sus pasos con su gracia. V. 10.
El clamor del pueblo es que los gobernantes y los jueces sean justos y
gobiernen en el temor de Dios. V. 11.
La justicia recta y eficaz proviene del Señor.
V. 12. La justicia es la base que da
estabilidad a un gobierno. V. 13. El buen y correcto hablar es
como una joya que adorna a un gobierno. Vv.
14-15. Necios son los que se apartan del favor de Dios por quedar bien con
un gobernante terrenal. V. 16. El
gozo y la satisfacción del espíritu esta en alcanzar la sabiduría. V. 17. El hombre verdaderamente
espiritual se mantiene lejos del mal; él sabe que eso le mantiene vivo. V. 18. Cuando los hombres desafían los
juicios de Dios, y creen que están lejos de ellos, es señal de que su fin está muy
cerca. V. 19. Aunque se exponga al
desprecio del mundo, la humildad es mucho mejor que la altivez del espíritu,
que nos vuelve enemigos de Dios. V. 20.
El que procura entender la Palabra de Dios camina derechito hacia el bien y la
estabilidad. V. 21. El hombre cuya
sabiduría habita en su corazón, será hallado mucho más prudente que muchos que
poseen talentos brillantes. V. 22.
Como el agua en tierra árida es el hombre sabio para sus amigos y vecinos. V. 23. La gracia de los dichos del
sabio procede de la prudencia de su corazón. V. 24. La Palabra de Dios cura las enfermedades que debilitan
nuestra alma. V. 25. Esto es una
advertencia para todos: Cuida tus pies de los caminos de la vida, que muchas
veces son engañosos. V. 26. Debemos
trabajar por la comida que a vida eterna permanece y no en las que perecen. Vv. 27-28. Los impíos realizan más
esfuerzos para hacer el mal de los que serían necesarios para hacer el bien. El
chismoso separa aún a los mejores amigos; esto es rasgo de un carácter odioso,
pero cuán común es! Vv. 29-30. Algunos
hacen todo el mal que pueden por la fuerza y la violencia y están ciegos en
cuanto al resultado final. V. 31. La
gente anciana debiera caminar por una senda de piedad y ser ejemplo a los
jóvenes. V. 32. Vencer nuestras
pasiones requiere una administración más firme del que se necesita para vencer
a un enemigo. V. 33. Todos los
ordenamientos de la Providencia debemos considerarlos con humildad, y no
proceder con arrogancia, pues Dios es el
Soberano del universo. Dios es Soberano en:
Dar la última palabra (v. 1b);
Ser el Juez en última instancia (v, 2b);
Afirmar los pensamientos (v. 3b);
Tomar la decisión final (v. 33b). El
hombre se cree dueño de su destino en: Hacer sus planes (v. 1a); Pensar que lo que hace es correcto (v. 2a); Confiar en la suerte (v.
33a). Benditos son los que se entregan a la voluntad de Dios, porque Él
sabe lo que es bueno para ellos.-
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