LOS OFICIOS DE DIÁCONO Y PASTOR
IGLESIA BAUTISTA INDEPENDIENTE “DIVINA GRACIA”
CAACUPEMÍ-AREGUÁ.
CONTENIDO
Introducción
I. El
Oficio de Diácono
A. Servicio y la identidad cristiana
B. Definición de Diaconía en el Nuevo Testamento
C. La base bíblica para el oficio de diácono
D. Requisitos para los diáconos
E. La función de diácono en la iglesia de hoy
II. El Oficio de Anciano
A. Definición de las palabras Anciano y Obispo en
el Nuevo Testamento
B. El desarrollo del oficio de anciano en el
Nuevo Testamento
C. Requisitos para los ancianos
D. La función de anciano en la Iglesia de hoy
Introducción
En este estudio, nosotros quisiéramos considerar los dos
oficios que forman la base de la estructura de la Iglesia. Estos
oficios son el de diácono y el de anciano. Aunque hay muchos puestos
y ministerios dentro de nuestras iglesias, consideramos que los oficios básicos
y bíblicos son el de anciano y el de diácono. Como veremos en la
parte bíblica de este estudio, estos dos oficios fueron los que Pablo instituyó
en sus iglesias y los que administraron el ministerio de dichas iglesias.
En los primeros quince siglos de la historia de la Iglesia,
el significado bíblico de estos oficios se había perdido totalmente. La
Iglesia Romana continuaba usando los términos bíblicos, pero estos términos se
habían divorciado del contexto y del ministerio que los habían producido. Los
oficios de anciano y diácono llegaron a ser dos escalas más en la jerarquía
Romana. Lutero y Calvino fueron los primeros en señalar cuán lejos
andaba la Iglesia Romana del significado bíblico de estos oficios. Y
fueron también los primeros en corregir tal situación. Calvino, aun
más que Lutero, insistió en retornar estos puestos a sus ministerios
bíblicos. Calvino dice de estos oficios, A La legítima
ordenación de un presbítero es para que gobierne la Iglesia; y la de un
diácono, para ser procurador de los pobres, (Institución de la Religión
Cristiana, Libro IV, Capítulo V, Sección 4). Aunque sea un
resumen muy breve de estos oficios, es un buen punto para dar inicio a nuestra
investigación.
Escuchando la voz de estos reformadores, volveremos al Nuevo
Testamento para investigar la institución y el significado de estos
oficios. Veremos que, aunque mucho tiempo ha pasado y muchas cosas
han cambiado, estos ministerios siguen siendo esenciales para la iglesia de
hoy. Por medio de este estudio esperamos animar a las iglesias
locales a organizarse según estos principios bíblicos y reformados. Para
una iglesia ser bíblica, su organización y estructura tienen que ser
bíblicas. Muchos dirán que la estructura u organización de una
iglesia no importa mucho. Pero nosotros veremos todo lo
contrario. La estructura de la iglesia tiene mucho que ver con su
identidad. La Iglesia Romana imitó las estructuras de los gobiernos
de su época y así se alejó de la Biblia. Muchas iglesias hoy en día
están imitando las estructuras y organizaciones que ven en el mundo. Nuestra
pregunta es: ¿A dónde las llevarán estas estructuras?
1. ¿Qué pasó con los oficios de diácono y anciano
en los primeros quince siglos de la historia de la Iglesia?
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2. ¿Por qué es importante que la Iglesia sea
bíblica aun en su
estructura?_______________________________________
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I. El Oficio de Diácono en la Iglesia
Aunque el oficio de diácono es desempeñado por unos pocos
dentro de la congregación, la obra de diaconía es algo compartido por
todos. El hecho de tener un oficio que se llama diácono no
es tanto para limitar el numero de personas que participan en la diaconía sino
para facilitar la participación de todos.
Nosotros veremos en este estudio que la palabra diácono viene
de una palabra griega que quiere decir, servir. Hablaremos
mucho de este servicio, pero, al fin y al cabo, veremos que este servicio es algo
muy sencillo. Y este servicio es un producto natural de la presencia
del Espíritu de Cristo dentro del cristiano. Si no se refleja esta
actitud de servicio en la vida cristiana, no se refleja a Cristo.
A. Servicio y la identidad cristiana. Acabamos
de decir que la diaconía es algo esencial para cada cristiano. Es
decir, la actitud de servicio es fundamental para la perspectiva
cristiana. Jesucristo nos dio su ejemplo cuando les dijo a sus
discípulos, ... el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para
servir (Mat. 20:28). Y estas palabras sirvieron como la base de
su ministerio. Desde su primer milagro en las bodas de Caná (Jn.
2:1-12) hasta el sacrificio total de su vida en Calvario, Jesús vino a
servir. Todavía muchas de nuestras iglesias practican el lavado de
los pies (Jn. 13:1-20), una de las enseñanzas más explícitas de Jesús sobre la
identidad cristiana. Y ahora, le toca al pueblo cristiano continuar
con esta muestra del amor divino. Cuando el Nuevo Testamento
nos habla del servicio que rindió Jesucristo para su pueblo, está
hablando de cómo este pueblo debe imitar y poner en práctica este mismo
ministerio.
Aunque nosotros dominamos bien el lenguaje del
servicio, la vida de servicio no es tan fácil de
dominar. Mientras hablamos como siervos, nuestras vidas demuestran
que con frecuencia somos llevados por las mismas ambiciones que tiene toda la
gente de este mundo. O sea, en vez de servir, muchos de nosotros
queremos subir. Seguimos luchando contra nuestro propio orgullo y
egoísmo en todas las áreas de nuestras vidas. La Biblia,
repetidamente, condena estas tendencias humanas. En Proverbios vemos
esta actitud como algo aborrecido por el Señor (Prov. 6:17). Nosotros
leímos también que Jesús no aceptó que hubiera competencia entre los discípulos
(Mt. 20:26 y Mr. 10:43). Cada vez que alguno de ellos manifestó el
deseo de ser el primero, Jesús lo corrigió. Pablo también, en
Gálatas 6:3,4 llama la atención a los gálatas en cuanto a no pensar de sí
mismos más de lo debido. Este mensaje es también para nosotros hoy.
En el oficio del diácono y en el ministerio de la diaconía
nosotros encontramos el remedio para esto. Encontramos una palabra
profética de nuestro Señor en cuanto a la identidad cristiana. Cuando
hablamos del sacerdote en el Antiguo Testamento, nosotros vimos que su vida de
dedicación y servicio servía como un ejemplo profético de cómo debía ser la
relación entre Dios y su Pueblo. En el oficio de diácono tenemos
algo muy semejante. En este ministerio de servicio se resumen la
actitud y el amor de nuestro Señor. Se demuestra la disposición del
cristiano a someterse (Ef. 5:21) y a servir a su prójimo (Lc. 10:25-37). Esta
disposición a servir es el único remedio para el orgullo humano, y el oficio de
diácono debe ser caracterizado por ella.
B. Definición de Diaconía en el Nuevo
Testamento. Nuestras palabras diaconía y diácono vienen
de un grupo de palabras griegas relacionadas con la idea de servicio. Nosotros
veremos aquí tres de los usos de estas palabras en el NT. Comenzamos
con el sentido más específico, luego pasaremos a un significado más general y,
tercero, veremos la idea del diácono como uno de los oficios de la iglesia
primitiva.
Significado literal: Diakoneín o Diakoneo,
el verbo, tiene como significado principal la idea de servir a la
mesa. Encontramos esta palabra con este sentido en muchos lugares en
el NT, por ejemplo Lc. 17:8 y Jn. 12:2. En el mundo griego esta
clase de servicio pertenecía solamente a los siervos y esclavos. No
era un trabajo digno de un hombre libre. El que lo hacía ocupaba una
posición muy baja en la sociedad griega. Para los judíos, la idea de
servir al otro no era tan ofensiva, pero tampoco era un trabajo de mucha
dignidad. Los discípulos frecuentemente pensaban y hablaban de quién
era el mayor entre ellos y, seguramente, fueron sorprendidos cuando Jesús les
dijo:
Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el
que sirve? No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre
vosotros como el que sirve. Lucas 22:28
Esta imagen, la de una persona atendiendo a la mesa, debe
grabarse en nuestra mente porque esta imagen debe caracterizar toda nuestra
vida.
Significado general. Además de servir a la
mesa, la palabra diakoneín llegó a significar un servicio en
general. Los siete hombres elegidos en Hechos 6 tenían como su
responsabilidad el servir a las mesas, pero lo que les tocó a ellos fue más
bien la supervisión de dicha distribución. Su servicio era el de
supervisar y organizar esta obra de misericordia de parte de la iglesia
primitiva.
Jesucristo llega aun más allá de lo que constituye un
trabajo de poca dignidad. Diakoneín no tiene que ver
solamente con lo que uno hace de vez en cuando, sino, con lo que uno es.
Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si
alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de
todos(Mr. 9:35) y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de
todos. Mr. 10:44
En este sentido nuestro servicio llega a incluir todos los
aspectos de nuestras vidas. Nosotros debemos dedicarnos al servicio
de nuestro prójimo tanto como Jesús se dedicó al servicio nuestro. Aunque
todos los dones espirituales deben y pueden ser utilizados en el servicio a los
demás, los dones de acción y misericordia están más íntimamente relacionados
con la idea de diaconía en el Nuevo Testamento. Por
esto, el oficio de diácono en la iglesia se ha fijado
principalmente en las necesidades físicas de la congregación y la
comunidad.
El Oficio de diácono en el NT. En
la próxima sección hablaremos más de la base bíblica para el oficio de diácono
en el NT. Estudiaremos cada uno de los pasajes que hablan de dicho
oficio. Ahora, quisiéramos señalar solamente que dentro de los
muchos dones y oficios que el Señor le ha dado a su iglesia, el oficio de
diácono fue incluido como parte de la permanente organización de la iglesia
desde el principio. Se entendía desde los primeros días de la
historia de la iglesia que la obra de misericordia era parte de su
ministerio. El oficio de diácono llegó a ser la respuesta
institucional de la iglesia a la necesidad que la rodeaba.
3. ¿Es la obra de diaconía solamente para los
diáconos?
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Por qué si o no?_______________________________
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4. ¿Cuál es la relación entre servicio (diaconía)
y la identidad
cristiana?________________________________________
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5. El ministerio de diaconía es
el remedio para
____________________que encontramos en este mundo y
en nosotros. ¿Por qué y
cómo?_______________________
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________________________________________________
________________________________________________
6. ¿Cuáles son los tres usos de la idea de
diaconía en el NT
y qué significan?__1)_______________________________
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_2)_____________________________________________
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__3)____________________________________________
C. La base bíblica para el oficio de
diácono. Aunque el grupo de palabras que hemos definido en
la parte anterior se encuentra en toda parte del Nuevo Testamento, la palabra diákonos,
con el significado de un oficio en la iglesia, no aparece con tanta
frecuencia. Los pasajes que nos dicen algo de este oficio llegan
a ser solamente cuatro. Sin embargo, son más que suficientes para
ayudarnos a ver la importancia que tenía este oficio en la vida de la iglesia
primitiva.
Hechos 6:1-6. Muchos consideran que en
este pasaje de Hechos nosotros tenemos la institución del oficio de
diácono. Nuestra iglesia y nuestra tradición siempre han
interpretado este pasaje de esta manera. Pero otros han dicho que
este pasaje tiene muy poco que ver con el oficio de diácono en la iglesia, y
que representa solamente la solución de un problema único en la vida de la
iglesia primitiva.
Es cierto que este pasaje no nos dice que los siete
hermanos, elegidos por todos los discípulos, fueron ordenados como
diáconos. También es cierto que los Apóstoles estaban pensando más
en su problema que en la estructura de la iglesia. Nosotros no
sabemos si era su intención crear un oficio nuevo en la estructura de la
iglesia. Es probable que todavía en esta fecha no hubieran pensado
mucho en la estructura de la iglesia. Tenían un problema, y debían
resolverlo.
Sin embargo, es casi imposible negar la relación entre este
pasaje y la institución eventual del oficio de diácono. Afirmamos
esto por las siguientes razones:
1. La Naturaleza del Ministerio: Los siete
hermanos fueron llamados a administrar y supervisar la distribución diaria para
las viudas de la congregación. Aunque no se llaman diáconos en
este pasaje, vemos que este título se les aplica en ambos sentidos, el literal
y el general. Ellos tenían que servir a las mesas y tenían que
servir como administradores de dicha distribución. En este
ministerio, ellos representaban la iglesia entera.
2. Una división de labor: Es difícil pasar
por alto la manera en que la obra de la iglesia fue compartida en este
pasaje. Unos fueron elegidos para ocuparse de la obra de
misericordia y otros quedaron con el ministerio de la palabra. Esta
división serviría luego como la base para los distintos ministerios de los
diáconos y los ancianos. Para ambos, la llenura del Espíritu era
necesario (Hch. 6:3 y 20:28), y era una complementación del llamado y
ministerio de los Diáconos y los Ancianos.
3. Una elección, un llamamiento formal y una
ordenación de parte de la iglesia. La formalidad con que la
recién formada iglesia resolvió este problema es impresionante. Vemos
el principio (en la iglesia) de principios bíblicos y duraderos como la
elección de oficios por los miembros, el llamamiento de ciertas personas para
ocupar ciertos puestos y la ordenación de dichas personas para sus
ministerios. Además del inicio del ministerio de los diáconos en la
iglesia, este pasaje nos enseña mucho sobre cómo la iglesia debe enfrentar los
problemas que siempre aparecen.
Filipenses 1:1.
Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los
santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos...
En este pasaje, y más tarde en I Tim. 3, nosotros podemos
ver cómo los oficios de diácono y obispo (o anciano) llegaron a ser los
primeros puestos institucionales de la iglesia primitiva. Pablo aquí
se dirige a toda la congregación (a todos los santos) pero también quiere
mencionar a los que ocupaban los puestos de liderazgo dentro de la iglesia, los
diáconos y los obispos. De la función de estos diáconos no sabemos
mucho. La Biblia no nos da una lista de actividades
diaconales. Sin embargo, tenemos una definición amplia de la idea de
diaconía y de esta definición derivamos lo que era la función diaconal. Este
pasaje sirve principalmente para confirmar que en la iglesias desarrolladas por
Pablo existían dos oficios: el de obispo y el de diácono.
Romanos 16:1-2.
Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es
diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno
de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros;
porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.
Una vez más encontramos algo del oficio de diácono en forma
casi accidental. Aunque el motivo de Pablo aquí no es el de darnos
una lección sobre la diaconía en la iglesia del NT, aprendemos algo
nuevo. Lo que descubrimos aquí, y también en I Tim. 3, es que además
de diáconos había también diaconisas (servidoras). En este caso la
diaconisa se llamaba Febe y Pablo la recomendó a la iglesia de Roma. Ella,
aparentemente en su capacidad de diaconisa, había ayudado a muchas personas
inclusive a Pablo mismo.
Este pasaje de Romanos y los demás pasajes citados arriba
nos hacen creer que la iglesia, a una edad muy temprana, estableció e instituyó
el oficio de diácono. Pero el pasaje más conclusivo en cuanto a este
asunto es el que viene en la próxima sección, I Tim. 3:8-13.
D. Requisitos
para los Diáconos - I Timoteo 3:8-13
Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no
dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el
misterio de la fe con limpia conciencia. Y éstos también sean
sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son
irreprensibles. Las mujeres asimismo sean honestas, no
calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. Los diáconos sean
maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas. Porque
los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha
confianza en la fe que es en Cristo Jesús. I Tim. 3:8-13
Con este pasaje nosotros podemos concluir que el oficio de
diácono jugaba un papel importante en la vida de la iglesia del NT. Pablo,
en esta carta a Timoteo, quería establecer algunas normas para las personas que
ocupaban este puesto. Obviamente, no era algo que todo el mundo
podía hacer. Resumimos estos requisitos personales en la forma
siguiente:
1. Honestidad. Tres de las
cuatro características mencionadas en el versículo 8 tienen que ver
con la honestidad: honestos, sin doblez y no codiciosos de ganancias
deshonestas. En el versículo 11, hablando de
diaconisas (o, posiblemente, las esposas de diáconos), el Apóstol dice que no
pueden ser calumniadoras. Aunque la Biblia
no nos dice con claridad cuál era la función del diácono, se supone que la
iglesia entregaba a ellos los recursos necesarios para llevar a cabo su
ministerio de misericordia. Tenían que ser personas de mucha
confianza. Por esto, esta característica o cualidad aparece
repetidamente. Dios quiere que todos los miembros participen en el
ministerio de misericordia de la iglesia. Pero si los encargados de
dicho ministerio son corruptos, ningún miembro les dará su ofrenda.
2. Seriedad. Además de
ser honestas, estas personas tienen que ser serias. Pablo dice que
no pueden ser dados a mucho vino y que tienen que ser sometidos
a prueba primero, las mujeres tienen que ser sobrias. Siendo
un puesto de mucha responsabilidad la iglesia no puede dejar que sea ocupado
por personas que no aprecien esto. La persona que no toma en serio
todos los aspectos de la diaconía de la iglesia no es digna de ocupar este
puesto.
3. Integridad. Versículo
9 nos dice que el diácono debe guardar el misterio de la fe con
limpia conciencia. En versículos 10 y 11 vemos las
características de ser irreprensible y de ser fiel
en todo. La persona que tiene estas características
es una persona con integridad, una persona que no tiene defectos o grietas en
su carácter. Fiel en todo e irreprensible son otras
maneras de decir esto. Pablo quería que la persona que ocupara el
puesto de diácono fuera total y completamente dedicado a su Señor y a su
iglesia. Si había flaqueza o variación alguna en alguien, Pablo
quería descartar a tales personas.
4. Madurez. Cuando Pablo dice, Y
éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el
diaconado..., está diciendo que no quiere novatos en el
puesto. Aunque todo cristiano tiene el Espíritu Santo, la Biblia
nunca descarta la importancia de experiencia y madurez para la iglesia. De
una vez, todo cristiano debe participar en la obra de la iglesia, pero, según
Pablo y otros, los puestos de liderazgo deben ser reservados para gente de
experiencia y madurez. Debe haber un período de prueba para todos,
antes de que se les dé el puesto de diácono.
5. Tener su propia vida en orden. Los
diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus
casas (v. 12). Este último requisito es algo que mencionamos
frecuentemente con los pastores y ancianos, pero también se aplica a los
diáconos. El hogar es donde uno no puede esconder sus fallas o
defectos. El carácter del individuo se manifiesta en el hogar, en
toda sus extensión, con luz meridiana. Por esto, es una de las
mejores pruebas en cuanto al carácter cristiano. Muchas veces los
cristianos están dispuestos a pasar por alto los problemas familiares de sus
líderes, porque líderes buenos son tan difíciles de encontrar. Sin
embargo, estas iglesias pagarán un precio alto por no haber tomado en serio
estas exhortaciones. Lo que se ve en la familia, tarde o temprano,
se verá también en la iglesia.
7. ¿Cuáles son las tres razones que utilizamos
para afirmar la relación entre Hechos 6:1-6 y el oficio de diácono?
__1)_____________________________________________
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_2)______________________________________________
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_3)________________________________________________
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8. ¿Cuál es la importancia que tiene Filipenses
1:1 para
nuestra discusión sobre la diaconía?____________________
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9. ¿Quién era Febe y por qué es importante para
nosotros?
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10. ¿Cuáles son los cinco requisitos para ser
diácono según el Apóstol Pablo en I Timoteo 3:8-13?
_1)______________________________________________
_2)______________________________________________
_3)______________________________________________
_4)______________________________________________
_5)______________________________________________
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E. La Función del Diácono en la iglesia de
hoy. Si nosotros estudiáramos el orden o las reglas internas de
todas las iglesias evangélicas, encontraríamos que el oficio de diácono se
emplea con fines muy distintos. En algunas iglesias el diácono es el
asistente del pastor. Cuando el pastor no puede hacer algo, le toca
al diácono. En la iglesia romana los diáconos existían solamente
para servir a los que ocupaban puestos más altos en la jerarquía romana. Entendieron
la idea de servicio, pero sirvieron a los grandes en vez de a los pobres.
Aquí en esta parte final del estudio sobre diaconía,
quisiéramos volver a la base y definición bíblica de esta palabra. Usaremos
la primera parte de este estudio para formular nuestro concepto de la función
del diácono en la iglesia de hoy.
El Servicio y La Educación. A nosotros nos
parece que la primera tarea del diaconado es el servicio y en segundo lugar la
educación. Los diáconos, una vez que entiendan la importancia de su
ministerio de servicio, para la salud de la iglesia, tienen que educar a los
miembros. Por medio de charlas, estudios y visitas, los diáconos
pueden y deben enseñar a la congregación en cuanto a sus responsabilidades
frente a tantas necesidades físicas. Muchos cristianos creen que lo
único que importa es el alma y, por esto, no aceptan que el cristiano deba
involucrarse en cosas que no sean puramente evangelísticas. Pero la
Biblia nos enseña que Dios siempre se ha preocupado por las condiciones físicas
del ser humano. En el llamamiento a Moisés Dios le habla a él del
sufrimiento (principalmente físico) de su pueblo. En Éxodo 3:7 Dios
dice:
Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en
Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus
angustias.
Y cuando se estableció el reino de Israel, las leyes y las
normas agrarias eran tales que no permitirían los abusos e injusticias que el
mismo pueblo de Israel había sufrido de parte de otras naciones (Lev.
25).
Al diaconado le toca enseñarle a la congregación la
totalidad de la revelación bíblica en cuanto a nuestra participación enn
asuntos de misericordia, justicia y otros problemas sociales. La
iglesia evangélica, por tener una doctrina deficiente en cuanto a la obra
diaconal de la iglesia, ha pasado por alto una gran parte de su responsabilidad
en este mundo. ¡Que nuestros diáconos nos ayuden a corregir esta
falla en nuestro ministerio!
La Coordinación. Habiendo educado al
pueblo de Dios de esta manera, los diáconos deben coordinar proyectos y
programas para que la iglesia pueda poner en práctica todo lo aprendido. Los
diáconos deben trabajar primeramente con las necesidades de la iglesia, y luego
deben incluir la comunidad. Dentro de la iglesia los diáconos pueden
coordinar un programa de visitas para las viudas, enfermos y necesitados,
brindándoles el apoyo que se necesite. Deben asegurar también que la
iglesia entera esté cumpliendo con sus deberes financieros y que los recursos
de la iglesia se estén utilizando en una manera efectiva.
En cuanto a la comunidad, los diáconos pueden hacer
encuestas e investigaciones para determinar cuáles son los problemas más
difíciles para sus vecinos. Habiendo identificado ciertos problemas,
el diaconado de la iglesia puede coordinar con la junta de vecinos o con otra
iglesia en el barrio un programa para tratar estos problemas. Trabajando
así, fuera de la iglesia, nos da la oportunidad de expresar el amor de Dios con
acciones concretas y visibles. Los miembros de la comunidad se darán
cuenta del valor que esta iglesia tiene para su comunidad, y también se darán
cuenta del amor de Dios en su medio.
Coordinado así, dentro y fuera de la iglesia, los diáconos
pueden ofrecer soluciones a mediano o largo plazo a los problemas que enfrentan
nuestras iglesias y comunidades. Pueden lograr que la comunidad
entera sienta y aprecie la presencia de la iglesia.
La Aplicación. Por supuesto, a los
diáconos también les toca la aplicación de la misericordia de Dios a situaciones
específicas, no solamente la coordinación y administración de programas. Sobre
todo, en iglesias pequeñas los diáconos tendrán que participar en la obra
diaria de la diaconía. Donde hay pocos recursos, y poca gente, los
mismos diáconos tendrán que hacer la mayoría de las visitas y una buena parte
del trabajo. Pero no pueden dejar de capacitar a toda la
iglesia. La obra de misericordia no pertenece solamente al
diaconado, sino a cada cristiano.
Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que
tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o
una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y
alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais
las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? (Santiago
2:14-16)
11. ¿Cómo funciona el diaconado en otras iglesias y
tradiciones?______________________________________
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________________________________________________
________________________________________________
12. ¿Cuáles tres funciones del diácono
identificamos y qué
significan?_1)_______________________________________
________________________________________________
_2)_____________________________________________
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_3)______________________________________________
_________________________________________________
II. El Oficio de Anciano
El oficio de anciano en el NT es un oficio que puede ser
definido con dos palabras: enseñanza y supervisión. A
los ancianos se les entregaron las responsabilidades de gobernar a la iglesia y
enseñarle la pura doctrina de la Biblia. Era un puesto de mucha
autoridad dentro de la iglesia y, también, un puesto de mucho honor (I Tim
5:17).
Nosotros encontramos ancianos (en el sentido oficial) en
casi todas las partes del NT. Los encontramos en la primera iglesia
en Jerusalén (Hechos 11:30), y los vemos también en las iglesias que
Pablo y Bernabé levantaron en sus viajes misioneros (Hechos 14:23). Santiago
y Pedro mencionan los ancianos de la iglesia en sus escritos y nosotros tenemos
que concluir que este oficio también llegó a ser una parte permanente de la
estructura de la iglesia del NT. Al establecerse los grupos de
cristianos, (nuevas iglesias) el liderazgo de dichos grupos también
cambió. En vez de dirigirse por unos dones puramente carismáticos, se
adoptó este sistema de dos oficios (diácono y anciano) para todas las
iglesias. En esta manera el Espíritu y los fundadores de estas
iglesias proveyeron para el futuro de la iglesia.
A. Definición de las palabras Anciano y Obispo
en el Nuevo Testamento: El Nuevo Testamento utiliza dos palabras para
describir a las personas que ocupaban el oficio de anciano. Estas
dos palabras en griego son presbyteros y episkopos.
La palabra presbyteros quiere decir,
sencillamente, anciano o viejo. En el NT nosotros encontramos esta
palabra con referencia a dos grupos. Primeramente la palabra puede
significar personas mayores de edad. Pablo da algunas instrucciones
en cuanto al trato de los viejos o ancianos de la iglesia en sus cartas. Le
dice a Timoteo:
No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a
los más jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las
jovencitas, como a hermanas, con toda pureza. (I Tim. 5:1-2)
Aquí, como podemos ver, Pablo explica al joven pastor
Timoteo cómo él debe comportarse con las personas de distintas edades. No
se refiere a ningún oficio sino, a una edad avanzada. Con este
significado sencillo la palabra presbyteros se usa con
frecuencia en el NT.
Pero el significado que más nos interesa para fines de este
estudio, es el significado del oficio de anciano. En
Hechos 14:23 Lucas nos relata en cuanto al trabajo misionero de Pablo y
Bernabé:
Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo
orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.
Obviamente en este pasaje y en otros (Hch. 20:17,18, por
ejemplo), los ancianos eran las personas locales a quienes los apóstoles
entregaron la autoridad y la dirección de la iglesia una vez establecida. La
palabra presbyteros en sí se refiere a la experiencia y
madurez de dicha persona, y a su capacidad de ejercer autoridad en la
iglesia. Veremos algo más de la función del anciano cuando
estudiemos los requisitos para dicho oficio.
La segunda palabra que se utiliza para referirse a este
oficio es la palabra episkopos. Episkopos, como
título, habla más de la función del oficio que de la persona quien lo ocupa
(como es el caso con la palabra anciano). Episkopos se
traduce en castellano como obispo, y no hay nada de confusión en
cuanto a qué se refiere. Se refiere siempre a una persona que
vigila, cuida, supervisa o dirige a otros. Bíblicamente, la idea o
palabra más cercana es la de pastorear. Las
dos ideas se juntan en I Pe. 2:25 donde Pedro habla de nuestro
Señor diciendo:
Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero
ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.
El oficio de obispo (episkopos) rápidamente llegó a ser un
oficio más alto en la estructura de la iglesia primitiva. Pero
nosotros podemos ver que en su principio no fue así. Había solamente
dos oficios en este sentido: el de episkopos/presbyteros (anciano)
y el de diakonos (Fil. 1:1).
Nosotros afirmamos que en el NT las palabras episkopos y
presbyteros se refieran al mismo puesto en la iglesia por dos razones. Primero,
encontramos que la función que se relaciona con cada uno de estos títulos es la
misma. Aunque se usan dos términos distintos para referirse a esta
función, la función o el oficio es el mismo. Segundo, tenemos dos
pasajes en el NT donde se utilizan ambos títulos para hablar del mismo grupo de
personas.
En Hechos 20:17 leemos que Pablo hizo llamar a los
ancianos de la iglesia. Los ancianos vinieron donde Pablo y si
seguimos con la lectura vemos que Pablo les dirigió un discurso de
despedida. En versículo 28 del mismo capítulo, Pablo, dirigiéndose a
estos mismos ancianos, les dice:
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en
que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del
Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Pablo, obviamente, consideraba que los títulos de anciano y
obispo referían al mismo oficio. Además, encontramos otra vez la
relación entre obispo y pastor. Para Lucas y Pablo, ser obispo
significaba pastorear.
El segundo pasaje que utiliza ambos términos en referencia a
las mismas personas es Tito 1:5-7. Veamos:
Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo
deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como
yo te mandé; el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga
hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. Por
que es necesario que el obispo sea irreprensible, como
administrador de Dios....
Sería muy difícil negar que Pablo tuviera el mismo grupo de
personas en mente cuando escribió estas palabras. Y, por estas
razones y estos pasajes, nosotros concluimos que las palabras anciano y obispo
refieren al mismo oficio en la iglesia.
B. El desarrollo del oficio de anciano en el
NT. La tradición de ver a los ancianos como pastores del pueblo
de Dios es muy larga en el Antiguo Testamento. Casi desde el
principio de la historia de Israel Dios a tratado con los ancianos como
representantes de, y pastores para su pueblo. Fueron los ancianos
quienes supervisaron la Pascua en Ex. 12:21, y quienes también recibieron la
revelación de Sinaí en Ex. 19:7. En muchos casos es difícil
discernir si es un puesto formal o una mera descripción. Aunque
existe esta confusión con varios pasajes, hay bastante evidencia para concluir
que en Israel y también para los judíos en exilio, los ancianos eran los que supervisaban
la vida espiritual y enseñaban la ley de Moisés (Mr. 7:8).
Al establecerse, era natural que los nuevos grupos
cristianos se organizaran en una manera semejante. Mencionamos
arriba que la primera iglesia en Jerusalén tenía ancianos desde una edad muy
temprana. En Hechos 15:2 nosotros vemos los ancianos trabajando al
lado de los apóstoles. Puesto que el oficio de apóstol iba
desapareciendo con la muerte de los que andaban con Jesús, era necesario
entregar la autoridad de la iglesia a otros.
Vemos que Pablo, en sus viajes misioneros, no abandonaba un
sitio hasta que tuviera ancianos preparados (Hch. 14:23 y 20:32) para continuar
con la dirección de estas obras misioneras. En las cartas pastorales
descubrimos que las funciones de predicar y enseñar pertenecían especialmente a
los ancianos.
El apóstol Pedro, por su parte, habla con los ancianos en
términos pastorales. Les exhorta a tener mucha cautela en cuanto al
ejercicio de su autoridad (I Pedro 5:3) para que no sean como los demás gobernantes
de este mundo. También vemos en Pedro que el trabajo del anciano
está comparado con el mismo trabajo de nuestro Señor. Pedro anima a
los ancianos diciendo:
Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros
recibiréis la corona incorruptible de gloria. (I Pedro 5:4)
También bajo el liderazgo de Santiago vemos que la iglesia
fue organizada con ancianos. Santiago les dice a sus lectores que al
caerse enfermos deben llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por
ellos. Sigue diciendo que, la oración de fe salvará al
enfermo (Santiago 5:14 y 15). En Santiago, y también en
Timoteo (I Tim. 4:14), se ve que no se ha pasado de un sistema dirigido por el
Espíritu a un sistema dirigido por hombres. El Espíritu sigue
repartiendo sus dones y sigue guiando la iglesia. Pero dentro de un
tiempo, relativamente corto, la iglesia comenzó a formalizarse bajo ciertas
normas. Como dijo Pablo en I Cor. 14:40, pero hágase todo
decentemente y con orden.
En cuanto a la selección de los ancianos, nosotros sabemos
que en el principio ellos fueron escogidos y ordenados por los mismos apóstoles
(Hch. 14:23). Sin embargo, vemos también que en muchos casos la
misma iglesia tuvo la oportunidad de elegir a sus propios líderes y oficiales
(Hch. 6:1-6, 13:1-3). Al incluir las listas de requisitos para
ancianos en sus cartas, se supone que Pablo contaba con la participación de la
congregación en la selección de los ancianos también. Aunque no hay
un mandato claro, la dirección del NT tiende hacia la participación de todos y,
por esto, las iglesias siempre han solicitado la participación de todos los
miembros en la selección de los ancianos.
13. Las dos responsabilidades principales del
anciano son:
_1)______________________________________________
_2)_____________________________________________.
14. ¿Cuáles son los dos significados de la palabra
presbyteros?__1)__________________________________
________________________________________________
_2)_____________________________________________
________________________________________________
15. ¿Qué significa la palabra episkopos y
con qué idea se
relaciona en el NT?_________________________________
________________________________________________
________________________________________________
________________________________________________
16. ¿Por qué afirmamos que las dos palabras se refieren al
mismo oficio? (Dos razones y dos pasajes)
_1)_____________________________________________
________________________________________________
________________________________________________
_2)_____________________________________________
________________________________________________
_________________________________________________
17. ¿Es cierto que con la organización de la iglesia ésta
dejó
de ser dirigida por el Espíritu? ______________________
¿Por qué sí o no?_________________________________
________________________________________________
________________________________________________
________________________________________________
______________________________________________
C. Requisitos de los ancianos. Pablo,
en dos ocasiones, nos provee una lista de requisitos para los que quieren
asumir el ministerio del oficio de anciano. La primera lista se
encuentra en I Tim. 3, y la segunda en Tito 1. Pedro también
menciona algunas cosas con relación a los que ocupan este oficio en el quinto
capítulo de su primera carta.
Para los ancianos una buena parte de esta lista es igual a
la lista de requisitos para los diáconos. Comenzaremos con esta
misma lista, y veremos al final algunas otras cosas también.
Honestidad. El anciano tiene que ser
honesto. Lo interesante en cuanto a la honestidad del anciano y del
diácono es que se extiende a todas las partes de la vida. Ser
honesto no es algo que tiene que ver solamente con los hermanos en la
iglesia. La honestidad incluye hasta los negocios personales. Mientras
algunos cristianos sufren de una codicia por ganancias deshonestas,
Pablo la prohíbe para el anciano en I Tim. 3:3 y Tito 1:7.
Seriedad. Otra vez, el anciano tiene que
llenar los mismos requisitos que los diáconos, pero con algunas cosas
adicionales. En I Tim. 3:2 y Tito 1:8 Pablo dice que los ancianos
tienen que ser prudentes o dueños de sí mismos. En
I Tim. 3:3 y Tito 1:7 vemos que el anciano no puede ser violento o iracundo,
tiene que ser estable, amable y apacible.
Integridad. Es necesario que el anciano
sea irreprensible (Tito 1:7). Su vida tiene que dar testimonio de lo
que enseña con su boca. Si la vida y la palabra no son coherentes la
una con la otra, toda la iglesia sufrirá. La integridad está
relacionada con la honestidad, pero es más extensiva. Va más allá de
la palabra e incluye todo aspecto de la vida.
Madurez. I Tim. 3:6 dice: no un
neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. Los
puestos de mucha responsabilidad y autoridad no son para recién convertidos, y
Pablo explica el porqué. Sería demasiado fácil para el nuevo líder
caer en la mentalidad orgullosa de la cual él acaba de salir. Para evitar
esta tentación y este riesgo, Pablo dice: no un neófito.
Tener su propia vida en orden. Aquí Pablo
utiliza casi las mismas palabras que utilizó cuando les habló a los
diáconos. Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en
sujeción con toda honestidad (I Tim. 3:4). En Tito Pablo es aún
más exigente en cuanto a la familia del anciano. Allí dice: marido
de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución
ni de rebeldía (Tito 1:6). Se ve una vez más que la
familia de un líder en la iglesia es una parte integral de su propio
testimonio.
Además de estas cinco características, hay dos más que
tienen una importancia única para el anciano. Ellas son: buenas
relaciones humanas y la capacidad para enseñar.
Relaciones Humanas. ¡No es fácil bregar
con gente! Yo no sé cuántas veces he escuchado estas palabras
salir de la boca de líderes de la iglesia. Y las palabras son
ciertas: no es fácil. Sin embargo, este es el trabajo del
anciano. El anciano tiene que estar con su gente, guiando,
supervisando, enseñado y animándola. Por esto, el anciano, además de
conocer la palabra, tiene que conocer a su gente. Tiene que saber
cómo tratar a estas personas. Y en esta área de las relaciones
humanas, Pablo y Pedro nos brindan unos consejos excelentes.
En I Timoteo Pablo dice lo siguiente: sea sobrio,
prudente, decoroso, hospedador....(3:2) y luego, en el versículo 3: sino
amable, apacible.... En el versículo 7 Pablo habla de su
reputación diciendo: También es necesario que tenga buen testimonio de
los de afuera.... En Tito 1:8 se expresa la misma idea con estas
palabras: sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo,
dueño de sí mismo.
A todo esto Pedro añade unas palabras de cautela en cuanto a
cómo se debe ejercer la autoridad del oficio:
Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros
cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia
deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están
a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. (I Pe. 5:2-3)
Pedro sabía que el liderazgo de ejemplo podía lograr mucho
más que un liderazgo de palabras fuertes. Así que Jesús ejerció su
autoridad por medio de su vida ejemplar, Pedro recomienda que hagamos lo mismo.
Tomando en cuenta todas estas cosas, nuestro ministerio
puede ser mucho más eficaz. Pero por no saber como tratar a la
gente, los problemas pequeños se empeoran. Aplicando el consejo de
Pablo y Pedro, esperamos resolver los problemas mientras todavía son
insignificantes.
Apto para enseñar. Aunque este es el último
requisito en nuestra lista aquí, creemos que es uno de los más
importantes. Todas las demás cosas o apoyan o hacen daño a la
capacidad de uno enseñar. La persona que llene todos estos
requisitos y también sea apto para enseñar, será uno de los mejores maestros en
el mundo. Enseñará con boca y con su vida, y tendrá una autoridad
poco común.
Las palabras apto para enseñar vienen de I
Timoteo 3:2. En Tito 1:9 Pablo desarrolla esta idea un poco más:
..., retenedor de la palabra fiel tal como ha sido
enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los
que contradicen.
Además de ser mencionada en estas listas de requisitos, la
capacidad de enseñar es de suma importancia para Pablo en sus cartas a Timoteo
y a Tito. Ellos, como ancianos y pastores, tenían que enseñar todo
lo que Pablo les enseñaba. Y vemos la misma prioridad para los
ancianos en las iglesias levantadas por Pablo en el libro de los Hechos. Ellos
también tenían que saber enseñar y defenderse con la pura doctrina de la
palabra (Hechos 20:28).
D. La función del anciano en la iglesia de
hoy. Cuando nosotros comenzamos esta parte del estudio, dijimos que el
oficio de anciano podría ser caracterizado con dos palabras: enseñanza y
supervisión. Ahora, esperamos que usted pueda entender porqué lo
definimos así. La iglesia de hoy, más que nunca, necesita de esta
supervisión y de esta enseñanza. Animamos a los lectores de este
estudio a exigir estas cosas a los ancianos de sus iglesias. Veremos
a continuación algunas de las maneras en que los ancianos de hoy pueden jugar
un papel bíblico en sus congregaciones.
La Enseñanza. Con la excepción del pastor
de la congregación, muy pocos ancianos toman en serio su llamamiento bíblico a
enseñar. Y aun los pastores en algunas iglesias prestan poca
atención a este mandato bíblico. En vez de educar y enseñar, muchos
simplemente repiten las mismas cosas todo el tiempo.
La enseñanza y la educación requieren estudio de parte del
anciano. Para ser un educador, el individuo siempre tiene que estar
aprendiendo. Por esto, todos los ancianos y líderes de nuestras
iglesias deben esforzarse para llegar a un conocimiento completo y para poder
compartirlo con otros. Le toca al anciano estimular el crecimiento
intelectual de cada miembro.
En muchas iglesias se ha dejado el ministerio de educación a
quien se presente como voluntario. Cuando se hace esto la
congregación no se asegura ni de la madurez de quien enseña, ni de la calidad
de la enseñanza. La educación bíblica es demasiado importante para
dejársela a cualquier voluntario.
Dentro de la iglesia cierta educación ocurre en todos los
niveles y en todos los programas. Aquí daremos una idea de cómo el
cuerpo de ancianos puede participar y ayudar en esta tarea tan importante.
-La Escuela Dominical. Casi todas
las iglesias evangélicas tienen una escuela dominical. Pero muchas
veces todo lo que sucede en esta escuela dominical depende de lo que puede
hacer un profesor joven, de poca experiencia. Si los ancianos no son
suficientes en número, o no son apropiadamente dotados para
participar en la enseñanza a este nivel, ellos deben, por lo menos, hacer todo
lo posible para que los profesores tengan materiales buenos y apropiados. Deben
estar no sólo conscientes de todo lo que se enseña en la iglesia, sino que
también deben estudiar y aprobarlo antes de que se dé.
-Los Jóvenes. Todas las iglesias
deben tener programas de enseñanza por medio de los cuales la juventud de las
mismas pueda llegar a conocer lo que cree su iglesia. Uno de los
ancianos sería la persona ideal para dar dicho estudio. Dentro de la
sociedad de jóvenes, los ancianos también deben asegurar un consejo bíblico y
claro en cuanto a todos los problemas que enfrenta la juventud de hoy.
-Los demás ministerios dentro de la iglesia. Los
ancianos tienen que proveer o enseñanza directa o materiales adecuados para
todos los grupos o ministerios que se reúnen dentro de la iglesia. Muchas
veces pueden confiar en el buen juicio de la persona que dirige el grupo, pero
siempre deben saber lo que se está enseñando.
-El Púlpito. Los ancianos deben
vigilar lo que se predica en la iglesia. Deben tener cuidado con
invitados de afuera, y deben animar a sus pastores a que sigan
estudiando. Ellos mismos deben capacitarse en estudios bíblicos y
deben estar dispuestos y preparados siempre para presentar defensa con
mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que
hay en vosotros (I Pe. 3:15). En el púlpito o en la calle,
le toca al anciano estar listo para enseñar y educar.
Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello,
pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. (I
Tim. 4:16)
La Supervisión. Ya hemos visto el papel que
juegan los ancianos en la supervisión del programa educativo de la
iglesia. Deben estar involucrados en todos los niveles de la
educación eclesiástica. Pero la supervisión de los ancianos va mucho
más allá que el proveer simplemente un buen programa de educación. Al
anciano no solamente le toca el cuidado de la mente cristiana, sino el cuidado
del alma cristiana también.
Aunque muchos creen que este ministerio de cuidado pastoral
corresponde exclusivamente al pastor de la iglesia, el NT nos muestra que no es
así. Los pastores sí tenían y tienen responsabilidades especiales,
pero todos los ancianos (hermanos maduros en la fe) son llamados a apacentar la
grey de nuestro Señor (Hch. 20:28 y I Pe. 5:2). Ofrecemos aquí
algunas ideas prácticas en cuanto a cómo los ancianos pueden proveer tal
cuidado.
-Ministerios. Para asegurar que
las ovejas de la iglesia reciban la supervisión que necesitan, la iglesia debe
ser dividida en distintas áreas enseñanza y supervisión. A cada
anciano se le asigna un área o grupos de hermanos. El anciano,
entonces, es responsable por cada persona en su grupo. Organizado de
esta manera, todo el mundo sabe a quién le corresponde. Si hay algún
problema, enfermedad o crisis en la familia de un miembro, se sabe a quién le
toca tal responsabilidad.
-Visitas familiares. Es importante que el
anciano tenga la oportunidad de estar con las familias de los miembros de la
iglesia en su hogar. Debe haber un sistema de visitas pastorales
para que los ancianos lleguen a conocer el ambiente familiar de los hermanos de
su distrito. Esta visita puede abrir la puerta de la iglesia a
miembros de la familia que no la visitan. La visita también puede
servir para que el anciano pueda hacer un inventario espiritual del
hogar. Conociendo de cerca las necesidades de la familia, el anciano
estará mejor preparado para apacentar a dicha familia.
Será necesario también, visitar las familias de todos los
ancianos y la del pastor. Ellas también necesitan de un cuidado
pastoral, y muchas veces son los últimos en recibirlo.
-Identificación y desarrollo de dones espirituales. En
Ef. 4 el Apóstol Pablo habla de cómo Cristo constituyó varios oficios al
establecer la iglesia. El proposito de estos oficios, constituidos
por Cristo, era:
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos
a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto,
a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4:12-13)
Si tomamos en serio el propósito de los oficios de la
iglesia y la naturaleza del oficio de anciano, tenemos que concluir en que el
anciano debe trabajar con los nuevos miembros, ayudándoles a descubrir y a
desarrollar los dones y ministerios que el Señor les ha dado. Si en
verdad creemos que el anciano debe capacitar y preparar, es aquí donde nosotros
debemos comenzar.
-Supervisión de los cultos. Los
ancianos son responsables para todo lo que sucede dentro del culto. Para
hacer un buen trabajo, habrá que haber una buena preparación y coordinación de
los elementos del culto. No debemos dar oportunidad a todo dentro de
nuestros cultos. Hay que tener cuidado y trabajar decentemente
y con orden.
-Supervisión de las ordenanzas. Las
ordenanzas son señales y símbolos de la gracia de nuestro Señor. Ellos
fueron instituidos por el mismo Señor y deben celebrarse con cuidado y seriedad
(I Cor. 11:27,28). Puesto que los ancianos son los responsables por
la enseñanza y la supervisión espiritual de la congregación, es natural que
ellos también se encarguen, junto con el Pastor, de las ordenanzas.
-Supervisión de la disciplina. Todos
los miembros tenían una responsablidad en la disciplina de los demás. Cuando
se presenta un problema, o cuando se comete un pecado, la persona que lo
observa debe tratarlo con la persona que lo comete (Mt. 18:15). Al
no resolver el problema a este nivel, se lo debe comunicar a los encargados de
la vida espiritual de la congregación: es decir, a los ancianos.
18. Además de los mismos requisitos para
diáconos, los
Ancianos o Pastores tienen que ser buenos en las
_________________________________ y tienen que ser
____________________________________.
19. ¿Cuáles son algunos de los consejos que ofrecen Pablo y
Pedro en cuanto a la relación entre el anciano y los miembros de su iglesia?
________________________________________________
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20. ¿Dónde deben ejercer los ancianos su don de enseñanza?
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21. ¿Cómo pueden los ancianos asegurar que haya un buen
cuidado pastoral en su iglesia? (6 áreas)
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