miércoles, 15 de enero de 2014

ESCUELA DOMINICAL

                                           LOS PROFETAS MENORES
                                                                     JOEL  (II)      
El capítulo 2 del libro de Joel  empieza con la convocatoria nacional y mundial para el arrepentimiento (V.12) porque se anuncia el “Día de Jehová”, un tiempo terrible, espantoso para todos los habitantes de la tierra. El Día de Jehová es el tiempo establecido por Dios para ejecutar sus justos juicios en los moradores de la tierra. Ya en el capítulo 1 se había anunciado la cercanía del Día de Jehová (V.15); ahora pasa a describir los eventos que han de caracterizar a este especial Día.
1.       Tinieblas y oscuridad; nube y sombra (V. 2).
2.       Un ejército poderoso (Vv. 2-3)
3.       Nadie podrá escapar (V. 3)
4.       Causará temor y espanto en todas las naciones (Vv. 6-9)
5.       Habrá terremotos, el sol se oscurecerá, y la luna dejará de brillar; los cielos mismos se estremecerán y las estrellas desaparecerán (V.  10)
6.       Dios mismo comandará este ejército y Él dará la orden para atacar (V. 11)
7.       Será un Día terrible que nadie lo podrá soportar (V. 11)
Por todo lo expuesto es que Dios llama al arrepentimiento a todas las personas (V.12); los llama al arrepentimiento genuino, de corazón. El Señor no quiere un arrepentimiento externo, de apariencias, sino un cambio total y consciente a través de la conversión al Señor (V.13), y enfatiza la conveniencia de  conversión, dice que Dioses misericordioso y clemente, lento para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo”. Este es uno de los versículos de la Biblia que mejor describe el corazón y la naturaleza propia de nuestro Dios.
Dios es el único que puede cambiar en bendición la catástrofe que se viene sobre los habitantes de la tierra (V. 14). Para alcanzar esa gracia divina, el pueblo entero, la nación entera debe acercarse a Dios con una actitud de humillación y súplica. Todos deben acudir a esta solemne convocatoria; ancianos, niños, los recién casados (V.16). Los ministros del Señor se deben poner entre el pueblo y el Señor para clamar por la misericordia divina (V. 17) suplicando por el perdón de Dios.
Desde el versículo 19 hasta el versículo 27 vemos la respuesta de Dios al clamor de su pueblo. Perdón, restauración, abundancia, plenitud de vida, sosiego y tranquilidad, que se resume en el versículo 19, cuando el Señor da su Palabra de hará grandes cosas a favor de su pueblo en la tierra, y le exhorta a alegrarse y a gozarse en el favor de Dios.

Y después de esto” el Señor enviará su Espíritu para dar a su pueblo discernimiento espiritual antes de manifestar las señales que anteceden al Día grande y espantoso de Jehová. Todos aquellos que vivan en aquellos días tendrán la oportunidad de salvarse invocando el Nombre del Señor (V.32). Dios manifiesta su favor hacia su pueblo prometiéndoles la salvación, al igual que a aquellos fieles que han resistido a la influencia del mal, conocidos como “El remanente al cual Él habrá llamado”.- 

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