LIBRO DE
DANIEL XXX <Conclusión>.
Daniel 12:1. Una referencia especial amerita
este versículo dado la trascendencia del tema.
Cuando Satanás sea arrojado a la tierra <Apocalipsis 12:7-9>
e inicie la persecución del pueblo santo, un solo obstáculo quedará todavía
entre él y su plan de dar rienda suelta a su ira sobre los que se nieguen
a adorar a la bestia <el anticristo> o a su imagen. Este
será el arcángel Miguel, el protector celestial de Israel desde los tiempos antiguos
y el detenedor de las fuerzas satánicas <Ver Daniel 10:21>. Miguel es
quien detiene las fuerzas demoníacas en sus ataques implacables contra Israel.
El término ``se
levantará´´ que se usa en 12:1, se traduce también como ``estarse quieto´´ o ``no moverse´´. En Josué 10:13 ese mismo término se
traduce dos veces por ``se paró´´, ``el sol se detuvo y la luna se paró, hasta
que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el libro de
Jaser? Y el sol se detuvo en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse como
un día entero´´. Dicho esto, parece ser que, según el contexto, la
mejor traducción para Daniel 12:1 sería ``estarse quieto´´ en vez de ``se levantará´´. En otras palabras, Miguel
no se levantará para defender más tarde a Israel, sino que más bien ``se estará quieto´´ o ``no
se moverá´´, dejando de hacer lo normal, o sea, cesará en su actividad de
detener a las fuerzas demoníacas de Satanás, permitiendo así al anticristo revelar
su verdadera identidad al mundo y descargar toda su furia contra el pueblo de Dios.
Tan pronto como Miguel
pare o cese en su tarea de detener, empezará el ``tiempo de
angustia cual nunca hubo desde que hubo gente´´
A la luz de lo expuesto, se hace más claro el significado de
un pasaje muy similar de Pablo en 2 Tesalonicenses 2:6-7. ``Y vosotros sabéis lo que lo detiene por
ahora, para ser revelado a su debido tiempo. Porque el misterio de la iniquidad
ya está en acción, sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su
vez sea quitado de en medio´´ Por el contexto, sabemos que el
que ``lo detiene´´ al anticristo es alguien, no algo; y a la luz de Daniel 12:1
ese alguien es el arcángel Miguel.
La idea de que Dios retiraría su protección de Israel
en su hora de mayor necesidad no es un castigo desconocido para la nación de Israel.
La misma consecuencia por su rebelión contra Dios queda demostrada en la
parábola profética de la viña que encontramos en Isaías 5:1-7. Isaías describe primeramente el
cuidadoso amor de Dios por su viña, Israel. No obstante, la nación
sólo produjo fruto sin valor <V.2b>. ``Ahora pues´´, dice el Señor, ``Dejad que os
diga lo que yo he de hacer a la viña; quitaré su vallado y será consumida;
derribaré su muro y será hollada. Y haré que quede desolada´´ <Vv. 5-6>.
La predicción del Señor de primero quitará el ``vallado´´ de Israel y que por eso la nación será
hollada, se asemeja claramente a la retirada del protector o detenedor y el
comienzo de la ``gran tribulación´´
tal como no ha acontecido desde que hubo gente. La relevancia de este pasaje de
Isaías
queda aún más subrayada por el uso que Cristo mismo hace de esta parábola en Mateo 21,
en la cual él relaciona el mensaje de la parábola con el juicio de Israel
en los últimos tiempos ``cuando venga, pues, el dueño de la viña´´ Ver Mateo 21:33-.44
y énfasis en el versículo
40.
Es evidente que la mano protectora de Dios tiene que ser retirada
antes que el anticristo pueda darse a conocer, ocupar el lugar que quiere en el
templo de Dios,
ser capaz de ejecutar su plan diabólico y desarrollar sus poderes al máximo.
Para ello, Miguel,
quien es el protector del pueblo de Dios, Israel, Debe cesar en su función de velar por
el pueblo escogido del Señor; y es ahí cuando vendrá la hora de
prueba sobre el mundo entero, sobre los hijos de Dios y con especial énfasis sobre la nación judía.
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario