jueves, 1 de agosto de 2013

Seis errores que se cometen con frecuencia.

Error Nº 1:

La ilusión de que las ganancias personales se consiguen aplastando a los demás: "El que oprime al pobre para aumentar sus ganancias, o que da al rico, ciertamente se empobrecerá." Prov. 22:16

A pesar de los años transcurridos este es un grave problema que todavía nos acompaña. Muchas personas creen que pueden llegar a ser más importantes encontrando defectos a los demás.
Debemos estar alertas, porque en muchas oportunidades, nuestras críticas son sinónimos de carencias.
Para evitar o corregir este error, concéntrate en tu propia vida y en cómo mejorarla. Hay dos formas de construir el edidicio más alto de la ciudad: Una es destruyendo todos los demás edificios; la otra es trabajar en tu propio edificio y ver como avanza.

Error Nº 2:

La tendencia a preocuparse por las cosas que no se pueden cambiar o corregir.

No vale la pena preocuparse por las cosas sobre las que no tienes control, porque si no puedes hacer nada, no tiene sentido que  te preocupes.
En segundo lugar, no tiene sentido preocuparse por las cosas sobre las que tienes control, porque si tienes el control, no hay razón para preocuparse.
Cuando puedas hacer algo, cambia de actitud y empieza a aplicar una estrategia.

Error Nº 3:

Insistir en que una cosa es imposible, sencillamente porque no podemos conseguirla: "Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquíallá, y se pasará; y nada os seráimposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno." Mateo 17:20-21

Para calmar esta sensación, amigos lectores, vamos a partir de la siguiente premisa: "Lo único imposible en esta vida es arrugar los dientes".
Muchas personas se dejan dominar por el pesimismo.
Hoy,  y tengámoslo muy presente, la novedad es lo imposible, visto como una oportunidad de negocio. El mercado está sembrado de hacedores de imposibles. ¿Tú eres uno de ellos?

Error Nº 4:

No querer prescindir de preocupaciones banales: "No os afanéis, pues, diciendo: ¿Quécomeremos, o québeberemos, o quévestiremos?Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas." Mateo 6:31-33

Muchas personas tienen la costumbre de preocuparse por cosas insignificantes.
Para evitar o corregir este error, sencillamente trabaja en lo que consideres importante; es decir, en aquello por lo que todos deberíamos preocuparnos.

Error Nº 5:

Rechazar el desarrollo y el perfeccionamiento de la mente y no adquirir el hábito de leer y estudiar: "Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará a perder; Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal. " Prov. 1:32-33

Ya muchos de los títulos que poseemos están obsoletos. Espero que tú conocimiento no. Hoy los títulos deben indicar su fecha de vencimiento. En esta era de cambio, que ya vaticinaba Cicerón, es cuando más necesitamos el conocimiento novedoso de nuestro lado. Hay que invertir en la preparación, ya que es más costosa la ignorancia.


Error Nº 6:

Intentar obligar a los demás a creer y vivir como nosotros: "Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?" Sant. 4:12

"Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros." Tito 2:6-8

Cultiva tu propio jardín y abandona tu tendencia a examinar y juzgar como los otros cultivan el suyo.
Todos somos diferentemente iguales y tenemos el pleno derecho a la libertad de elegir. Una de las principales características de las personas plenamente realizadas es que no desean controlar a los démas.
Obligar es el arte de la contradicción. Es más fácil enseñar caminos y dejar que cada quien escoja su sendero.

Texto extraído de la "Revista Gracia", editada por el Pastor Sergio Gonzalez, y distribuida en Paraguay por la IBI "Divina Gracia".

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