"En la ley de Jehová está su delicia …. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas…" Salmo 1:2,3 Durante
una operación, un experimentado cirujano le preguntó a un joven
residente: "¿Quién es la persona más importante en esta sala de
operaciones?". El residente buscó una respuesta apropiada. No creía
que su mentor estuviera buscando elogios personales, así que, tratando
de sonar bondadoso, contestó: "Supongo que serán estas enfermeras que lo
ayudan con tanta eficiencia". El cirujano meneó la cabeza y dijo: "No, la persona más importante en esta habitación es el paciente". Al
estudiar la Biblia, también es posible pasar por alto lo obvio. Es
fácil olvidar lo importante que eres tú en el proceso. De tu actitud
depende que saques provecho o no. ¿Cuál es la actitud correcta al
estudiar la Biblia? Primero, lee la Biblia teniendo en mente tu propia
necesidad, no solo para enseñarle sus verdades a otra persona. Segundo,
léela con humildad. No trates de hacer que diga lo que te gustaría que
te dijera, sino estúdiala para descubrir lo que Dios ha dicho. El
teólogo alemán Johann Bengel (1687-1752) dijo: "Sé como el que hace un
pozo, que no pone agua en la fuente, sino que permite que la que
encuentra allí fluya libremente sin limitaciones, desviaciones ni
contaminación". Los que actúan de esta manera crecerán como árboles
"plantados junto a corrientes de agua" (Salmo 1:3).
Reflexión: El propósito de estudiar la Biblia no es solo informar, sino transformar.
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